Una familia y una escuela se enfrentan por el alquiler de un inmueble
En el salón correspondiente al maternal se instaló la pareja Dugarte. Dicen que no saldrán hasta que recuperen su propiedad EDSAÚ OLIVARES
BEATRIZ CRUZ SALAZAR
Él tiene 86 años, ella 71. Desde el lunes, los Dugarte están durmiendo en un pequeño colchón que ubicaron en la antigua sala de su casa, hoy convertida en un salón del Centro Educativo Tococó, ubicado en Chuao.
Francisco Dugarte Márquez recuerda que hace ocho años alquiló su vivienda principal a la escuela y desde hace cinco años la familia inició el proceso para rescatar su casa. Asegura que varias prórrogas se han cumplido y varios plazos les han dado para desalojar, pero los inquilinos siguen allí.
Cansados de vivir en casa de otros familiares, de la falta de respuesta y tomando en cuenta que la Dirección de Inquilinato les aseguró que no podía mediar por tratarse de una persona jurídica, la pareja decidió instalarse en el inmueble.
"Esta es una prueba de resistencia, yo sé que Dios está con nosotros y vamos a recuperar nuestra casa", dijo sin poder ocultar sus lágrimas Marielena de Dugarte. La única manera de conversar con la familia es a través de un ventanal. Dicen que no están dispuestos a salir, solo cuando logren recuperar su vivienda.
Francisco Dugarte hijo se encarga de llevarles la comida y las medicinas que se necesitan para tratar la hipertensión de su mamá y la cardiopatía de su papá. Desde el lunes duerme en su carro que está estacionado en la calle frente a la escuela.
La familia recuerda que la Hacienda Santa Ana, ubicada en Aragua, y en la que Dugarte trabajó 40 años, fue invadida y desvalijada hace cinco años. Desde ese momento empezaron las negociaciones para recuperar su casa en Caracas.
"Yo le dije a la Juez de Paz que de aquí solo me sacaban muerta. Nosotros trabajamos toda la vida para tener nuestra propiedad y no estoy dispuesta a perderla", dice Marielena. Recuerda que en noviembre del año pasado su hermano falleció en una situación similar. Mientras peleaba por desalojar a unos inquilinos sufrió un infarto.
Del otro lado, Luz Elena Pascual, trabajadora del Centro Educativo Tococó, afirma que los representantes de la escuela cuentan con una prórroga que les permite permanecer en el inmueble hasta agosto de 2013. "Nunca le hemos dicho que no vamos a desalojar, pero nosotros tenemos 20 alumnos y 10 empleados que necesitan una respuesta", dice Pascual.
La empleada explica que el salón en el que actualmente se encuentran los Dugarte pertenece al maternal.
"Tuvimos que sacar a los niños del área, ellos están pasando la mayoría del día en el patio y en otro salón", cuenta Pascual, quien detalla que la directora también decidió dormir en el instituto desde el lunes.
Liseth Meléndez, representante de dos alumnos del colegio, permaneció el día de ayer en las instalaciones del centro educativo. "Esto es inconcebible, no puede ser que a mitad de año escolar uno tenga que buscar otro colegio. No es justo que ellos estén pasando por esta situación, siendo gente que ha ayudado a niños especiales a salir adelante", comentó.
Pascual dice que apelarán a la Lopna y a la protección de los menores. La familia Dugarte señala, por su parte, que se valdrán del derecho a la propiedad privada para rescatar su vivienda. De ambos lados se espera que alguna autoridad decida de manera justa, quién debe salir y quién debe permanecer. Solo queda esperar.
El Universal
16-02-2012
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