“No es justo que le estemos quitando área a la agricultura cuando deberíamos estar modernizando nuestras ciudades”, enfatizó Ricardo Arias Mora.
Una de las apuestas más osadas del gobierno Santos se encuentra consignada en la ‘locomotora’ de vivienda, labor desarrollada en gran parte por el Fondo Nacional del Ahorro, FNA, que hasta el domingo lleva a cabo la vitrina de la Vivienda y la Educación desde la enorme carpa ubicada en la plaza Bolívar de Armenia.
Su presidente, Ricardo Arias Mora, definió su percepción sobre el presente y futuro del sector en la región y el país.
¿A qué ritmo se está desarrollando la 'locomotora' de la vivienda, enunciada desde el inicio de su administración el presidente de la República, Juan Manuel Santos?
Un país que ya registra por sus curadurías la aprobación de metros cuadrados construidos, de licencias de construcción debidamente diligenciadas, con un crecimiento superior al 169%, indica un país que ha tenido en la 'locomotora' un movimiento importante, que si bien no representa la meta cumplida si refleja una muy importante velocidad inicial.
La vivienda no puede tener una medición bajo un contexto anual, sino bajo el cuatrenio del presidente porque son muchos los factores y las implicaciones que el caso conlleva, pero desde ya le digo que llegaremos en 2014 a un millón más una viviendas nuevas comprometidas por el presidente.
Acaba de empezar de nuevo la ola invernal, se espera un invierno que según el Ideam podría ser más fuerte que el que acaba de pasar, ¿esto compromete los recursos asignados al FNA o al ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial?, ¿se van a ver diezmados para la atención de la emergencia?
No podemos ser ajenos a una realidad nacional y hay que ver que si hay un invierno como el del año pasado que aún no termina y parece que fuera a conectarse con el de este año, hay unas consideraciones en la economía del país que 'resiente' el mover de la 'locomotora'. Pero el FNA está preparado para el compromiso, tenemos un portafolio financiero suficientemente listo y capaz de llevar a cabo la tarea comprometida.
De manera que con la ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe; con el presidente de la República, Juan Manuel Santos; el compromiso del millón de viviendas no ha tenido nunca disminución sino que por el contrario, ha tenido mayor crecimiento. Este año la cifra ya va muy cercana a las 196 mil unidades.
¿Cuáles son las estrategias del FNA?
No podemos emprender un reto de estas características si no tenemos un modelo de economía que lo posibilite. Por eso esta institución le ha hecho un llamado a Colombia, a la figura del ahorro nacional, al caminar de la senda antigua, a decir que bajo el ahorro hay una economía sana para una tarea mayor como lo es la meta del millón de viviendas.
Estamos gritando a los cuatro vientos que vale la pena ahorrar, que todo colombiano debe ahorrar tanto como pueda, y que este ahorro está comprometido en nuestra entidad en que se transforme en vivienda y educación.
Ya hablamos de vivienda, pero no de educación. ¿Cuáles son los planes y las perspectivas en este tema?
El presidente Lleras visionó para la entidad dos líneas fundamentales para el desarrollo: la vivienda y la educación. Por lo tanto, dice usted bien, tan importante la vivienda como la educación. Cuando hablamos del millón de viviendas también consideramos un millón de créditos educativos que debemos irrigar por todo el país.
Vamos bien, entendiendo que hay una identificación que buscamos tener, el colombiano focaliza más al FNA por la vivienda que por la educación, pero aspiramos este año concluir por lo menos con 70 mil colombianos que ya hayan hecho uso del ahorro transformado en educación.
Precisamente, para complementar estos dos temas se adelanta hasta este domingo en el Quindío la vitrina para la Vivienda y la Educación. ¿Cuál es el objetivo?
El presidente Santos casi que de manera diaria, me repite “Ricardo, tenemos que llegar adonde nadie llega”, llevar tantas posibilidades que tiene esta institución a cada uno de los 44 millones de colombianos en los 1.097 municipios y las 32 regiones.
