En Anzoátegui prácticamente no se han iniciado obras privadas Foto: Rafael Salazar
2011 fue un año crítico para la actividad de la construcción en Anzoátegui, porque de acuerdo con organizaciones sindicales, cerró con apenas un proyecto privado en ejecución en Lechería (zona norte). En 2012 no hubo muchas señales de mejoras, y este 2013 no parece que va a ser distinto.
A pocos días para que finalice el primer semestre de este año, son pocas las expectativas de recuperación y de reactivación que tiene la Cámara de la Construcción del estado. Su presidente, Nelson Blanco, indicó que el “sector está prácticamente parado en la entidad, porque sólo hay dos o tres obras en desarrollo”.
“Que tres o cuatro promotoras estén construyendo un edificio, un conjunto pequeño de casas o un centro comercial que es lo que más o menos hay en ejecución actualmente, no asegura el desarrollo del sector”, apunta el directivo.
Blanco manifestó que la debacle en esta área empezó hace cinco años, pero los últimos tres han sido los peores.
“En 2013 en Anzoátegui prácticamente no se han iniciado obras privadas y se han reactivado pocas de las que quedaron pendientes de 2012. El sector construcción lleva tres años paralizado y fuertemente. Aquí no se está construyendo casi nada ... Esta situación no está ocurriendo sólo en este estado, esto comenzó hace cinco años a nivel nacional”.
Los datos expuestos por el vocero regional no coinciden con los del gobierno regional.
El mes pasado, el presidente de Sevigea (Secretaría de Vivienda de la Gobernación), Álvaro Hernández, anunció que en este ejercicio económico se edificarán 40 mil unidades residenciales en la entidad. 21 mil de ellas serían hechas por la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv), mil por el gobierno estadal y las otras 18 mil por el sector privado.
El déficit sigue
Al ser consultado sobre los lugares dónde se están construyendo esas 18 mil soluciones, Blanco aseguró que no se están levantando en ninguna parte y tampoco cree que se inicien en lo que queda de este año.
Incluso, adujo que ni siquiera está planteado que las constructoras privadas ejecuten al menos el 50% de esa cifra porque no hay obras presupuestas ni financiamiento propio ni de la banca privada para ejecutarlas.
“Lo que se está construyendo es dentro de la Gmvv y están a cargo de las contratistas que trabajan para el gobierno. No hay en desarrollo capital propio ni de inversiones con financiamiento de las entidades bancarias privadas. Además los bancos no liberan rápido los créditos a los compradores de las viviendas y eso hace que las empresas se descapitalicen muy rápido”.
No se atrevió a precisar el número de viviendas que serán construidas por promotoras que no trabajan para la Gmvv porque son muy pocas las obras en ejecución y porque la situación económica y política que vive el país tampoco garantiza que se culminen. “En los últimos tres años ha mermado significativamente la construcción de casas que venía haciendo el sector privado a escala nacional”.
El déficit habitacional regional es de 160 mil unidades residenciales, según el censo realizado en 2011 por la Gmvv.
En el estado, las ciudades con más desarrollos privados eran Barcelona, Lechería, Guanta, Puerto La Cruz (zona norte), Anaco (centro), El Tigre (sur), Clarines y Puerto Píritu (oeste).
Era la mayor demanda
La paralización de aparato constructor ha afectado a unos 300 mil trabajadores directos y a cerca de 200 mil indirectos, sostiene Nelson Blanco.
Más del 50% de las personas que acudían en el 2009 a la oficina de la Agencia de Empleo oficial que funciona en el edificio sede de la Inspectoría del Trabajo Alberto Lovera, en Barcelona, solicitaban plazas laborales en oficios relacionados con la construcción.
Según archivos de este diario de ese año, la demanda de trabajo en el sector se incrementó por los beneficios y la garantía de empleo por un lapso prudente que ofrecían las constructoras. Albañiles, electricistas, plomeros y carpinteros copaban la solicitud de cupos en planes residenciales y comerciales.
Mientras que entre 2006 y 2008, las áreas de ocupación con mayor demanda eran las vinculadas con la seguridad y la industria petrolera por la ejecución de varios proyectos en la región, según los datos aportados por el funcionario que estaba al frente de la agencia empleadora del gobierno.
¿Qué pasó?
La falta de prestamos de la banca privada a los constructores de obras para la clase media, la escasez de materiales y la falta de confianza a los inversionistas propiciaron una baja considerable en el desarrollo de locales comerciales y urbanismos en el país, como lo advirtió hace varios años el gremio.
