Comunidad exige se respete uso residencial de la zona

Mantienen lucha contra la violación de ordenanzas municipales

También piden mantenimiento a los parques para que sean usados por los vecinos OSWER DÍAZ
VALENTINA OVALLES R.

Que la urbanización que hace más de 40 años fue creada para uso residencial se mantenga como tal es la mayor lucha que llevan los vecinos de Caurimare.

En los años 80, el terreno donde hoy está levantada la Policlínica Metropolitana estaba destinado para un centro social y deportiva. Sin consulta alguna, la zonificación fue cambiada y destinada para el centro de salud.

Desde entonces, la comunidad se mantiene alerta para que la historia no se repita.

La urbanización donde viven actualmente unas 1.800 familias tiene zonas de viviendas unifamiliares, bifamiliares y multifamiliares. Sin embargo, desde hace algunos años han frenado intentos por convertir viviendas en comercios.

"Hace algunos años se intentó convertir una quinta en una galería y más recientemente encontramos una casa que funcionaba como taller de yoga. Eso no es condenable pero ya es una actividad comercial", señaló Moses Laredo, presidente de Asocaurimare.

Las variables urbanas, que contemplan la ubicación, construcción y altura de las quintas también han sido violadas, aunque Asocaurimare trabaja para evitarlo.

Quintas que han construido pisos adicionales o anexos para alquilar ha sido la violación más común. Viviendas uni o bifamiliares albergan ahora múltiples grupos.

En su afán por preservar la tranquilidad de la zona residencial, la asociación de vecinos también busca el respeto a las ordenanzas municipales contra el ruido.

En una de las últimas reuniones que sostuvieron los vecinos, las familias que residen en los edificios aledaños al centro de salud denunciaron el abuso en el uso de las sirenas de las ambulancias.

"En la madrugada cuando no hay tráfico las encienden. Lo que hacen es desvelarnos", apuntó Laredo.

Otro reclamo de parte de las 56 familias que habitan en los alrededores de la Policlínica fue por las "fiestas de calle" que arman los viernes por la noche empleados y visitantes del lugar. Incluso algunas casas mantienen música en alto volumen hasta entradas horas de la madrugada.

A la Policlínica también le han solicitado elimine unos extractores de aire que generan fuerte ruido a las viviendas cercanas, aunque no se ha tenido éxito en la petición.

Las calles se han convertido en estacionamientos durante los fines de semana pues un templo de mormones lleva a sus feligreses en autobuses que eran aparcados en la avenida A. "Ahora corrieron la arruga", indicó Laredo. Tras las quejas se estacionan en avenida A, un poco más arriba.

La asociación de vecinos mantiene contacto directo con todos los residentes de la urbanización. "Recibimos las quejas, las investigamos y vemos si son ciertas y luego las llevamos a las autoridades. Mantenemos el anonimato del vecino", aseguró quien preside la organización.

La comunidad mantiene reuniones en las que se discuten los reclamos.

El Universal
05-11-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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