Suena la diana para los países monoproductores y monoexportadores de petróleo. Las energías no convencionales se vuelven más comunes y suman nuevas reservas a las ya existentes a escala mundial.
La acelerada explotación de estos recursos promete volúmenes adicionales de petróleo a un mercado cuya oferta supera la demanda en casi dos millones de barriles por día, en un entorno en el cual el consumo de crudo no termina de despabilarse, pese a los cinco años que lo alejan de la crisis financiera global de 2008, que hundió el valor del crudo y el gas.
Los precios parecieran estar en aprietos y las naciones monoproductoras, más aún. Les preocupa que un aumento de la oferta dé al traste con las elevadas cotizaciones, que se han mantenido en torno a 100 y 108 dólares en los últimos tres años, contra todo pronóstico, si se apela al juego de la oferta y la demanda.
Pero el punto es que esta ecuación keynesiana ya no hace mella en un mercado tan azaroso y especulativo como el del petróleo. Pareciera que en este nicho cualquier cosa puede pasar y desbalancear las arcas de países como Venezuela que dependen en gran parte de los ingresos petroleros. Según el Banco Central, estos representaron 96% de las divisas que recibió el país en el primer trimestre del año.
Sin embargo, el analista petrolero y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Mazhar Al−Shereidah considera un error la preocupación por el precio. "Eso no puede ser. Pasan generaciones y seguimos pensando hoy igual que en los años 50 y 60. ¿Qué va a pasar con el precio del petróleo?", dice.
Esta preocupación pareciera estar convirtiéndose en un problema menor, frente a una realidad que muestra con contundencia la extensión de la vida útil del petróleo, gracias a los grandes descubrimientos de fuentes no convencionales, que echaron por tierra la tesis de que el crudo tenía los días contados.
El último informe publicado por el brazo estadístico del Departamento de Energía del Gobierno de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), que actualiza el de 2011 e incluye los recursos mundiales de gas natural y petróleo en lutitas, eleva sustantivamente el volumen de reservas de estas energías a escala global.
Reporta el documento que "el volumen calculado de hidrocarburos en estas formaciones se ha incrementado sustancialmente. Las reservas técnicas de gas natural en lutitas llegan a 7.299 billones de pies cúbicos (bpc), mientras las de gas natural "convencional" son de 6.614 bpc. Por su parte, las de petróleo en lutitas llegan a 345 millardos de barriles, en tanto que las "convencionales" de los países industrializados son de solo 238,3 millardos de barriles y el total mundial "convencional" es de 1.668,9 millardos de barriles".
Para el académico "la diana está sonando y solo un sordo o alguien que se esté poniendo tapones en las orejas no oye el llamado de atención que dice: "Señores monoexportadores, les ha llegado la hora de diversificar sus economías y sus producciones". Esto es un imperativo", sostiene.
Las energías no convencionales, para la felicidad y alivio del académico, suponen una nueva manera de mirar el mundo energético y su mercado. "Por fin, quizás, concienticemos la prédica de Juan Pablo Pérez Alfonso (fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep) y de todos los pensadores de todos los países monoexportadores. Señores, diversifiquemos nuestra producción e inversión".
Por su parte, el analista y docente en temas petroleros Diego González Cruz considera que la meta no debe ser otra que competir con precios y elevar sin temor la producción de los países miembros de la Opep.
Asegura que los costos de extracción de los países miembros del grupo son ampliamente competitivos, lo cual les da un punto a favor para enfrentar una nueva realidad de mercado que está elevando la vida útil del petróleo gracias a los múltiples hallazgos tanto de petróleo y gas convencionales como no convencionales.
"Si en una realidad como la actual la Opep no puede ya controlar los precios y mantenerlos indefinidamente en torno a 100 dólares, con la incorporación de nueva producción de lutitas, se verá limitado para seguir recortando producción; sería un suicidio, considerando, además, que las energías de lutitas se están produciendo por debajo de 100 dólares, entre 20 y 60", señala González Cruz.
Según Al−Shereidah, que mantiene la tesis de que los precios los fijan las mañas de la especulación y las necesidades de las transnacionales que invierten en nuevos desarrollos, no cambiará el valor del crudo en el corto plazo.
Para el académico, existen dos mallas de seguridad que blindan las cotizaciones. Una primera, dada por las necesidades de los nuevos inversionistas en el petróleo de lutitas, que está en torno a $ 65. La segunda es la Opep, que independientemente de la diversidad ideológica de sus miembros, mantiene su tamiz entre $ 70 y $ 90 para un promedio de $ 80.
"Yo diría que la Opep podría verse urgida a hacer algo si el precio bajara a 80 dólares y se mantuviera por tres meses o más en ese nivel. Entonces, sí comenzaría la organización petrolera a estar sujeta a fuerzas externas, que la obligarían a decirles a Estados Unidos y a las compañías petroleras que invierten en lutitas: "Señores, sean más disciplinados, valga decir, disminuyan su producción porque hay que apuntalar el precio"".
Energía para todos
No hay país en el mundo que no tenga energía de lutitas o esquistos, dice Al−Shereidah. "La exclusividad se acabó". Hasta Chile, un país con severos problemas energéticos, dependiente 100% de petróleo y gas importados, se lanzó al agua en la zona de Magallanes para extraer crudo y gas no convencionales.
