miércoles, 5 de septiembre de 2012

Materiales empleados acortan vida útil de vivienda subsidiada

La calidad de los materiales, los sistemas de construcción y la poca planificación amenazan la permanencia en el tiempo de las obras erigidas por la Gran Misión Vivienda en la capital. Especialistas en el área han descubierto algunas fallas en los edificios que, no solo los hace menos durables, sino que también afecta las inmediaciones.

"La calidad del material tiene que cumplir con tres aspectos: resistencia, durabilidad y apariencia", enumeró Gustavo Izaguirre, director de la Facultad de Arquitectura de la UCV.

Agregó que un edificio bien hecho debe durar mínimo 70 años y su tiempo de vida puede prolongarse con el correcto mantenimiento.

Sin embargo, la premura en terminar las edificaciones de la Misión Vivienda ha dejado escapar errores y en algunos casos pueden observarse problemas en las estructuras.

Subsanarlos implica mayores gastos.

"El sistema constructivo tipo forsa, que se está aplicando para construir los edificios, es muy difícil de manejar", afirmó el urbanista Miguel Méndez Rodulfo, que ha hecho un seguimiento a las viviendas edificadas en la capital y ha recogido las preocupaciones de los ingenieros encargados de los proyectos.

Este sistema de construcción amerita el uso de encofrados, los cuales están hechos de aluminio y sólo duran para una sola obra. "Esto eleva los costos, pues se rompen más fácilmente que otros metales", dijo.

La calidad del material con el que rellenan los encofrados tampoco es muy resistente.

Izaguirre señaló que uno de los factores que más le preocupa es la utilización de anime para las losas de entrepiso. "Cuando se quema, el humo que produce es muy denso e intoxica muy rápidamente a las personas", advirtió.

Fuentes ligadas al sector también han denunciado que en algunas edificaciones la calidad del acero no es la adecuada. "Se está utilizando uno de 2.400 kilos de resistencia al corte por centímetro cuadrado, cuando debería ser 4.800 kilos", indicaron.

Izaguirre apuntó que tampoco los mecanismos de construcción se adecuan a las normas venezolanas, las cuales, en comparación con otros países, son bastante estrictas. Entre ellos, destaca la colocación de los machones ­columnas-. El especialista indicó que deben colocarse cada dos metros y medio, para aumentar la resistencia de las paredes. "He visto edificios donde paredes de 20 metros tienen dos machones".

También hay críticas sobre las dimensiones de las columnas y las vigas, que, según fuentes que prefirieron no identificarse, no son las adecuadas para las dimensiones de los edificios.

El Nacional
03-09-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
04166220453
twitter: @Henry_Medina
PIN 31E5A7B4
hmedina30@yahoo.es
Linkedin: http://ve.linkedin.com/pub/henry-medina/21/59b/59b

http://es.groups.yahoo.com/group/corredor_inmobiliario/

No hay comentarios:

Publicar un comentario