Las accesos a Caracas se han convertido para los conductores en una pesadilla, no solo por las colas que deben soportar diariamente y oscilan entre tres y cuatro horas, sino porque están plagados de fallas físicas que tienen hasta dos años en reparación, y para las cuales no hay fecha de culminación.
En un recorrido realizado por El Universal por estas vías de acceso, se comprobó que en la Caracas−La Guaira aún están trabajando en tres fallas de borde en sentido al Litoral, y en tres pantallas para frenar deslizamientos de tierra, que tienen casi dos años en ejecución, antes del viaducto 1.
En la Petare−Guarenas hay seis puntos críticos, según revela una evaluación de Adolfo Miquilena, representante del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV). Explica el experto que estos puntos son: colapso de drenajes y torrenteras; malas condiciones de los puentes; falla geológica en la vía; deslizamientos de tierra recurrentes; invasiones que han tomado los retiros viales; y falta de señalización. La Regional del Centro tiene actualmente cuatro puntos críticos que amenazan con interrumpir o restringir el tránsito. El más grave es el del km. 22, donde se presenta una falla de borde que ha afectado los canales de circulación con sentido a Caracas: Se está ejecutando un desvío para cerrar el tramo de 600 metros y habilitar un canal de contraflujo. Otra vía de acceso a Caracas que no escapa de estos problemas es la carretera Panamericana. Específicamente tiene fallas de borde en los kms. 4 y 7, que no han sido corregidas.
Para Celia Herrera, presidenta de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Transporte y Vialidad (Sotravial), vías como la Caracas−La Guaira, Regional del Centro, Petare−Guarenas y Valle−Coche, "ya dejaron de tener la utilidad de una autopista, donde la velocidad debe estar entre 60 a 80 kilómetros por hora, que cuentan con un hombrillo para que un vehículo se estacione en caso de un desperfecto, que hay un control de acceso y tiene un perfecto sentido de operatividad y en muy buenas condiciones de infraestructura".
Considera que ninguno de esos parámetros se cumplen en los accesos a Caracas. "La velocidad promedio de las vías expresas oscila entre 10 y 15 kilómetros por hora; el hombrillo forma parte de un canal de circulación; los retiros viales están invadidos y no hay control de accesos; hay fallas de borde, deslizamientos y hundimientos que disminuyen la capacidad de circulación y en operatividad no hay fiscalización con los motorizados y los vehículos de carga pesada".
"Para mi la más vulnerable sigue siendo la Caracas−La Guaira, que pese a que han culminado algunas obras para frenar el desplazamientos de los primeros cuatro kilómetros, no significa que este solventada la situación porque en cualquier momento puede colapsar", afirma la experta.
MIGDALIS CAÑIZÁLEZ V.
mcanizalez@eluniversal.com
El Universal
06-06-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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