Obras sin concluir merman la oferta de viviendas
El presidente de la Cámara de la Construcción del estado Bolívar, Óscar Gómez habló de la situación que actualmente atraviesa el gremio por la ausencia de materia prima para trabajar, lo que en la actualidad se ha traducido en una paralización en la edificación de viviendas en toda la región, así como a nivel nacional.
Lo que antes era estimado en menos de 50%, hoy en día alcanzó más de un 60% de paralización por falta de elementos básicos como el cemento y las cabillas, impacto que no sólo afecta a quienes emprenden obras de envergadura en el sector privado, sino que lleva al detrimento de la oferta en materia inmobiliaria, sector que ya está siendo duramente golpeado por una serie de legislaciones reguladoras, que lejos de afianzar, han ocasionado una merma en la compra-venta y en los alquileres.
“Tenemos un estimado en cada año. Para 2009 se permisó la construcción para 2 millones de metros cuadrados y en 2010, fueron 800 mil m2 y para el 2011, 200 mil m2. Todo ocasionado por la falta de los materiales, para este período estimamos que el porcentaje de la baja sea mucho mayor”, describió Gómez.
Agregó que el cálculo que hacen los sectores sindicales de esta área son mucho más radicales en este y aseveran que hay un 80% de trabajos detenidos en todo el estado.
Por otra parte, hay obras que se han mantenido pese a las irregularidades y obedecen a la premura de los propietarios, esto en su defecto ha ocasionado un mayor costo y es que la especulación está a la orden del día.
El contrabando y el acaparamiento, como en otros rubros también ha alcanzado a los insumos para construir y es que cuando se corre con la suerte de conseguir cabilla o cemento, están muy por encima del precio regulado por el Gobierno. La mayor consecuencia se la lleva el acero.
La mezcla puede llegar a venderse hasta por cuatro veces su monto determinado, es decir, en 80 bolívares, mientras que las cabillas por kilo deberían importar 2,5 bolívares por kilo, se venden a 10 bolívares.
100 mil viviendas menos
Óscar Gómez explicó que el detenimiento de obras de este año es equiparable a más de 100 mil viviendas menos en todo el país, esto acrecienta el problema habitacional que hay en Venezuela. De forma más focalizada, para Bolívar implica entre 4 mil a 5 mil casas que están a la espera de ser culminadas. “Está la permisología, pero lamentablemente no se ha podido dar continuidad a la obra”.
El cemento es el que más escasea. El constructor contó que la semana pasada realizó un recorrido por varios locales y ferreterías, y este material es lo que más está difícil de encontrar. No obstante, de manera extraoficial se pudo conocer que hay ventas clandestinas en la redoma El Dorado en San Félix, donde el saco es regateado hasta a 80 bolívares.
“Muy pocos tienen cabilla y cuando hay, generalmente no es del diámetro que el cliente requiere. En cuanto al costo, hay una subida de 500 a 600% por encima de lo regulado”.
A la espera de Ferresidor
Por otra parte, están las mejoras y remodelaciones que se realizan a las viviendas, y cuando se requiere de barras de acero éstas son surtidas por Ferresidor a través de la canalización de los consejos comunales de su sector. Sin embargo, la huelga de los trabajadores ha detenido las operaciones desde el año pasado y se tiene que desde diciembre hay personas esperando por el suministro de su pedido.
Esta problemática en mediana forma ha sido contrarrestada por la gerencia de promoción de Sidor con dos jornadas en las que se vendió más de mil toneladas en Nueva Chirica, pero esta iniciativa fue detenida y no se ha tenido información oficial por parte de los organizadores de cuándo vuelvan a reanudarse.
“Aunque nosotros no tenemos trato directo con el suministro de esta empresa, está el conocimiento de que también se han visto truncadas iniciativas de viviendas y de locales comerciales. En este caso son las juntas comunales quienes hacen el trámite con el propietario y el constructor está eximido de este trato”, explicó el presidente de la organización.
Sin apoyo gubernamental
Una de las mayores preocupaciones que manifestó el principal vocero de los constructores, es que cada vez hay un mayor aislamiento por parte del Estado hacia el sector privado, lo que se evidencia en la exclusión para emprender la Gran Misión Vivienda. Aunado a esto, también se han aprobado una serie de leyes que coartan los escenarios más propicios para poder desarrollar esta actividad comercial.
“El mismo marco legal no nos permite crecer o colaborar con el aporte de viviendas. La situación que tenemos ahora es que debemos registrarnos en un sistema nacional de contratistas privados para poder acceder a los créditos de la banca, sino, aunque se tengan todos los permisos del proyecto, no habrá financiamiento por parte de las entidades”, esbozó.
Capacitación legal
La Cámara de la Construcción y la Cámara Inmobiliaria se unieron en la iniciativa de realizar dos jornadas instructivas el 12 y 13 de este mes, en la que se explicarán las leyes recientemente aprobadas por el Ejecutivo, en este caso las más referenciales serán Ley para la Regularización y el Control de Arrendamientos de Vivienda, en el que se tocarán tópicos como: Obligación de las empresas constructoras de destinar un porcentaje de arrendamiento, referencia al procedimiento judicial y reintegro, preferencia ofertiva y retracto legal y la Ley Contra la Estafa Inmobiliaria.
Nueva Prensa de Guayana
06-07-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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