Por lo tanto dimos curso a la idea de que se descentralizara el FNA, que si bien tenemos la entidad en Bogotá, exista en paralelo una que se movilice por todas las regiones, ya lo hemos hecho en Bogotá, el departamento del Valle del Cauca y sus 42 municipios, hoy estamos en el Quindío y sus 12 municipios, en la plaza Bolívar de Armenia en una imponente vitrina y a su vez tenemos cinco camiones del FNA caminando cada uno de los municipios, en sus plazas centrales para que la comunidad nos tenga cerca, nos encuentre a la vuelta de la esquina y que podamos ser receptores de ese ahorro que se va a transformar en vivienda y educación.
¿Cómo se manejarían los canales de atención, tendrán sedes propias en los municipios o se van a hacer alianzas con otras instituciones para aumentar la presencia institucional en todo el territorio?
Hace 11 meses recibí 48 puntos en Colombia, y aspiro antes de que termine el mes tener 50 mil puntos; es un crecimiento exponencial, porque no es que vaya a abrir sedes sino que hice uso de las redes sociales, de los Cades, los Supercades, los Efecty, los Supergiros, los Su Red; todos estos mecanismos para que el ciudadano lleve su cuota de ahorro mensual y pueda tener todas las facilidades que la entidad permite.
Pero también vamos a tener asesores externos por doquier, casi medio millón de asesores externos por toda Colombia repartiendo el mensaje de que todo colombiano debe trabajar tanto como pueda, debe dar tanto como pueda y debe ahorrar tanto como pueda.
Para efectos de renovación urbana y planes de vivienda es muy importante el tema de los Planes de Ordenamiento Territorial, POT. Armenia fue la primera ciudad con un POT de segunda generación, pero ¿cómo está la situación en el resto del país?
Usted toca uno de los temas más importantes. Si bien el millón de viviendas es importante, el FNA está hoy proponiendo en cada una de las ciudades que visita que es hora de pensar en no quitarle más terreno a la agricultura por la expansión urbana, sino que es hora de hablar de la renovación urbana de nuestras ciudades envejecidas.
No es justo que le estemos quitando terreno a la comida que nos alimenta cuando tenemos unas ciudades en sí mismas clamando por una renovación que podríamos hacer.
En el caso de Armenia, por ponerle un ejemplo, no es justo que hoy no tengamos una política pública municipal que nos hable de una renovación urbana entre la calle 26 y la 50, los puentes y la glorieta de Tres Esquinas, para hacerlo más gráfico; y entre la carrera 18 y 19. El FNA viene hoy a decirles “vamos a renovar a Armenia y los municipios quindianos”. Necesitamos sí, el concurso de las autoridades locales, claridad en el mensaje y visión en el propósito.
Porque tenemos otro caso en la ciudad y es el del parque Uribe, que luego del terremoto se quedó congelado en el tiempo sin que se dinamice hasta ahora la reurbanización.
Me lo acaba de recordar, no es justo que una ciudad que puede tener un crecimiento vertical, generando vivienda para los suyos, esté quitándole terreno a la agricultura nuestra.
¿Para este tipo de sectores aplicaría el nuevo modelo de VIS establecido en la Ley de Suelo Urbanizable, que determina el concepto de desarrollo urbano?
Claro que sí, hablamos de la vivienda con tejido social y de la vivienda con tejido humano; hablamos de la educación con dignidad educativa. No volveremos a recorrer el camino que esta región realizó en el año 99 cuando sólo se ocupó de la reconstrucción física luego del terremoto. Más que la entrega del ladrillo es el componente social y humano, donde el FNA intervenga, no se abusará sexualmente de ningún menor de edad, tendrá privilegio el adulto mayor, tendrá preferencia la discapacidad, los hogares serán ambientalmente sostenibles, y todas las unidades familiares tendrán que ser hogares digitales.
