miércoles, 20 de febrero de 2013

Deterioro amenaza patrimonio religioso y cultural de Candelaria


Los laterales del templo son urinarios públicos

La tradicional iglesia de Candelaria, patrimonio histórico de la ciudad, acaba de cumplir 310 años de fundada.

Con el inicio de la Cuaresma y posteriormente de la Semana Santa se acerca la temporada más intensa para esta estructura, que está incluida en la ruta de los Siete Templos.

Los feligreses locales y foráneos que visitan la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria han visto el deterioro progresivo de la edificación levantada por la comunidad de isleños canarios en 1703 y en donde funcionó un cementerio hasta 1825.

María Teresa Vegas, una servidora de la iglesia de Candelaria, lo que más lamenta es que a ese templo llegan personas de todas partes de Venezuela y también del exterior a honrar los restos del venerable doctor José Gregorio Hernández (que reposan allí desde 1975) y es lamentable que encuentren el templo azotado por las filtraciones y la polilla.

Recordó que hace poco más de tres años la numerosa comunidad que asiste a este templo tuvo que aportar los recursos para restaurar y pintar la estructura. "Fue un esfuerzo importante y logramos reunir una suma millonaria sin ningún tipo de apoyo de las autoridades", dijo Vegas. Anterior a esto, había sido el alcalde Juan Barreto quien aprobó los recursos para reparar la iglesia.

El deterioro del templo se hace evidente en la mayoría de sus altares. En una de las naves laterales, donde se encuentra la capilla del Santísimo Sacramento se están cayendo trozos de las paredes. La humedad y las filtraciones carcomen los tabiques en el altar de la virgen de Coromoto y el de la virgen del Carmen. Los techos necesitan impermeabilización y la fachada con la pintura esconchada y vitrales rotos desde hace tiempo es el nido de centenares de palomas.

En noviembre de 2011, el párroco de la iglesia, monseñor Henry Padilla, se quedó esperando a la comisión del Gobierno que llevaría un plan de restauración para la estructura, que duraría un año. Fue el propio presidente Chávez el que prometió mejoras para la iglesia ese mes de noviembre, cuando atribuyó a José Gregorio la superación de su cáncer.

Tan amenazante como el estado del templo son, para el vecino Sergio Salazar, los alrededores de la iglesia, cuyas puertas laterales son urinarios públicos y refugio de indigentes.

"Esto no es un baño, por favor no orinar aquí", se lee en el costado izquierdo del templo. En la plaza escasea el alumbrado, hay basura y moscas en las jardineras y graffiti en los muros de la iglesia, todo esto frente a la carpa de la GNB.

DELIA MENESES

El Universal
12-02-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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