Siete mil nuevos habitantes se han incorporado a la zona los últimos meses
La anarquía de construir urbanismos no planificados genera problemas graves a residentes, quienes no disimulan su preocupación
NADESKA NORIEGA ÁVILA
Caraballeda.- Fallas en suministro de agua potable, desbordamiento de aguas servidas, cortes abruptos de electricidad y la basura acumulada son algunos de los problemas que los vecinos, la población flotante, comerciantes y promotores turísticos del eje Caribe-Tanaguarena (parroquia Caraballeda) comienzan a padecer. Son los estragos de la sobrepoblación a la que está siendo sometida la zona con la asignación de soluciones habitacionales de la Misión Vivienda.
Para esta zona se proyectaron 2.640 soluciones habitacionales: casas tipo tetrafamiliares y torres de 12 pisos con un promedio de 192 apartamentos por edificio. La mayoría de desarrollos son responsabilidad de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales (Opppe). Y se ha entregado cerca de 60%, es decir, 1.580 apartamentos.
"Unos 7 mil nuevos habitantes se han incorporado al eje Caribe-Tanaguarena los últimos 6 meses, lo que no sería problema si la zona se desarrollara para incorporar a la nueva densidad demográfica, pero no es así. Tenemos los mismos servicios de drenajes y agua potable, deficiente transporte, las mismas áreas recreativas, un ambulatorio, las mismas seis escuelas y tres liceos que quedan cortos para la población actual. Condenaron a Caribe y a Tanaguarena a la anarquía por una construcción desmedida no planificada. Ahora padecemos las consecuencias", comenta el dirigente vecinal Carlos Lazo.
De hecho muchos vecinos han pensado en mudarse y poner en venta sus apartamentos. "Al tanque de mi apartamento no sube el agua desde que tenemos nuevos vecinos. El tema no es una falla de convivencia sino de calidad de vida. Tenemos ahora que subir desde Planta Baja. Compramos el apartamento para buscar comodidad, no para enfrentar esas incomodidades", dice Aloa González.
Sobre el turismo, los lugareños afirman que esa dinámica poblacional es un obstáculo para que florezcan los grandes hoteles (Sheraton- Meliá) y para el saneamiento ambiental. "Las aguas servidas en Caraballeda caen a las playas, muchas de las cuales reciben numerosos temporadistas. Si desde hace 13 años no han podido restablecer la red de estaciones de bombeo de aguas residuales con los habitantes que hoy vivimos aquí, ¿cómo se va a enfrentar esta sobrepoblación? Nos veremos sumergidos en una emergencia sanitaria y los balnearios del Este se terminarán de perder", apuntó Javier Cárdenas.
Peatones y conductores también han perdido, en especial cerca de donde aún se construye. "No podemos caminar por aceras que comunican a Caribe con la principal de Tanaguarena, pues pasar por allí es una proeza; hay que saltar obstáculos, el barro, escombros y basura. Y la vialidad está destruida por los vehículos de carga pesada", dice el residente Carlos Alvarado.
El Universal
06-08-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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