Por ahora, las obras ya iniciadas continúan, aunque a ritmo lento.
Del boom y los precios récord por m2 al parate de operaciones y la incertidumbre sin escalas. Así de brusco ha sido el freno al mercado inmobiliario de Punta del Este, otrora imán para el refugio de capitales nacionales, hoy paralizado por las medidas de control de cambio en la Argentina.
Si bien el grueso de las obras en construcción del balneario -en un 60% acicateadas por desarrolladores y capitales argentinos- continúan su marcha, aunque de forma más lenta, ya hay proyectos inmobiliarios que bajaron de cartel y devoluciones de señas por obras de pozo, suspendidas hasta nuevo aviso.
En el sector turístico, mientras tanto, la gran preocupación por el cepo al dólar empuja negociaciones entre bancos e inmobiliarias para que los alquileres durante la temporada estival se puedan concretar mediante tarjetas de crédito. Toda una ingeniería de difícil instrumentación, según resume Luis Borsari, agente inmobiliario y presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, por los topes, las comisiones y los lapsos de cobro que imponen las tarjetas. "Estamos trabajando para que la adopción de tarjetas tenga el menor impacto posible", confía.
Otro tipo de prevenciones suscita el registro de operaciones sobre un estimado de 50.000 propiedades ofrecidas en alquiler durante el verano que, en una gran proporción, corresponden a argentinos y no han sido declaradas ante la AFIP. Aunque sobre este punto, todos los operadores destacan que los acuerdos binacionales en materia de información financiera están supeditados a pedidos judiciales concretos sobre personas, con causas abiertas, con lo cual la operatoria con tarjetas estaría librada del monitoreo fiscal argentino.
Según relevó LA NACION, el clima entre los operadores de distintos sectores puntaesteños es, en el corto plazo, de extrema inquietud. A pesar de la internacionalización del balneario y del gasto brasileño, Punta del Este es un bastión argentino, cimentado con mayoría de capitales argentinos, que continúa dependiendo del turismo argentino.
Desde la óptica uruguaya, no hay todavía trazada una estrategia clara en el caso de que el cepo al dólar avance sobre la temporada. Nadie habla de bajas de precios ni de facilidades de pago en pesos a una cotización más competitiva que la que hoy ofrecen las pizarras del balneario: siete pesos por cada dólar billete, por arriba de la cotización del dólar blue aquí, o 21 pesos por cada 100 pesos uruguayos.
Lo que allí más bien se escucha es que el balneario hoy se abarató en dólares, en relación con la temporada anterior: la moneda estadounidense, antes devaluada, ahora repuntó 20% en su cotización. Y hay sectores, como algunos en el rubro gastronómico e inmobiliario uruguayos, dispuestos a mantener los precios y a velar para que la competencia no los dispare. "Nosotros los mantendremos", adelantó Martín Pittaluga, dueño del parador La Huella, dispuesto, según confió a LA NACION, a consensuar estrategias con otros sectores "para cuidar al turismo argentino".
Desde la óptica de los inversores argentinos en el balneario, sin embargo, otra es la percepción: "La inflación en el país es tan alta y tan sostenida, que veranear en la costa argentina costará igual o más que en Uruguay, y nosotros vamos a tener tarjetas", resumió, despreocupado, el dueño porteño de un hotel boutique, por inaugurarse en la Punta, en diciembre.
"Es realmente impensable que en un mundo globalizado, y más en un país productor de tanta riqueza como la Argentina, se deba apelar a las medidas de restricción de cambio que antes desplegaban los países de la Cortina de Hierro", opinó Ricardo Weiss, uno de los mayores developers charrúas y hacedor de 70 megatorres, tres de ellas en construcción, que le han cambiado la fisonomía a la Punta. Si bien Weiss reconoce un freno en la actividad, cuya cotización oscila entre US$ 3000 y 4000 por m2 para las unidades premium en primera línea, y entre US$ 2000 y 2800 para las más rezagadas en ubicación, sostiene que históricamente el argentino siempre le ha encontrado la vuelta para seguir yendo e invirtiendo en Punta del Este.
CERTIDUMBRE
"La señora Kirchner debería analizar el motivo por el cual los argentinos quieren llevarse el dinero fuera de su país. Pero el problema no es Uruguay, que recibe el cambio chico, las monedas, ya que los grandes capitales huyen a Estados Unidos. Lo que sí tiene Uruguay es que ofrece una certidumbre a los capitales argentinos, que el Estado, en su propio país, no les da", dijo Borsari.
Al margen del cepo cambiario, Punta del Este vive también con preocupación el quiebre de la aerolínea Pluna, que diezmó la conectividad aérea con Buenos Aires. A un precio competitivo, los vuelos de Pluna garantizaban el puente aéreo entre los dos destinos, ya que Aerolíneas Argentinas opera sólo con frecuencias de baja temporada.
Ayer, la familia Améndola emprendía los casi 800 kilómetros de travesía hasta el balneario de Rocha por los puentes, para aprovechar las vacaciones invernales de los chicos. "Ni Aerolíneas Argentinas ni Buquebus -se quejó a viva voz la pareja-. En Aerolíneas no hay pasajes y además necesitamos auto. Y los ferrys tienen precios que nos resultan extorsivos. En realidad, son el primer impedimento para poder ir a Uruguay más seguido."
lanacion.com.ar
22-07-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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