Exigen un plan de inversiones y que se discuta la nueva convención colectiva.
Los cementeros advirtieron sobre la caída de la producción V. ALCÁZARES
ERNESTO J. TOVAR
Los trabajadores de las procesadoras de cemento y de las fábricas de Petrocasas marcharon ayer por las calles del centro de Caracas denunciando una serie de irregularidades en la administración y gestión de esas empresas estatales.
La marcha, organizada por la Alianza Nacional de Trabajadores Cementeros de Venezuela (Antracem), contó con la participación de al menos 60 trabajadores que enarbolaron pancartas exigiendo el fin de la tercerización y la corrupción en las empresas estatizadas.
Los trabajadores tenían previsto entregar un documento a la Vicepresidencia de la República, en el cual se plantea como necesidad iniciar "un plan de inversión en la industria del cemento, con la participación de los obreros", quienes pueden aportar su experiencia en el área; y advierten "el lamentable deterioro de la industria cementera del país, nacionalizada en 2008".
Antracem asegura que "es una urgente necesidad la modernización de la industria cementera en todas las fases del proceso como materias primas, producción, infraestructura y reemplazo de equipos obsoletos". No obstante, agregan que esa transformación no será posible "si la industria cementera sigue bajo el dominio de la meritocracia y tecno burocracia instalada en la gerencia media y en otros niveles, en los que los trabajadores han propuesto la profundización socialista y la superación de la apatía ante el esquema de la participación protagónica".
A los trabajadores les alarma que la producción cementera "continúe en picada", y destacan que "antes la producción sobrepasaba los 10 millones de toneladas, y ahora, al cierre de 2011, solo llega a 7,9 millones de toneladas". A ello añaden "la lamentable realidad del primer semestre de 2012, con la tendencia a seguir disminuyendo la producción nacional".
Los trabajadores cementeros también reclaman que las distintas convenciones colectivas están vencidas desde el año 2008, destacando que deben "corregirse y derrotarse las violaciones, el desconocimiento y el menosprecio a las convenciones", y la negativa a discutir el nuevo contrato colectivo nacional de las empresas cementeras, que suman alrededor de 6.000 trabajadores.
En cuanto a la fábrica de Petrocasas, la secretaria de Finanzas del sindicato de esa industria, Geraldine Cabrera, manifestó que los trabajadores demandan que se intervenga la fábrica en Guacara -aunque sin detener la producción- para que se investigue lo que considera el despido injustificado de más de 70 trabajadores, a quienes se les niega el acceso a la planta.
El Universal
24-06-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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