Venezuela misma, según el último informe de la EIA, aparece en el lugar número siete entre los países con más reservas técnicas recuperables de no convencionales, con 13,4 millardos de barriles de petróleo original en sitio y 167 bpc de gas en sitio.
Todos estos recursos, reseña la EIA, están en el occidente del país, en la formación La Luna en el Lago de Maracaibo. Aclara que también deben existir en oriente, pero no hay datos a la fecha. Al respecto, vale la pena recordar que la formación Carapita, que se extiende por todo el norte del estado Monagas y el sur de Sucre, es una gigantesca acumulación mayormente de lutitas, comenta González Cruz.
Sin embargo, el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, ha señalado que la mayor preocupación para la industria petrolera nacional son los desarrollos de la Faja Petrolífera del Orinoco. Las lutitas, por ahora, tendrán que esperar.
El analista González Cruz es de la tesis de que Venezuela debe pensar en la Faja del Orinoco, en las áreas tradicionales, para los próximos 15 años. "En este tiempo pudiéramos ser un país de punta con petróleo muy barato en nuestras áreas de influencia".
La historia de las energías recién se escribe, así como los paradigmas y nuevas formas de explicar el entorno energético.
Hace pocos años se hablaba tímidamente del gas de lutitas, pero nadie imaginó el impacto que hoy estaría teniendo.
Los mercados no son inamovibles, y menos los relacionados con la energía, ya que esta es necesaria para la supervivencia de todos los países del mundo.
Pero el hombre de hoy no solo apela a fuentes de energía baratas, sino que además no contaminantes y amigables con el medio ambiente.
Vienen nuevos escenarios en el entorno energético. La explotación del petróleo y gas de lutitas es solo el comienzo de las fuentes de energía y los volúmenes que están por despuntar.
En este nuevo concierto, el juego de la oferta y la demanda podría retomar su curso o no. Pero independientemente de ello, los países que solo viven del crudo deberán trabajar rápida e intensivamente para diversificar sus economías.
Los hidrocarburos no convencionales (petróleo y gas) son aquellos que se encuentran en condiciones que no permiten el movimiento del fluido, bien por estar atrapados en rocas poco permeables o por tratarse de crudos de muy alta viscosidad.
Requieren el empleo de tecnologías especiales para su extracción, no solo por las propiedades del propio hidrocarburo, sino por las características de la roca que lo contiene.
En la actualidad, representan una interesante fuente de recursos, puesto que muchos de ellos están en yacimientos que se daban por agotados y, además, se estima que se encuentran en grandes volúmenes.
La denominación no convencional diferencia a estos hidrocarburos de los obtenidos por los métodos de uso generalizado durante el auge de la industria en el siglo XX.
Las tecnologías de fabricación o extracción de hidrocarburos no convencionales no son necesariamente novedosas −algunas de ellas son muy antiguas−, pero sí más costosas. Su uso ha comenzado a extenderse desde que el progresivo agotamiento de los yacimientos convencionales y el aumento de sus costos de operación ha hecho rentable el uso de métodos más complejos de producción.
El término hidrocarburo no convencional es poco afortunado, ya que "no convencional" no es un rasgo intrínseco del hidrocarburo, sino de la fuente de donde se extrae, sea esta un material o un yacimiento.
Las siguientes son algunas de las más comunes fuentes no convencionales de hidrocarburos:
−Arenas bituminosas, arenas de alquitrán, arenas aceiteras, arenas petrolíferas o petróleo crudo extrapesado (Venezuela): son mezclas de arena o arcillas con agua y betún; sus yacimientos son generalmente superficiales.
−Depolimerización térmica: es un proceso similar al que, en la naturaleza, transformó los residuos orgánicos en petróleo en un lapso de muchos millones de años. Permite usar como fuente una gama muy variada de productos orgánicos, incluyendo desechos de la destilación convencional de hidrocarburos.
−Arenas gasíferas (tight sands) o arenas impregnadas de gas natural de petróleo.
−Hidratos de metano: se han detectado grandes cantidades de este compuesto, también llamado clatrato de metano, en fondos oceánicos de gran profundidad y baja temperatura. Es una fuente de metano casi puro.
−Licuefacción de carbón: hay varios métodos para obtener hidrocarburos líquidos a partir del carbón, entre estos, los principales procesos son Karrick, Bergius y Fischer−Tropsch.
−Lutitas bituminosas: estas formaciones (oil shales) son también denominadas esquistos bituminosos o pizarras bituminosas. El petróleo obtenido de estas rocas impregnadas de betún se denomina petróleo de lutitas o petróleo de esquistos o petróleo de pizarras (el primer término es el más correcto).
−Lutitas gasíferas: lutitas impregnadas de gas natural de petróleo.
−Vetas de carbón impregnadas de metano: son mucho más ricas en gas si se comparan con las arenas y lutitas gasíferas. Son de explotación generalizada en Canadá, Estados Unidos y Australia.
El Mundo
26-06-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
twitter: @Henry_Medina
hmedina30@yahoo.es
Linkedin: http://ve.linkedin.com/pub/henry-medina/21/59b/59b
http://es.groups.yahoo.com/group/corredor_inmobiliario/
No hay comentarios:
Publicar un comentario