Urbanizar los barrios

La mitad de la población urbana venezolana vive en barrios de autoconstrucción
MARCO NEGRÓN
La prudencia recomienda todavía una breve espera para calibrar en su exacta dimensión la fuerza expansiva de la explosión del 12F y la capacidad para contenerla de quienes, como es sabido, actuarán con menos escrúpulos que el dinero que manejan abusivamente, pero es útil comenzar a pensar inmediatamente en el posible futuro que se abre y en las acciones más urgentes a emprender para revertir el desastre inconmensurable que el llamado socialismo del siglo XXI ha infligido a la nación.

En cuanto se refiere a las ciudades las expectativas no pueden ser sino muy altas; si se reflexiona, el estado de desastre en el cual se encuentran hoy puede constituirse en una oportunidad: por la cantidad de mano de obra que demandan y sus amplios efectos multiplicadores, las obras públicas han sido reconocidas tradicionalmente como uno de los más ágiles instrumentos para la reactivación de la economía, pero además, si se las orienta con sentido de equidad y justicia social, se convierten en una de las más poderosas y eficaces palancas para la elevación de las condiciones de vida de la población. En ese sentido, entre otras iniciativas que se irán analizando en futuras entregas, el nuevo gobierno que se instale en 2013 debe darle una altísima prioridad al programa Ciudad-Barrio propuesto por la MUD.

La mitad de la población urbana venezolana vive en barrios de autoconstrucción, en condiciones urbanísticas precarias y con alta vulnerabilidad; pero en paralelo ella ha demostrado una capacidad de iniciativa extraordinaria que debe ser canalizada para aprovecharla en su propio beneficio y el de la sociedad toda. Hoy esto es facilitado porque entre 1999 y 2000 el Conavi, con amplia participación de los habitantes, promovió un vasto programa de proyectos para habilitación de barrios en todo el país que, incomprensiblemente, fueron dejados sin ejecutar; pese al tiempo transcurrido, esos proyectos constituyen un valioso patrimonio que es preciso recuperar y actualizar. Será responsabilidad de los candidatos democráticos a alcaldías y gobernaciones contactar en estos meses a los correspondientes proyectistas para actualizar sus propuestas a fin de que, con el apoyo del nuevo Ejecutivo, puedan ser puestas en ejecución comenzando su gestión. Esta sería una de las más claras señales de que Venezuela vive un nuevo tiempo.

marco.negron@gmail.com

El Universal
22-02-2012

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