ENTREVISTA GUILLERMO BARRIOS, DECANO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LA UCV
"La ciudad clama que los proyectos sean sometidos a concurso y que no sean madrugonazos" "Hay un sentimiento generalizado de perplejidad. Hay muchas cosas que no entendemos"
Barrios indica que la UCV y su Facultad de Arquitectura están "sometidas a una asfixia institucional" OSWER DIAZ MIRELES
BEATRIZ CRUZ SALAZAR , GUILLERMO BARRIOS , DECANO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA
Que la crisis de vivienda que se generó a finales del 2010 no haya sido aprovechada para dar una discusión sobre la ciudad que tenemos y la que queremos, resulta lamentable para Guillermo Barrios, decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Central de Venezuela.
"Una crisis es lo último que se puede perder, históricamente han resultado ser una gran oportunidad y es doloroso ver que una crisis se diluye en problemas y más problemas", sostiene el decano, quien además ha demostrado su preocupación por la exclusión de la academia del proceso de construcción de viviendas y ciudad.
-¿Cómo se siente el gremio ante la exclusión planteada por el Estado en los proyectos de vivienda?
-Hay un sentimiento generalizado de perplejidad. Hay muchas cosas que no entendemos, porque las piezas no están sobre la mesa y la información es dispersa. No sabemos a ciencia cierta quién hace las obras, bajo qué criterio o cómo se insertan esas edificaciones en el paisaje de la ciudad. Actualmente somos testigos del despliegue de grúas, concreteras, edificios que levantan en pequeños huecos, y por otra parte vemos como se multiplican los ranchos y como no se terminan de desalojar los refugios. Seguimos viendo invasiones, como la de la Torre de David, que se convirtió en un gran faro de alerta, de cómo la gente acude a soluciones desesperadas ante una gestión que no ha sido capaz de resolver el problema de vivienda.
-¿Qué consecuencias trae la importación de modelos de vivienda extranjeros?
-La Universidad anteriormente figuraba como un ente estimulado, convocado a participar y a crear respuestas cónsonas a la realidad local. Ahora estamos observando que los proyectos que se están levantado están divorciados del paisaje de Caracas, son soluciones traídas de afuera como mercancía. En la avenida Libertador vemos un ejemplo de eso, un edificio que se plantó en un plano directo al este y al oeste y que le da la espalda al Ávila, que en Caracas es un factor a tomar en cuenta. En esas soluciones importadas no hay diálogo con el paisaje, ni con la arquitectura preexistente.
-¿Por qué ese divorcio entre la academia y el Estado?
-Esa es una gran preocupación. Está privando el discurso político y las alianzas políticas establecidas en el panorama internacional a la hora de hacer ciudad, y en medio de ese proceso se están creando muchos problemas. Construir viviendas es un proceso muy rico en encadenamientos productivos y conceptuales. Si a una sociedad se le despoja de la tarea de hacer sus propias viviendas, se le elimina una parte importante de su capacidad de producir y de crear. Cuando se le sustrae esa posibilidad a una sociedad los efectos son más graves que tener arquitectos o ingenieros sin trabajo. Hay factores sociales, culturales y referidos al conocimiento que están siendo sacrificados.
-¿Cree que el recorte presupuestario de la UCV está relacionado con la intención de opacar el trabajo de los académicos?
-Sin duda. La asfixia institucional a la cual estamos sometidos nos afecta mucho. Lo cierto es que la vida universitaria no puede estar divorciada de la vida nacional, porque eso significará el empobrecimiento progresivo del país.
-¿Cómo ha afectado esta crisis a la FAU?
-Recientemente hubo una protesta por el estado del equipamiento y el deterioro de la infraestructura. Esa es una protesta que aplaudimos, porque lo que no podemos aplaudir es la indiferencia. Ciertamente estamos trabajando en condiciones muy difíciles. El edificio de la FAU tiene 17 mil metros cuadrados que generan muchos requerimientos de mantenimiento y reparación y los recursos presupuestarios previstos ni siquiera alcanzan para el mantenimiento normal.
-En este escenario de exclusión, ¿cómo evalúa el concurso abierto de La Carlota?
-Ese llamado a concurso es una gran declaración de la ciudad que queremos. Una declaración que fue hecha como debe ser por la Alcaldía Metropolitana, con una visión de metrópoli, de ciudad amplia. La ciudad clama que los proyectos sean sometidos a concurso y que no sean productos de madrugonazos, como lo fue el Museo de Arquitectura o el Mausoleo.
El Universal
13-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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