Como un “esfuerzo continuo del gobierno revolucionario” catalogó el ministro de Industria, Ricardo Menéndez, la aprobación de 87,93 millones de dólares y 303,05 millones de bolívares “para el rescate de las empresas básicas”.
El responsable de la Vicepresidencia del Área Económica Productiva anunció la entrega de recursos “operativos” tres meses después de que las gerencias solicitaran el capital con “alta prioridad” para garantizar las operaciones mínimas de las plantas.
En total, el Ejecutivo otorgó 76,5 por ciento de lo requerido a través de un punto de cuenta a finales de febrero por los presidentes “para el cumplimiento de las metas productivas” y la adquisición de materias primas, insumos y repuestos.
De los recursos, 39,56 millones de dólares y 39,05 millones de bolívares son para Bauxilum; 48,37 millones de dólares y 240 millones de bolívares para Venalum, y 24 millones de bolívares corresponden a Carbonorca.
De acuerdo con ese punto de cuenta, Bauxilum recibió 54,3 por ciento de lo solicitado; Venalum el 100 por ciento de lo requerido antes de la desincorporación masiva de celdas y Carbonorca un 40 por ciento.
Menéndez no incluyó a Alcasa pues el 25 de febrero, con la destitución de su presidente y el nombramiento de Ángel Marcano, se entregaron 90,4 millones de dólares.
La sumatoria de los recursos representa un 82 por ciento de lo requerido por la industria del aluminio (mil 302 millones de bolívares) en un punto de cuenta redactado por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
El titular de Industrias destacó que “ese compromiso del Jefe de Estado con los trabajadores debe ser compensado con máxima eficiencia para asumir el rendimiento de esos recursos y generar bienestar al país”.
Otra realidad
Los recursos aprobados por el Ministerio de Industrias se reciben en una situación operativa distinta a la de febrero de 2012, cuando las empresas aún se mantenían por encima del 50 por ciento de su capacidad instalada.
En este último trimestre, Venalum desincorporó casi 300 celdas operativas hasta ubicarse en un 24,5 por ciento de su diseño. Carbonorca se quedó sin flujo de caja por los incumplimientos de Alcasa y se paralizó la producción por escasez de materia prima, se retrasó la entrega de insumos por la alta morosidad y se detuvo la segunda etapa de Bauxilum por insuficiencia de repuestos e insumos, lo que llevó a la planta refinadora de alúmina a menos del 50 por ciento de su capacidad.
La entrega tardía de fondo pasa una alta factura a todo el sector, cuya criticidad ha sido denunciada por la dirigencia sindical y protestada por los trabajadores.
Política de “pañitos”
El secretario general del Sindicato de Profesionales de CVG Bauxilum (Suprobaux), Antonio Rivas, señaló que los recursos son insuficientes para la crisis de Bauxilum.
Otros puntos de cuenta para la adquisición de maquinaria por el convenio con Bielorrusia y el pago de pasivos laborales, aún esperan por la firma del presidente Hugo Chávez.
“Nosotros vamos a seguir pidiendo. En el caso de Alcasa, que nos sigan cancelando las facturas y que Venalum nos cancele lo que debe, porque es la única manera de nosotros cumplir con nuestros compromisos (…) Seguimos haciéndole seguimiento de la maquinaria pesada, para la mina, transporte personal y el proyecto de las lagunas”, dijo el también presidente de la Central Bolivariana de Trabajadores Socialistas.
En todo caso, expuso que el anuncio del ministro “nos alegra” y que eso alcanzará para comprar los insumos inmediatos para arrancar la segunda etapa de producción.
Una “burla”
Tanto el secretario de organización del Sindicato de Trabajadores de la Alúmina (Sutralúmina-Bolívar), José Luis Morocoima, como el presidente del Sindicato Único de Profesionales de Venalum (Sutrapuval), Manuel Díaz, consideran que los fondos son una “burla” para la realidad operativa de las empresas.
“Esa inversión no se corresponde con lo que estamos viviendo. En el 2009, cuando el señor (Rodolfo) Sanz (ex ministro de Industrias Básicas), se hizo el plan de optimización de Bauxilum por 280 millones de dólares y no estábamos en las condiciones que estamos ahora”, comentó el dirigente.
Morocoima rememoró que sólo en pasivos laborales se deben 400 millones de bolívares.
El dirigente de Venalum expuso que por concepto de materia prima se deben más de 30 millones de dólares, con lo cual el anuncio no resuelve la mengua operativa de la reductora.
“Este gobierno no muestra seriedad ni responsabilidad en rearrancar lo que el mismo gobierno nos quitó. Es triste llegar a esta conclusión”, señaló Díaz, quien sostiene que la única solución es reactivar las 600 celdas desincorporadas por el Ejecutivo y la “nefasta” gerencia.
Ínfimos
El Fondo Conjunto Chino-Venezolano y Fondo de Gran Volumen y Largo Plazo consta hasta ahora de 32 mil millones de dólares, de los cuales han sido invertidos en las empresas básicas 382 millones de bolívares y 121 millones de dólares, montos asignados para el sector aluminio y Sidor en 2009.
Ambas erogaciones representan el 0,6 por ciento del total del financiamiento otorgado por el “gigante asiático” a Venezuela.
Desde el primer desembolso, el Ejecutivo sólo ha aprobado recursos para Alcasa (403 millones de dólares) y EPS Serlaca (251 millones de dólares).
En octubre de 2011, el Ejecutivo entregó 564 millones de bolívares para las empresas Bauxilum, Carbonorca, Alcasa, Venalum, Ferrominera Orinoco, Sidor y Alucasa, con los que se completó el pago de utilidades y otras debilidades operativas.
El Correo del Caroní
09-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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