miércoles, 22 de mayo de 2013

40 mil puestos de estacionamiento perdidos en siete años


El caraqueño sufre para conseguir un lugar donde parar su vehículo. Las expropiaciones han contribuido a la pérdida de sitios que ofrezcan el servicio.

En la práctica la calle está privatizada por parqueros
JAVIER BRASSESCO
La congelación de tarifas entre 2005 y 2012 primero y la expropiación de terrenos para construir viviendas después han provocado la pérdida de alrededor de 40 mil puestos de estacionamiento en Caracas, en los últimos siete años.

El cálculo lo hace Benigno Luis Marco, presidente de An-page (Asociación Nacional de de Propietarios y Asociación de Garajes y Estacionamientos), quien señala que precisamente la falta de un lugar dónde estacionar es uno de los factores que más contribuye al caos vial que sufre la ciudad: "Se habla de la falta de nuevas vías o de que la gasolina es barata, pero pocas cosas contribuyen tanto a las colas como el hecho de que la calle se haya convertido en estacionamiento".

El ciudadano se ve obligado en muchos casos, sobre todo en el centro de la ciudad (en donde se han expropiado casi cien terrenos que funcionaban como estacionamiento) a dejar su carro en la calle y rezar para que nada le ocurra.

Marco Ávila, quien tiene un negocio en Candelaria, cuenta que paraba su carro en los alrededores de la esquina de Chimborazo (confiado en que es un Corolla del 96) hasta que un día le partieron el vidrio y lo desvalijaron. Desde entonces ha optado por pagarle 20 o 30 bolívares cada día a los parqueros improvisados que tienen tomada la cuadra entre las esquinas de Candilito y Avilanes.

En un escenario ideal, y para que no hubiera vehículos estacionados en la vía, Marco calcula que la Gran Caracas necesitaría más de 700 mil puestos para estacionar. Eso dobla la cantidad de puestos de los que dispone actualmente, que se calcula en 645 mil (y más del 60% de éstos en centros comerciales). Pero en lugar de construir más espacios para este fin, Caracas los ha visto reducirse.

La congelación de tarifas, que estuvo vigente durante casi ocho años, hizo que el negocio terminara por no resultar rentable, y muchos comerciantes cambiaron de ramo, a lo que luego se sumó la mencionada expropiación de terrenos

Calles que deberían ser de circulación se han convertido en un parqueadero, un fenómeno que ocurre sobre todo en el centro de la ciudad, donde han surgido informales que en la práctica han privatizado el espacio público y que cobran tarifas muchas más altas que un estacionamiento: en estos últimos la tarifa es de cuatro bolívares la hora, mientras que en la calle la tarifa arranca en 20 bolívares, incluso si el carro solo para por unos minutos.

Para colmo de males, en la avenida Libertador se han construido unos cuarenta edificios en el marco de la Misión Vivienda y ninguno tiene estacionamiento, lo que ha provocado que una porción de la parte superior de esta transitada avenida se utilice ahora para estacionar carros.

Otro de los problemas que tiene la ciudad, recuerda Rafael Baldó, vicepresidente de Anpage, es que no está claro en qué espacios de la vía pública se puede estacionar y en cuáles no. En otras ciudades del mundo esto se indica mediante el color de la calzada, pero en Caracas todas las calzadas fueron pintadas de amarillo en el marco del Bicentenario hace casi dos años, dejando al usuario sin referencias.

La poca importancia que las autoridades le han dado a este tema ha creado un mayor caos y ha aumentado la indefensión del ciudadano, que debe vivir un diario viacrucis para algo tan sencillo como conseguir un lugar donde estacionar.

EL PAGO QUE NUNCA FUE

En diciembre de 2010 el gobierno ocupó con la Milicia 19 estacionamientos en las parroquias Santa Rosalía y Santa Teresa, todos al mismo tiempo, con lo que de un solo golpe la ciudad perdió 1.400 puestos.

En ese momento se dijo que se harían estudios de suelo para determinar si en esos lugares podían construirse viviendas (la Misión Vivienda sería lanzada pocos meses después), y que en cualquier caso los dueños serían indemnizados.

El presidente Hugo Chávez afirmó públicamente que los recursos para indemnizar a los dueños de estos terrenos ya se habían asignado, y el ministro Francisco Sesto afirmaría luego que el pago ya se había efectuado, lo que provocó en agosto de 2012 un desmentido público por parte de los afectados.

Lilo Calógero recuerda que a finales del año pasado la procuradora Cilia Flores volvió a decir que esos terrenos habían sido pagados: "Le mintió al Presidente y le mintió al país, pues no le han pagado ni a mí ni a nadie".

Willmer Zambrano, quien tenía un terreno de 912 metros cuadrados de Pinto a Viento, se ríe ante la pregunta y repregunta: "¿Tú conoces a alguien al que el Gobierno le haya pagado algo luego de expropiarlo?"

El pastor Ramón Yoel Díaz dice que le robaron un terreno de casi mil metros cuadrados que había comprando con la ayuda de los fieles para construir viviendas y un templo, y que llevará el caso a instancias internacionales en nombre de la iglesia cristiana.

El Universal
21-05-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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