Limpió casas para comprar vivienda y se quedó sin nada

Su caso reposa en la Superintendencia Nacional de Arrendamiento

Carmen espera justicia pues vive de la caridad de unas monjas G. BANDRES
MAYE ALBORNOZ

Carmen Jarada, de 58 años y origen peruano, tiene 32 años en Venezuela y el mismo tiempo limpiando casas. Así envió dinero a su país natal cuando sus padres y familiares atravesaron enfermedades graves y pobreza extrema, mientras ella intentaba salir adelante aquí. Su esfuerzo le dio la oportunidad de comprar un apartamento en 1992, pero hoy asegura vivir de la caridad de las monjas de un colegio en La Florida, pues su inquilina se niega a devolverle el inmueble.

Jarada compró su apartamento en Chacao a buen precio, pues sobre éste pesaba una hipoteca. Ella se dedicó a cancelar las cuotas de la deuda y celebró cuando el apartamento de dos habitaciones fue completamente de su propiedad.

En el año 2000 su situación económica se complicó y se vio obligada a aceptar un trabajo como mucama a tiempo completo en la casa de una familia. Luego, en 2006, se le ocurrió que si alquilaba su apartamento podría reunir algún dinero extra.

Una conocida le recomendó a una mujer que estaba en busca de apartamento y ella accedió hacer negocios. Carmen entregó el apartamento completamente amoblado y dejó claro en los contratos que usaría uno de los cuartos para guardar algunas de sus pertenencias, pues en la casa en donde trabajaba solo le permitían llevar unas pocas cosas.

En los primeros años se pudo comunicar con la mujer siempre que necesitó entrar al apartamento, pero en 2011, cuenta, su inquilina se comenzó a esconder de ella. No le atendía el teléfono y para comunicarse, debía pasarle notas por debajo de la puerta.

Por testimonio de los vecinos supo que la mujer había llevado a vivir allí a su pareja y habían comentado que la ley los protegía y no le devolverían el inmueble. El Universal intentó obtener la versión de la inquilina, pero fue imposible. El último pago que Carmen recibió por su apartamento fue en diciembre de 2011.

Ella introdujo su caso en la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda, pero tras un mes de espera, todavía no tienen una respuesta.

Esta es una de las cerca de 400 denuncias similares que han recibido en los últimos meses en el Comité de Defensa de la Vivienda en Alquiler. Según su presidenta, Marisa Fariña, estos procedimientos administrativos toman tiempo y en el caso de Carmen, quien además es diabética, deberían dar atención especial.

"Se trata de humanidad. En los contratos está claro que dejó una habitación para ella, deberían dejarla vivir allí al menos hasta que se cumplan los plazos", afirmó.

El Comité ofrece asesoría legal gratuita. Se les puede llamar al 0212-317.1098.

El Universal
09-05-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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