Al cumplirse un mes de que el Gobierno nacional decretara el casco histórico de Maracaibo como Zona de Interés Turístico, comerciantes y trabajadores que hacen vida en el centro de la ciudad pidieron acelerar “urgente” el rescate de los edificios patrimoniales de la plaza Baralt.
Este lugar, uno de los puntos de encuentro más representativo de la cultura marabina, que combina la arquitectura colonial y de comienzos de siglo XX, espera la ansiada restauración que emprenderán las autoridades en 180 hectáreas, donde aún quedan vestigios de valiosa historia de Maracaibo.
Desde la panadería que su padre instaló en la planta baja del edificio Las Mercedes, Elizabeth Márquez recuerda que hace 20 años (tiempo que lleva trabajando en ese negocio) la plaza estaba más despejada y lamenta que solo en enero se respire ese “aire antañón” cuando los buhoneros se marchan y dejan ver el esplendor de su arquitectura.
“El decreto es muy positivo porque permitirá cambiar la imagen de la ciudad y servirá para el turismo. Es muy importante que lo hagan porque para la plaza vienen muchos extranjeros de Estados Unidos, Italia, Francia, Argentina y se emocionan cuando ven los edificios. Imagínate cómo sería si estuvieran restaurados”, comentó Márquez sentada en la caja del local, que en otrora funcionó como carnicería, colegio y club de empresarios.
Mencionó que se alegraban cada vez que funcionarios gubernamentales visitaban la plaza con planos y anuncios de restauración, pero a los 15 días no regresaban más. “Hace tres años hicieron una limpieza, pintaron las fachadas, nos pidieron electricidad de los negocios para alumbrar la plaza, pero al mes todo se acabó. Se robaron los faroles y los edificios volvieron a deteriorarse”, contó impotente Márquez.
En similar situación se encuentra el famoso Pasaje Colón. Su estructura que data de los años 30 ha comenzado a ceder debido los embates del tiempo y negligencia de las autoridades por no preservar las joyas arquitectónicas.
Testigo de este deterioro ha sido Toufic Makaren Assaf, comerciante libanés, quien ha vendido zapatos en este local, desde hace 64 años. Acompañado por su hija, relató que las remodelaciones hechas a la plaza han fallado y las contratistas responsables no cumplen con los proyectos.
“Nosotros apoyamos el decreto, nos parece que pueda devolver lugares bonitos al centro, pero urge que arreglen esto rápido porque se está cayendo. En diciembre del año pasado uno de los balcones se derrumbó y nadie ha hecho nada por repararlo”, añadió el comerciante, de 83 años.
Recorriendo el final del amplio pasillo se llega a una de las siete manzanas que rodea la plaza. Allí, en una tienda de telas, Saida Souki calificó “fantástica” la idea de convertir a el casco central en una zona turística. “Dará más prestigio al centro si toman todos los locales vacíos que están en la calle Comercio, colocando ahí kioscos para todos los vendedores ambulantes que le quitan la vista a los edificios. Así la gente se interesará en venir”, opinó la encargada del establecimiento.
Al llegar al centro de la plaza se observa el edificio Botica Nueva, el primer rascacielo de la ciudad que cumplió 90 años, con sus dos llamativas esculturas gigantes. Según el Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano, “presenta regular estado de conservación”.
“Si de verdad quieren convertir esto en un centro turístico deberían hacer un trabajo ‘titánico’ en esa obra. Los atlantes son invaluables y lo triste es que es refugio para los depósitos rodantes de los comerciantes. Al parecer, los cuidadores se encargan de alquilar ese espacio a extranjeros”, dijo Ana Aldana, empleada de una librería.
Ante la insistente petición de los comerciantes sobre el rescate anunciado por el Ejecutivo regional, el presidente del Centro Rafael Urdaneta (CRU), Leonardo Monsalve, declaró que desde que se anunció el decreto tres comisiones técnicas han trabajado en función del inventario total de los edificios del “corazón de Maracaibo” junto con el Ministerio de Turismo, Corzutur, y el Instituto de Patrimonio Cultural.
“Hemos avanzado en definir la poligonal de la zona turística desde la iglesia Cristo de Aranza, cementerio El Cuadrado y El Malecón, y en la fase de reglamento de uso para definir las áreas que serán dispuestas próximamente para el uso comercial y cultural”, dijo.
Panorama
13-10-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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