Por eso nuestro llamado urgente a nuestros amigos de El Pórtico, del Yulima, de Cooproquín, del parque Uribe, a las autoridades municipales y departamentales, para que entiendan que la 'locomotora' ha llegado, que hay un modelo de políticas públicas que deben ser tenidas en cuenta y que no hacerlo sería injusto para la sociedad actual y lapidario para la generación siguiente.
Hay modelos de construcción sostenible, que usan vegetación para aclimatar la temperatura interna, o aprovechamiento de aguas lluvias. ¿Eso sería prioridad para el FNA?
Por supuesto, toca otro tema muy importante. Colombia entera no es capaz de tener el autoabastecimiento del millón de viviendas, tenemos que llamar a todas las fuerzas de la vivienda industrializada que pueda darse en el país, que puedan ejecutarse tecnologías del mundo entero a tener cabida en los 1.097 municipios de Colombia, por eso esas construcciones sostenibles ambientalmente que usted dice tendrán cabida y buenas posibilidades de desarrollo al interior de la entidad.
¿Y la domótica, que es el sistema que permite que un edificio encienda y apague las luces de acuerdo a la hora del día, por ejemplo?
Hablamos de los hogares digitales, es eso, son zonas de wi-fi, de internet, dispuestas para cada uno de los hogares. Ningún proyecto nuestro va a adolecer de carencia de tecnología; ahora de lo que me habla usted sería una segunda generación de tecnología aplicada, pero inicialmente hablamos de hogares digitales.
El tema de los macroproyectos había sido declarado inexequible por la Corte Constitucional, pero ahora, con la nueva legislación se volvió a habilitar. ¿Existen perspectivas en el momento sobre cuántas iniciativas en el país podrían desarrollarse y cuántas viviendas podrían ser incluidas?
Vamos a ser la generación de los macroproyectos, el viceministro de Vivienda, Julio Miguel Silva, entregó un informe muy interesante donde se habla de cerca de 300 macroproyectos a nivel nacional. El tema de la vivienda mucha gente lo mira con escepticismo y desde la distancia, pero quienes todos los días estamos allí y observamos a los notarios, los curadores, los directores de Planeación, hay un buen rumor que llega alrededor de la materia en el cuatrenio.
Hace varios años se conocían de múltiples casos de urbanizaciones piratas donde mucha gente resultaba estafada, con casas sin licencia, sin obras de urbanismo, construidas a la mitad. ¿Cómo está en el momento el panorama?, ¿si han bajado los niveles?
Entiendo que todos los días hay un trabajo principal de las autoridades municipales y departamentales para evitar la ocurrencia de esos fraudes en urbanizaciones piratas. La figura de los curadores, el tema de la dirección exacta, que ha venido mejorando a nivel nacional. El FNA no interviene sino en proyectos con el 100% en cumplimiento de requisitos, o sea que no tengo esa carga para el trabajo desarrollado.
Siempre existen los lotes piratas, las urbanizaciones sin reglamentos, los permisos adulterados, pero creo que las autoridades se mueven en ese sentido.
Cada vez que hablamos del FNA nos enfocamos a la vivienda urbana, ¿pero qué va a pasar con la rural?, se estaba hablando de un gran proyecto agrícola en los Llanos Orientales para convertirlo en la despensa alimentaria de Colombia y me imagino que se necesitará vivienda para poderla desarrollar.
Hoy venimos también a lanzar la línea de ahorro cafetera, que a través del ahorro tendremos recursos para vivienda tanto urbana como rural, a la ampliación de nuestras fincas, al mejoramiento y remodelación de nuestras casas campesinas.
Esto también podría aplicarse para el embellecimiento de las construcciones incluidas en el Paisaje Cultural Cafetero, y así contribuir con la conservación de la declaratoria de patrimonio de la humanidad, que representan la historia de nuestra región.
cronicadelquindio.com
29-08-2011
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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