El casco histórico de El Hatillo es un atractivo turístico e histórico, pero detrás de las hermosas fachadas avanza el deterioro. Los techos de decenas de casas patrimoniales, que fueron construidas hace más de cien años con caña amarga, podrían desplomarse de un momento a otro.
El caso de la familia de Javier León es representativo de los problemas que afrontan los habitantes de la zona. Su padre, Pablo León, de 73 años de edad, sufrió hace tres años un accidente cerebrovascular, al que se añade una osteoporosis severa y un cuadro de espasticidad, enfermedad degenerativa que le contrae cada vez más los músculos, por lo cual no puede moverse por sí mismo.
Hace varios meses, el techo de la habitación del anciano en el cual hay un canal para el agua de lluvia se desprendió, como consecuencia del desgaste que ha sufrido la vivienda. El agua cayó sobre el anciano y empapó las medicinas, la cama y la ropa.
Los miembros del Consejo Comunal del Casco Histórico del Hatillo tienen un censo de 66 viviendas que deben ser reparadas con urgencia porque presentan graves daños en la infraestructura. El asunto fue el único que se analizó en la más reciente asamblea de ciudadanos de la comunidad, celebrada la semana pasada.
Javier León cree que la mayoría de las personas ajenas al municipio tienen prejuicios sobre la realidad de los vecinos de El Hatillo. "No todo el que vive aquí es millonario. Por eso necesitamos unirnos y procurar obtener recursos para la reparación de nuestros hogares.
¿De dónde sacamos 300.000 bolívares para reparar el techo de esta casa?", se pregunta.
Asesorados y exonerados. Los miembros del Consejo Comunal del Casco Histórico de El Hatillo tratan de promover un proyecto para la reparación de los techos y, eventualmente, el reforzamiento de las estructuras, pues muchas casas tienen paredes de adobe. Por ser estructuras con carácter patrimonial deben, además, contar con permisos especiales para emprender la refacción.
Raúl Cano, uno de los voceros del consejo comunal, informó que buscan asesoría de instituciones como la Universidad Simón Bolívar, para cubrir los aspectos técnicos y financieros de las obras. Cree que la emergencia debería declararse de inmediato, así como la rápida erogación de recursos para emprender las obras.
Ante la angustia de los vecinos que reclaman la exoneración de algunos gastos administrativos, así como la colaboración para poder costear las reparaciones, el concejal Leandro Pereira explicó que hay instrumentos jurídicos y ordenanzas que excluyen del pago de impuestos a bienes patrimoniales, como ocurre en este caso.
El Nacional
23-05-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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