Solo en dos de 390 casos reportados, los dueños de inmuebles volvieron a sus casas
Verónica Boscán acudirá el 31 de mayo a la segunda cita conciliatoria con su inquilina NICOLA ROCCO/ARCHIVO
ANYIMAR COVA LUGO
A la problemática situación entre inquilinos y propietarios, se suma una nueva variable: la imposibilidad de realizar o recibir los pagos del canon de arrendamiento. Y es que desde hace semanas están cerradas las puertas del Tribunal de Consignación, lugar al que llegaban los depósitos correspondientes a la cuota mensual de alquiler.
"El Tribunal Supremo de Justicia no ha dado orden a la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda para hacer los cobros pero ya no lo hacen en el Tribunal de Consignación. La gente no tiene a dónde ir", dice María Elena Navarro, de la Red de Propietarios de Viviendas en Alquiler.
De esto ya se había percatado Fiorenzo Iannarella, propietario del edificio Beltrán en Santa Rosalía, quien fue prácticamente despojado del inmueble con el que conseguía el sustento para él y su madre de 84 años, por ocho inquilinos que se niegan a cancelar el canon. "No me pagan y no tengo a quién reclamar. El Tribunal está cerrado, en Inquilinato no me atienden... Están vejando a los propietarios con toda la mala intención", asevera quien hizo pública su denuncia en diciembre de 2011, tras haber sido agredido por sus inquilinos. Cinco meses después, en nada ha cambiado su situación: no tiene ingresos y no puede acercarse a su inmueble porque le han amenazado de muerte.
Marcados por la violencia están también los casos de Ludersy Quintero Levy, propietaria de una vivienda en Catia La Mar cuyo inquilino le propinó cortes en las manos, o el de Ytalia Materán que fue amenazada con un cuchillo por la hija de su arrendataria.
Para Verónica Boscán, propietaria de un apartamento que alquiló en Caurimare, tampoco ha habido avances desde que en noviembre de 2011 difundió su historia. Si bien entró en proceso conciliatorio con su inquilina, la primera audiencia solo arrojó la negativa de esta a retirarse de la vivienda. "Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance, pero ella se niega a salir. Para mí cada vez es más difícil pagar el alquiler del apartamento en el que estoy", cuenta esta madre de tres menores.
Según el Decreto Ley N° 8190 contra desalojos arbitrarios (emitido en mayo de 2011), los propietarios deben agotar el procedimiento administrativo y hacer la conciliación antes de acceder a la vía judicial. Pero aun cuando lleguen a esta fase, la suspensión de juicios de desalojo que emitió la presidencia del TSJ en enero de 2011, mantiene prácticamente paralizados los procedimientos.
Solo pocas historias han tenido buen final. Tal es el caso de Eloísa Álvarez, quien tras dormir 23 días en la puerta de su apartamento, logró en febrero de 2011 que desalojaran la vivienda que reclamaba desde 2007. "En mi casa estoy feliz", dice hoy. En igual posición están Ottavia y Janis Kleinbergs, que pernoctaron en una camioneta afuera de su casa solicitando el desalojo de la inquilina. "Todo salió satisfactoriamente y nuestro deseo es que sea así para todos", afirmó Ottavia.
Navarro aplaude los casos resueltos pero no ignora que el número de los no solucionados va en aumento -unos 390 hasta ahora- y que son más las agresiones entre inquilinos y propietarios. "La gente está muy preocupada", dijo tras ratificar la solicitud que en marzo hicieron a la Superintendencia para dar celeridad a los procesos.
El Universal
04-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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