Las maestras y niños de la Escuela Integral Bolivariana Bicentenario Republicano, ubicada en la parroquia San Agustín del Norte, vienen padeciendo enfermedades respiratorias y alergias desde hace dos meses, cuando instalaron una concretera, justo al lado del plantel, en el Parque Vargas, para la ejecución de los proyectos de la Misión Vivienda.
"El hijo de la señora de la cocina está irreconocible, tiene la cara hinchada y los médicos le dicen que es una alergia producto del polvo que respira en el ambiente. Yo tengo dos meses que no salgo de una gripe y aún estoy ronca, así están muchos niños y maestras", afirmó Aura Sánchez, subdirectora de la escuela bolivariana, en la que estudian 516 niños desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde.
La pedagoga indicó que el lunes pasado fueron suspendidas las clases durante 48 horas, "porque se dañó uno de los filtros de la planta y el polvo era horrible. Salía como si fuera humo que nos llenó hasta la comida de polvo. Decidimos suspender las actividades mientras arreglaban el problema".
Ayer se reanudaron actividades académicas pero de los 516 alumnos solo asistieron cincuenta. "Sabemos que los padres están preocupados porque muchos niños se han enfermado, pero nosotros hemos solicitado a la empresa que tomen medidas para evitar tanto polvo, pero lo que nos han prometido es echarle agua a la calle".
Relató la docente que a través del Distrito Escolar han enviado comunicaciones, desde que instalaron esta concretera hace dos meses, y aún están esperando las soluciones.
Vecinos enfermos
Pero está situación no solo está afectando la escuela, sino que los vecinos que viven en las cercanías a la planta concretera y a las construcciones que se ejecutan en los alrededores del Parque Vargas también se están quejando.
Iraida Tovar, presidente de la Junta de Condominio del Parque Carabobo Plaza, afirmó que se han presentado casos de una enfermedd respiratoria llamada micoplasmosis, a raíz de las construcciones que se están haciendo en el parque Vargas. "No solo estamos afectados nosotros, sino todos los comerciantes de los locales la zona. Uno se baña y al rato estamos llenos de polvo, esto es una locura. Además, trabajan de día y de noche y los ruidos son terribles". También los habitantes de los edificios Tacagua y Caroata, en Parque Central, a pocos metros de la concretera, se han visto afectados.
El Universal
17-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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