En Catia abundan promesas olvidadas y obras pendientes

La parroquia todavía espera su universidad y la ampliación de su único parque

En los terrenos del antiguo retén de El Junquito se prometió en 2007 hacer la universidad de Catia
JAVIER BRASSESCO
En agosto de 2007 el Gobierno convocó a un gran acto en el antiguo retén de El Junquito para anunciar a la opinión pública que allí se construiría la universidad de Catia, que estaría lista para finales de 2008. Luego se habló de vivienda, después de un polideportivo, pero hoy, a casi seis años de aquel primer anuncio, el lugar es un gigantesco terreno baldío.

Tampoco se llevó a cabo la intervención urbana de la avenida Sucre en toda su extensión que prometió la alcaldía de Libertador en abril de 2008, y los catienses esperan por la ampliación del Parque del Oeste (que pasaría de 14,8 a 46 hectáreas) desde por lo menos el año 2000, cuando el Presidente aprobó 838 millones para un proyectos que jamás se llevó a cabo. También aguardan por las viviendas en el expropiado galpón de Coca Cola en Gramovén.

En Catia abundan las promesas incumplidas y los proyectos fallidos, como evidenció José Quintero en el trabajo de contraloría comunitaria que anualmente realiza la asociación civil Procatia.

Tal vez la universidad que nunca fue, la rehabilitación de la avenida Sucre que iba a llegar a El Calvario y se paró en Agua Salud (y que tampoco contó con todos los elementos de mobiliario e intervención urbana prometidos), las viviendas que no se han construido en el antiguo galpón de la Coca Cola y la frustrada ampliación del Parque del Oeste son las promesas incumplidas más graves y mejor conocidas, pero en la parroquia Sucre estas abundan.

El paso de El Manguito, en la vía Gramovén-Nuevo Horizonte, está hundido desde el año pasado y no ha sido atendido desde entonces. La calle Olivares de Los Magallanes de Catia está cerrada desde hace más de un año por un derrumbe y así se quedó, y la calle Esmeralda, también en Los Magallanes, está cerrada por unos trabajos que la alcaldía de Libertador nunca terminó: "Dejaron todo esto destrozado, muchísimo peor de lo que estaba", dice desde allí Paola Mejías.

Para hacer una pantalla atirantada incompleta entre la curva del barrio Raúl Leoni y el estacionamiento del bloque 4 de Casalta II se han gastado once millones de bolívares desde el año 2007, y la obra todavía no ha sido terminada. También esperan los catienses que se arregle la calle que las máquinas que recogen desechos rompieron en la calle La Laguna, lo que provocó que cediera el muro del liceo Eduardo Calcaño hace más de un año, lo que además mantuvo sin teléfono a los vecinos de la zona por más de seis meses.

Ahora que el llamado Plan Catia (proyecto de reordenamiento urbanístico que lleva adelante la alcaldía Libertador) está por cumplir un año, sería bueno que las autoridades también hicieran este recorrido de obras inconclusas por toda la parroquia Sucre.

El Universal
05-03-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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