La creciente demanda de vivienda, oficinas y hoteles, entre otros destinos, se convierte en una gran oportunidad para fortalecer e impulsar el sector de la construcción. Un panorama optimista.
“La locomotora va viento en popa”. Así describió el presidente Juan Manuel Santos el comportamiento del sector de vivienda y de construcción en el país durante la posesión de Beatriz Uribe Botero como ministra de esa cartera, tras la escisión con la de Ambiente.
No le faltaban razones al Jefe de Estado: según cifras del Dane, entre enero y julio de este año se aprobaron 14,5 millones de metros cuadrados en licencias de construcción, lo que representó un incremento de 65,6% respecto al mismo periodo de 2010. Además, en este mismo lapso, el área aprobada para vivienda acumuló un incremento de 79,4% con relación al mismo periodo del año anterior. El licenciamiento para vivienda de interés social (VIS) creció 78,7%, mientras para vivienda diferente de VIS el incremento se acercó a casi 80%.
El Gobierno ha identificado la vivienda como una de las locomotoras para el crecimiento económico del país y tiene entre sus metas impulsar la construcción de un millón de viviendas en cuatro años, para lo cual se han planteado diversas estrategias como: la continuidad del subsidio a la tasa de interés, la creación de un subsidio adicional para la construcción de vivienda social sobre predios de renovación urbana, la posibilidad de utilizar el subsidio familiar de vivienda en operaciones de leasing habitacional, el estímulo a la construcción para arriendo, la introducción de incentivos para promover los créditos hipotecarios orientados a la población pobre o en situación de informalidad y el fortalecimiento del mecanismo del Ahorro Voluntario Contractual, entre otras. Para Sandra Forero Ramírez, presidente de Camacol, estas decisiones son un acierto para impulsar la política de vivienda.
Durante el Congreso Colombiano de la Construcción realizado a comienzos de septiembre en Cartagena, la directiva manifestó que “el gremio aplaude que el subsidio a la tasa de interés, que inicialmente emergió como instrumento de política contracíclica, haya sido incorporado en el Plan Nacional de Desarrollo como un poderoso instrumento de política social. La principal bondad de este mecanismo es que, por el efecto riqueza que produce, elevó la capacidad de endeudamiento de cerca de 900.000 hogares con ingresos inferiores a 1,5 salarios mínimos, que constituyen los principales demandantes de vivienda social”. El gremio destaca igualmente la importancia de los Macroproyectos de Interés Social Nacional, por considerarlos un mecanismo eficaz tanto para la habilitación de suelo destinado a la construcción de vivienda social y prioritaria, como para el desarrollo de espacios urbanos de alta calidad. Dentro del millón de viviendas planteada como meta del actual gobierno, 650.000 son de interés social y 350.000 no social. Para construir estas viviendas se requieren 7.000 hectáreas de suelo urbanizable. Con la figura de los macroproyectos, se incorporarán cerca de 4.000 hectáreas. Según el Ministerio, en su reciente rendición de cuentas, durante el año de Gobierno se inició la edificación de 5.500 soluciones con estos macroproyectos de las cuales ya se construyeron 3.500 y 3.000 de ellas han sido entregadas.
En materia de crédito también hay compromisos. Por un lado, el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) agilizará el desembolso de los créditos y generará mecanismos que permitan el acceso fácil y rápido al crédito. Según Ricardo Arias, presidente del FNA, la entidad lanzará próximamente el modelo financiero Tasc (Tasa al Ahorro Construyendo Sociedad) que busca llevar soluciones de vivienda a 63% de los colombianos que hoy pagan arriendo en el país.
Credifamilia, por su parte, lleva aprobados más de $9.000 millones en crédito hipotecario con los cuales se beneficiarán alrededor de 400 familias de bajos ingresos. La meta de esta entidad, especializada en ofrecer crédito para vivienda, es aumentar la cobertura hacia familias de ingresos medios para lo cual “se estudia la posibilidad de ofrecer crédito hipotecario en la compra de vivienda de hasta $200 millones”, dice Juan Sebastián Pardo, presidente de Credifamila.
Los retos
En términos generales, los empresarios del sector ven un escenario optimista durante los próximos años, pero son claros en que hay que actuar con prudencia para asegurar un crecimiento sostenido de la industria que genere oportunidades para todas las personas.
