lunes, 7 de mayo de 2012

Enemigo de los estacionamientos

RAFAEL DÍAZ CASANOVA
El régimen que destruye el país, sin argumentos válidos en el caso particular, le ha puesto la proa al servicio de estacionamientos de la ciudad de Caracas. Para ello ha creado dos frentes concurrentes. Por un lado tiene sometido el servicio a una absurda regulación de precios que limita el cobro a un bolívar por hora más el IVA lo que hace que paguemos 1,09 bolívares por hora y al momento de pagar no podamos recibir el vuelto correspondiente.

Esta regulación que se ha mantenido incólume desde 2005, tiene como efecto que ha desaparecido por quiebra o por inviabilidad del negocio un número muy importante de puestos de estacionamiento en las áreas donde son imprescindibles. Se dice de más de quinientos.

Por la otra, el afán expropiador del régimen ha dejado caer su injusta e ilegal espada sobre un número apreciable de establecimientos y como no ha pagado por el valor de las parcelas expoliadas, podemos decir que han sido robadas.

Caracas, en otros tiempos tenía buenos estacionamientos, también existían los que brindaban servicios regulares y hasta malos. Tenían tarifas diferenciales y todo el mundo contento.

Hoy día se estima (las informaciones estadísticas no existen) que Caracas tiene más de un millón de vehículos que se desplazan por las mismas calles que existían quince o quizás veinte años atrás. Las calles están en un nivel de descuido y remiendos nunca vividos y el número de accidentes que tienen como causa de la obsolescencia del parque automotor nacional, es muy elevado.

La inseguridad también pone su grano de arena pues en Caracas nadie camina más de tres cuadras. Los riesgos, que no disminuyen demasiado con el uso del vehículo, obligan a que cada desplazamiento lo realicemos en automóvil.

Si volvemos sobre los estacionamientos expropiados o robados, debemos decir que las extensiones de dichas propiedades son insuficientes para el cacareado objetivo de construir "viviendas".

La realidad es bien distinta. Caracas merece y necesita una verdadera política sobre el funcionamiento de los estacionamientos.

En primer lugar se debe clasificar los estacionamientos de acuerdo al servicio que ofrecen.

Entonces, deben existir tarifas diferentes para servicios distintos. No puede cobrarse por un estacionamiento estructural de los llamados "pigeon hole" la misma tarifa que se paga en un terreno sin techos y donde el sol y la lluvia agreden al vehículo.

Las autoridades municipales, en aras de proteger los derechos de los consumidores, deben velar porque se respeten las condiciones del servicio como por ejemplo, las áreas necesarias para estacionar los automóviles y los espacios de circulación.

En segundo lugar, las tarifas deben corresponderse con las zonas de la ciudad. No puede costar lo mismo un estacionamiento en el centro de Caracas que en zonas donde existen alternativas.

En tercer lugar, las municipalidades, como en todas las ciudades del mundo y muy especialmente en las capitales, deben destinar áreas públicas, dotadas de contadores de tiempo, que permitan estacionar por lapsos cortos.

Más todo no puede ser para los estacionamientos. El servicio que se está prestando es muy deficiente. Si hemos anotado las causas, no creemos que debamos sufrir la tiranía de encontrar establecimientos abarrotados y en su defecto, encontramos que edificios que tiene estacionamiento, lo reservan para sus propietarios, trabajadores y clientes (en el mejor de los casos) y quien tiene que realizar una gestión en sitio cercano, sencillamente, no puede hacerla.

El tema de los estacionamientos es uno más del enfrentamiento del régimen con amplios sectores de la nación. ¡Inaceptable!

rafael862@yahoo.com
@rafael862

El Universal
04-05-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
04166220453
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