Para Nelson Blanco la confianza que se debe garantizar a los inversionistas por parte del Estado ha sido uno de las principales causas de la paralización del sector, porque sin estabilidad nadie quiere arriesgar su capital.
“Por eso se están viendo más construcciones de centros comerciales que de conjuntos residenciales porque es donde el contratista ve más seguridad”, manifestó.
Que en el mercado nacional no se consiga cemento, cabilla, transformadores y hasta ventanas de aluminios, también impide -según el directivo- a los promotores privados arrancar cualquier proyecto porque más adelante tendrán que pararlo por falta de insumos, ya que los pocos que hay o se producen en el país son destinados actualmente a la Gmvv para ejecutar sus obras.
Y para más...
La devaluación de 46,5% que aplicó en febrero pasado el Gobierno es otro de los factores que ha influido significativamente en la “parada obligada” que afecta al ramo, afirmó.
La nueva Ley Orgánica del Trabajo para los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt) que entró en vigencia este 7 de mayo y que contempla la reducción de la jornada laboral semanal de 44 a 40 horas, no generó impactos en el sector, -agregó Blanco- porque el personal de las contratistas ya venía laborando ocho horas diarias de lunes a viernes.
“A todo esto se le suma la desmotivación que hay en el empresariado, y pese a que luchan para resolver la situación que afecta al país no lo logran, porque son afectados por las medidas que toma el Gobierno, que hace diferencias entre el sector público y privado”.
El directivo de la Cámara de la Construcción en la entidad le reiteró nuevamente a las autoridades su propuesta de apostar al diálogo a través de mesas de trabajo para reactivar el sector, aunque no será fácil lograrlo en un corto o mediano plazo.
Aseguró que en varias oportunidades ha asistido a encuentros con el Gobierno regional para tratar de lograr un acercamiento, pero las relaciones siguen siendo poco amigables lo que no beneficia a ninguna de las partes ni a la masa trabajadora.
Este año, han participado en reuniones con el presidente del Cleanz (Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui), Nelson Moreno, pero no se ha concretado nada de manera formal. Espera que el Ejecutivo revise esta situación y su impacto negativo en la economía l y que aplique correctivos.
De “vacaciones” o varados
Aunque las organizaciones sindicales y el empresariado coinciden en que el sector está prácticamente paralizado y que son pocos los proyectos que están en desarrollo, cada uno tiene su apreciación sobre los motivos que generan esta crítica crisis que afecta tanto al patrono como al obrero y al profesional.
El reporte ofrecido por el secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores Bolivarianos Industriales y de la Construcción en el estado, Aquiles Urriola, arroja que las obras privadas (residenciales y comerciales) que quedaron pendientes de 2012 y de años anteriores están paradas y que las que siguen operativas son las que ejecuta el gobierno, especialmente las de la Gmvv.
Según las estimaciones del dirigente esto implica que también el 75% de la masa trabajadora está inactiva, pero espera que en lo resta de año el panorama cambie. Exactamente dijo desconocer a qué se debe esta paralización, pero cree que pudo tener que ver con la incertidumbre generada para los inversionistas con la muerte del expresidente Hugo Chávez Frías, ocurrida el pasado 5 de marzo, y el cambio de autoridades nacionales luego de la elección de Nicolás Maduro (14 de abril).
Expresó su preocupación porque en Nueva Barcelona (Barcelona) y en Lechería, que eran dos de los puntos de mayor auge para el sector en la zona norte, actualmente se están desarrollando muy pocos planes privados.
Urriola dijo que están esperando la reactivación de la construcción del eje ferroviario Anaco-Tinaco que generará unos 800 empleos directos en el eje centro del estado. La obra está paralizada desde el año pasado. Allí sólo están trabajando entre 35 y 40 en labores de mantenimiento.
Espera que se retomen los proyectos viales en Urica y Mundo Nuevo en el municipio Freites, así como la construcción de varios tramos de la autopista a Oriente Antonio José de Sucre.
Desde la directiva de la Federación de Trabajadores de Anzoátegui (Fetranzoátegui), también reportan una significativa desocupación del personal que labora en el ramo de la construcción al tiempo “que encienden las alarmas de alerta” ante el incremento acelerado de la tasa de desempleo en el estado.