Este optimismo se sustenta en que las tasas de interés continúan relativamente bajas (a pesar de que se han dado incrementos), en que hay capital de trabajo para estructurar los proyectos, tierra controlada para el desarrollo de los mismos y una creciente demanda, tanto en el mercado local como en el internacional. No obstante, hay amenazas que requieren especial atención para mantener equilibrado el precio del metro cuadrado, como es el caso de la escasez de la tierra y el aumento en el precio de algunos insumos como el acero, ladrillo y concreto, para citar algunos ejemplos. Frente a este panorama, los empresarios del sector coinciden en que la clave está en tener una gran capacidad de negociación y entendimiento, de manera que los incrementos previstos sean mesurados. Esto implica la búsqueda de alternativas conjuntas para proteger la industria y cubrir el déficit de vivienda que tiene el país, el cual se estima en tres millones de unidades.
Oportunidades
El anuncio que hizo recientemente el presidente de Ospinas, Andrés Arango, de incursionar en el negocio hotelero, da cuenta de las extraordinarias oportunidades que se están dando en el sector de la construcción. Esta empresa, que por años se ha especializado en la formulación, estructuración y promoción de proyectos de centros comerciales, hoy tiene negocios en el segmento de vivienda y oficinas, al tiempo que estudia otros nichos para seguir aumentando su participación en la industria de la construcción. “Queremos incursionar en el negocio de hoteles y por qué no en el de construcción de espacios para la salud y de plataformas logísticas”, dice Arango, para quien la oportunidad está dada para crecer en todos los sectores y diversificar los portafolios sin perder el foco de los negocios.
Bajo este convencimiento, Ospinas se asoció con la firma internacional HIG para iniciar, en menos de un mes, la construcción del proyecto Washington Plaza en Cartagena, que tendrá hotel, comercio y vivienda en un solo lugar. La inversión en este proyecto, que estará listo en el año 2013, supera los $370.000 millones. En esta misma línea, la empresa colombiana se encuentra formulando dos proyectos hoteleros más, uno en Bogotá y otro en Cartagena, que también están previstos para inaugurar en 2013. Según cifras de Invest in Bogotá, entre 2009 y 2010 Colombia recibió US$1.044 millones de inversión extranjera en turismo que en parte- se están viendo representados en los más de 402.000 m2 de hoteles en obra.
Pero, ¿qué es lo que hace este negocio tan atractivo? Según Pablo Nieto, gerente de Diplomat Hotels, empresa especializada en operar hoteles, “la hotelería es un negocio que genera rentabilidad no solo por la ocupación de las habitaciones sino por los consumos, alquiler de salones para eventos y demás actividades. Por eso, los ingresos para el inversionista, luego de descontar el costo de la operación, son cercanos a 1% mensual”, dice Nieto.
Al comparar este dato con otras alternativas de inversión en el sector financiero, se evidencia por qué los colombianos, incluso los residentes en Estados Unidos y Europa, están buscando opciones de inversión en los proyectos de construcción, tanto de hotelería como de vivienda y otros destinos. Muestra de ello es que Camacol acaba de realizar en Nueva York la feria Dónde vivir e invertir en Colombia, en la que se generaron expectativas de negocio por US$11,2 millones, según el reporte de Proexport, de los cuales ya concretaron US$1,6 millones.
Otra muestra de la gran demanda que existe por proyectos inmobiliarios en Colombia está en Casa Propia Colombia, una sociedad conformada por las constructoras Colpatria, Marval, Pedro Gómez, Amarilo y Construcciones Felipe Calderón para atender a los residentes en el exterior que quieren invertir en Colombia. Según Margarita Restrepo, gerente de Casa Propia Colombia, “existe una gran demanda de propiedades en Colombia por parte de colombianos residentes en el extranjero”. A juicio de Restrepo, “en los emigrantes colombianos hay una gran oportunidad para dinamizar la industria de la construcción, razón por la cual es fundamental ofrecerles alternativas de inversión en su propio país, ya sea por rentabilidad o para cuando decidan regresar. En esta medida, la finca raíz continúa siendo el segmento más seguro y rentable”.
Pero además de las oportunidades que representa el negocio hotelero y de vivienda, también están las de la actividad comercial y de oficinas. Según cifras de Coordenada Urbana de Camacol, Bogotá participó con 23% del área total licenciada para destinos no habitacionales entre agosto de 2010 y julio de 2011, siendo comercio y oficinas dos de los rubros más dinámicos.
Para este año, se estima una demanda de 267.000 m2 en inmuebles para oficinas en Bogotá, según la encuesta realizada por Camacol Bogotá y Cundinamarca entre marzo y mayo del presente año, lo que hace prever una buena dinámica en este segmento.
dinero.com
17-10-2011
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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