Esperan que las autoridades hagan cumplir las normas de convivencia
Hasta tarde se instalan con la música a volumen elevado ADOLFO ACOSTA
Salsa, merengue, reggaeton, dance y hasta rancheras, sin dejar a un lado el vallenato, son los ritmos que atormentan a los residentes de la parroquia Candelaria, en Caracas, con la llegada de los fines de semana.
Y es que conductores y motorizados ingieren licor en la calle y montan verdaderas fiestas que no tienen límites de hora ni de volumen, según lo denunciaron a El Universal vecinos que habitan entre las esquinas de Ánimas y Manduca.
Explican que son pocos carros y motos los que se dedican a ello, pero que son suficientes para mantener la anarquía en el sector, pues despliegan desde sus maletas, cavas, botellas y toda la música con plantas que, según consideran, "parecen hacer más ruido que las usadas en los locales nocturnos".
Indican que al pasar las 8:00 pm, cuando ya no es tanto el tránsito en la zona y al retirarse los fiscales, comienzan a ubicar su espacio.
"Tienen preferencia por la calle lateral a la sede del Ministerio Público porque la acera es alta y les permite usarla como una barra para poner el hielo y las botellas", explica uno de los residentes de la cuadra.
Los vecinos del sector comprenden que son gente joven y que eventualmente pasan con sus carros y equipos de sonido a todo volumen, pero no entienden por qué se tienen que estacionar y quedarse atormentando a los vecinos.
Por un caso similar fue condenado un maestro de albañilería al pago de una multa equivalente a 25 unidades tributarias en la calle El Mirador de Los Frailes de Catia.
El Universal
26-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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