Su presidente, Tito Barrero, advirtió que la paralización de poco más del 65% que experimenta actualmente el sector va en detrimento de la calidad de vida del personal porque tampoco hay plazas laborales disponibles en otras ramas del aparato económico local ni en las entidades vecinas.
Recordó que hace más de cinco años los trabajadores petroleros y de otros gremios se incorporaron a muchas empresas constructoras por la demanda que existía por la ejecución de numerosos planes privados.
“Aquí (Anzoátegui) no han iniciado este año grandes ni medianos proyectos y el gobierno lo que se está dedicando es a la limpieza de las vías y a la siembra de plantas para recuperar los ornatos de las ciudades. El 65% de las obras que quedaron en ejecución en el 2012 no han arrancado este año y lo poco que está en desarrollo son planes residenciales y comerciales privados”.
Barrero señaló que en lo que va del primer semestre de 2013 el gobierno no ha arrancado el rescate ni la edificación de nuevas instituciones educativas y centros de salud en la entidad que generarían cupos de empleos para los trabajadores que llevan un largo período de “vacaciones obligadas” por la paralización.
Contrato vencido
La contratación colectiva de los trabajadores de la construcción venció el 1° de mayo, y hasta el momento las partes no han iniciado las discusiones correspondientes para elaborar y firmar la próxima convención. El contrato que debe renovarse cada tres años ampara tanto a la masa trabajadora que opera para el sector privado como a los que labora para las contratistas y cooperativas que ejecutan obras para el gobierno. Las propuestas de las organizaciones sindicales regionales y nacionales que representan a los obreros deben discutir en mesas de trabajo con las Cámaras de la Construcción de las entidades y representantes del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo. El presidente del gremio en Anzoátegui, Nelson Blanco, informó que en el estado estos debates no se han iniciado y mientras se firma un nuevo contrato colectivo el actual seguirá vigente. Hace cinco años, en la región se generaban cerca de 300 mil empleos directos y 200 mil indirectos en el ramo constructor.
Proyectos
22.000 casas construirá el Gobierno este año en Anzoátegui. De este lote, 21 mil serán edificadas por la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) y las otra mil por Sevigea (Secretaría de Vivienda de la Gobernación). El registro de la Gmvv realizado en 2011 arrojó que el déficit en el estado es de 160 mil casas, lo que indica que para el 2013 el Ejecutivo sólo podrá cubrir el 13,75% de esta demanda. La meta de moradas a realizar en este ejercicio económico fue incrementada en abril de 16 mil a 22 mil, anunció Álvaro Hernández, presidente de Sevigea.
Insumos
29,7% aumentaron en un año los insumos para el sector construcción, de acuerdo con el balance ofrecido el mes pasado por el Banco Central de Venezuela (BCV). Esta alza corresponde al período comprendido entre el 3-2012 y 3-2013. Al cierre de marzo de este año, el incremento en estos rubros fue de 4,7%. Los productos de acero (cabillas y mallas) registraron un alza de 3,8% en marzo en comparación con el mismo mes en 2012 que fue de apenas 0,3%.
Los más escasos
A principios de este mes, el presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, Gilbert Dao, reportó que la escasez de cemento y cabillas era de 60% y 80%, respectivamente. El directivo manifestó que el poco material de este tipo que se consigue en el país tiene un costo muy superior al regulado por el Gobierno nacional debido a la escasa oferta. El directivo apuntó que la ausencia de estos productos genera muchos retrasos en los planes que están en desarrollo.
“Infierno sindical”
El informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs) contabilizó 77 sindicalistas asesinados en 2012 en el país. Es la cifra más alta en los últimos cuatro años. 17 de estas víctimas son de Anzoátegui, el estado que más muertes de dirigentes sindicales registró en 2012 (22% del total nacional). De acuerdo con el reporte, 13 fueron tiroteados en Barcelona, los demás en Puerto La Cruz, Anaco y Puerto Píritu. El reporte de la Ovcs indica que 87% de las víctimas de todo el territorio nacional pertenecían al sector de la construcción. Esta instancia al igual que la organización Provea y varios sindicatos regionales coinciden en que el detonante de tan grave situación está en la venta de cupos de trabajo. Hay que recordar que el contrato colectivo único de la construcción que venció este 1° de mayo pero que sigue vigente hasta que se firme uno nuevo, establece en su cláusula 65, que se deja a disposición de los sindicatos la adjudicación de 75% de los cupos de empleo de cada obra.
Eltiempo.com.ve
19-05-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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