El desguace de Caracas

Fernando Luis Egaña
¿Sucursal del cielo, como alguna vez se dijera? Qué va, a lo que Caracas se está pareciendo cada vez más es a una sucursal del infierno, y de las peores.

Y es que entre la negligencia bolivarista, la improvisación de Farruco, el boicot rojo a las alcaldías no-oficialistas, el hampa soberana, y pare usted de contar las plagas de estos años, la capital de Venezuela acelera su descenso hacia una urbe verdaderamente infernal.

El desgobierno “revolucionario” ha tardado más tiempo en reparar los daños del incendio en los pisos superiores de la Torre Este de Parque Central, que todo el tiempo que se llevó la construcción misma de ese gran complejo urbano, hoy tirado al estricote de la “gerencia” roja, lo cual es incluso peor que el abandono. He aquí un “ejemplo” del porqué Caracas está como está.

El multi-ministro Sesto le metió a Chávez en la cabeza que en Caracas cabía otra Caracas, y entonces gran parte de las viviendas que se dejaron de construir entre 1999 y el 2011, las están queriendo levantar a troche y moche en esta temporada de campaña electoral. Sin planes conocidos ni programas reconocidos. Todo bajo el manto misterioso de la “gran misión vivienda”, acaso más explicada en Bielorrusia que en Venezuela.

¿Consecuencias? Plantas concreteras en medio del valle, “expropiaciones” masivas, agravamiento del caos urbano, incluyendo el pesado tráfico; mayor contaminación, menos espacios de recreación, y en fin, exactamente lo contrario de lo que se aconseja para que las ciudades sean más humanas y cívicas. Trágico que mientras Bogotá o Lima van en esa dirección, Caracas vaya en la de Puerto Príncipe.

Y ni hablar del Metro, otrora orgullo caraqueño y venezolano, y ahora símbolo aparatoso del decaimiento nacional-chavista. Y ni hablar de la desbaratada Electricidad de Caracas y sus apagones consuetudinarios. Y ni hablar del estado de la infraestructura vial, desde El Junquito hasta Mariches. Y ni hablar de BusCaracas, un monumento a la desidia que destaca dentro del amplio panteón de la incuria oficialista. Y ni hablar del miedo que reina imbatible entre los 4 ó 5 millones de caraqueños.

Miedo al hampa generalizada que ya cobra más muertos en Caracas, que los de toda Venezuela para cuando Chávez empezó a desgobernar. Por eso, así como el candidato Capriles ha presentado su programa de empleo y su programa de seguridad, también debería presentar uno para Caracas; para que Caracas dejara de ser víctima del desguace y pudiera reconstruirse con sentido común y sentido humano.

CodigoVenezuela
04-06-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
04166220453
twitter: @Henry_Medina
PIN 31E5A7B4
hmedina30@yahoo.es

http://es.groups.yahoo.com/group/corredor_inmobiliario/