Ciudad Guayana. El consumo de cabillas en Venezuela para este año, se estima en un millón doscientas mil toneladas, por tal motivo el gobierno nacional, a través de Pdvsa Industrial, se verá obligado a importar 600 mil toneladas para atender la demanda interna. Esta información está contenida en el Plan Económico de crecimiento que maneja el alto gobierno, basado en cifras del sector siderúrgico público y privado, del Ministerio de Industrias y el Ministerio de Energía. De acuerdo con los registros, el año pasado Sidor no logró alcanzar la meta de producción de 340 mil toneladas de cabillas. Se llegó a manufacturar 280 mil toneladas de cabillas, como consecuencia de la situación de anarquía sindical, laboral y política que existe dentro de la empresa, impulsada sobre todo por el sector oficialista y por las relaciones conflictivas entre las organizaciones sindicales que allí actúan. Según el plan, para este año Sidor vuelve a fijar la meta de producción considerando su capacidad máxima: 340 mil toneladas; Sidetur fabricaría cerca de 200 mil toneladas; y la diferencia la suministraría Sizuca en el Zulia. Misión Vivienda La prioridad para el gobierno es la construcción de viviendas. Entre febrero y septiembre de 2012, la orden presidencial es edificar 300 mil casas y para el último trimestre del año, luego de las elecciones del 7 de octubre, comenzar 150 mil unidades más, para un total de 450 mil viviendas. Ahora bien, una casa se construye con 140 cabillas, o lo que es igual 1.4 toneladas de cabilla, según cifras aportadas por el informe oficial. El gobierno presionará al sector siderúrgico para alcanzar tales metas, por lo que la producción interna de cabillas atendería sólo el mercado nacional en el área de la Gran Misión Vivienda. Además, en estos momentos el gobierno desarrolla la represa de Tocoma, las vías férreas, la ampliación de estructuras eléctricas −como subestaciones− y otras grandes obras. Si se atienden los requerimientos del mercado para la Gran Misión Vivienda, ¿cómo cubrir la necesidad de cabillas para el resto de los proyectos? De allí, la necesidad de planificación de la importación de 600 mil toneladas de cabillas, porque el país no produce la cantidad requerida para hacer frente al crecimiento económico actual, según se señala en el informe. Persisten los problemas Mientras el Gobierno nacional trabaja en estos planes, Sidor internamente continúa enfrentando dificultades, sobre todo, de gerencia sindical. La Planta de Pellas estuvo paralizada por más de quince días al inicio de 2012; el año pasado enfrentaron problemas de carácter técnico, pero además, el oficialismo que controla el sindicato, y el sector de los tercerizados, identificado también con el oficialismo, libran una lucha a muerte por el control de puestos de trabajo, cupos de cabilla, producción, inversión, porque ahora la gerencia es colectiva; es decir, a través de Consejos de Fábricas o grupos de trabajadores que dirigen las gerencias. Voceros del sector señalaron que la situación es tan delicada que Jesús Faría, vicepresidente de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, manifestó su preocupación por la situación que atraviesa la empresa estatal. Farías luego de un encuentro con trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco, explicó que en esa industria se desarrolla un conjunto de protestas y guarimbas que perturban el funcionamiento y desarrollo estable de la empresa. "Esas son acciones infundadas que están relacionadas con prácticas sindicaleras que, amparándose en supuestas reivindicaciones salariales, generan conflictos y manipulan la masa laboral", afirmó el parlamentario. El caso Recientemente José Meléndez, quien logró la segunda fuerza dentro de Sutiss y es jefe de Alianza Sindical, denunció que en la gerencia de comercialización persistían las prácticas de corrupción en la asignación de cupos de cabilla. Acusó concretamente al presidente de Promoacero, Néstor Astudillo, quien fuera uno de los denunciantes de la existencia de la mafia de la cabilla que, presuntamente, dirigía Luis Salvador Velásquez Rosas, desde la gerencia de comercialización de Sidor hasta junio del año pasado. Meléndez, presuntamente, formaba parte del grupo de Velásquez, de acuerdo con el expediente que instruye la Fiscalía para determinar los culpables. El jefe de Alianza Sindical, junto a un grupo de funcionarios vestidos con chaquetas del Sebin, efectuó una visita sorpresa a la sede de Ferresidor−Promoacero y, sin orden alguna, se llevó los expedientes de los clientes, les sacaron copias y posteriormente los devolvieron. Con tales documentos de carácter privado, que sólo debe manejar Sidor, se han dedicado a denunciar que presuntamente existe una nueva mafia de cabillas dentro de la empresa. Mencionan como caso concreto el de la empresa TSK y Somecil, que construyen la ampliación de la subestación eléctrica Guayana B de Corpoelec. La empresa que tiene la autorización de Corpoelec es TSK que, a su vez, subcontrató a Somecil Guayana para que lo apoyara en el proyecto. Somecil no puede comprar cabillas porque no es la empresa autorizada por Corpoelec para ejecutar la obra. TSK compró las cabillas a Bs. 2 y se las revendió a Somecil Guayana a Bs. 17, pero la gente de Somecil formuló la denuncia ante la gerencia de Néstor Astudillo en Promoacero. Ésta paralizó la entrega de cabillas a TSK hasta que la empresa contratista colocara la cabilla a Somecil Guayana al precio en que la vendió Sidor. Al resolverse la situación, Somecil Guayana envió una comunicación a la presidencia de Sidor, agradeciendo que el problema se había resuelto. Realidad en Sidor Esa es la situación en estos momentos: prevalece una lucha interna en la que Meléndez, desde una posición de gobierno, golpea a sectores afectos al oficialismo que no pertenecen a su tendencia. Tal información la maneja el diputado Faría, quien indica que los hechos obedecen a dos elementos fundamentales: el primero, vinculado con un conjunto de fuerzas que se oponen al proceso revolucionario y hacen todo lo posible por alterar el rumbo de expansión sólida de la economía nacional; mientras que el segundo, responde a la actuación de grupúsculos revolucionarios que, asumiendo banderas de reivindicaciones, están dispuestos a arruinar tanto a la industria como los planes del país. Farías habría afirmado que los responsables están plenamente identificados y pertenecen a un movimiento autodenominado Alianza Sindical, el cual perdió las elecciones y ahora pretende proyectar la matriz de opinión de que Sidor no logra estabilidad. Se iniciará una investigación sobre la situación en la Siderúrgica del Orinoco, con el fin de proponer un conjunto de acciones y estrategias orientadas a garantizar el cese de las protestas. Carmen Carrillo Especial para Emen
El Mundo
16-02-2012
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