La Plaza Diego Ibarra está entre los proyectos por culminar en la ciudad de Caracas.
Edificios históricos abandonados, avenidas colapsadas por el tráfico, aceras destruidas donde buhoneros impiden el libre tránsito de las personas, así como indigentes que deambulan por las calles, es la cara de Caracas en el siglo XXI, cuando se cumplen 444 años de su fundación.
En el siglo XV la ciudad era un valle poblado por indios que al ser descubierto por los españoles, abrió paso al mundo de la modernización. En los años 80, Caracas era admirada y reconocida por grandes países, cuyos habitantes arribaban a Venezuela para conocer cómo se creaba el arte vanguardista que exportaba.
Ahora -dos décadas después- la apreciación del sociólogo Luis Pedro España es que Caracas sufre por la ausencia de institucionalidad, que ha generado paulatinamente las arbitrariedades de las personas que residen y cohabitan en el Distrito Capital.
No culpó a la población por las acciones que se observan en las calles, dijo que aquel que bota la basura en las vías, el conductor del autobús que se estaciona lejos de la parada o aquellos que montan su carro en la acera, no son los responsables de que Caracas se haya vuelto el caos de la infracción. "La culpa la tienen los organismos del Estado que permiten que las leyes y normas no se cumplan".
"No es un tema de educar a los ciudadanos, se trata de que el comportamiento no educado es adoptado frente a la ausencia de institucionalidad", explicó. Dijo que aquellos que se adueñan de los espacios públicos (comercio informal) crean el caos y perjudican la vida cotidiana.
Culpó al gobierno del presidente Hugo Chávez de agravar los problemas urbanos del país. España califica la anarquía como un corte demagógico que durante 12 años no se ha eliminado y considera que ya es tarde para ponerle un paro a corto plazo.
Meses atrás el Ejecutivo Nacional anunció que se recuperarían los espacios del casco histórico de la ciudad, para darle un vuelco total a la urbe que había sido abandonada por años. Para la restauración de varios espacios ante la llegada de la celebración Bicentenaria se invirtieron Bs. 149 millones.
A pesar de que la recuperación debió concluir antes del 5 de julio, no todas las obras fueron terminadas, como es el caso del Paseo Los Ilustres, a la altura de la Ciudad Universitaria -muy cerca de la Universidad Central de Venezuela- allí los obreros siguen con sus maquinarias de trabajo. La avenida Victoria es otra vía que sería rescatada, sin embargo, las obras no se han iniciado, mientras que la plaza Diego Ibarra -en el centro de la capital- aún está en proceso de finalización.
El cambio de alcantarillado, brocales y drenajes, la instalación de paradas y de más de 120 cestos de basura en la vía pública, y la pintura de rayados, están entre las promesas ofrecidas a los caraqueños. Sin embargo, no todo se cumplió.
En los primeros días de julio se culminó la recuperación del Bulevar de Sabana Grande, Correo de Carmelitas, Panteón Nacional, las casas del Marqués del Toro y Simón Bolívar, Teatro Principal, edificio La Torre, la antigua Prefectura de Caracas, entre otros.
Las recuperaciones no se hicieron en profundidad, alertó el sociólogo. Se esperaba que la inversión no sólo se basara en pintar fachadas y espacios olvidados, sino en nuevas infraestructuras, transporte y saneamiento del ambiente urbano.
"Hay un déficit gigante y el Gobierno siente eso, por eso se dio paso a la recuperación del casco histórico, debido a que Caracas es la vitrina del país". Insistió en que hay una ausencia de políticas públicas que no puede ser asumida por la gente.
El arquitecto Ignacio Marcano cree que existe una complejidad en el mantenimiento de Caracas. "Existen muchos males, porque el Gobierno no planifica las cosas a tiempo para culminarlas en la fecha adecuada. Un país no sólo necesita un mantenimiento a gran escala, sino aportes para futuras generaciones".
Reconoció que el Bulevar de Sabana Grande recibió un cariño de calidad, pero sugirió que el Gobierno no se puede basar en lo externo, en pintar la fachada de los patrimonios sino en obras que abran nuevos campos de aprendizaje y recreación a la población.
Aunque el deterioro forma parte del desgaste urbano, debe existir una institución que realice una campaña de conducta ciudadana. "El problema que existe es problema de la administración, que debe ser unitaria o coordinada para mantener un área en perfecto estado".
Las poblaciones o metrópolis deben ser siempre mejores que como se encuentran. Aunque Caracas esté de aniversario, no es motivo para desechar la idea de seguir siendo el ejemplo del desarrollo vanguardista.
Actualmente Caracas se ha convertido en la conservación de parcelas con gente poco arriesgada que le tiene miedo a la tecnología; donde otras naciones nos superan en materia social y tecnológica. "Nos debemos preguntar por qué se han perdido las ganas de ser modelo", reflexionó.
A sus 444 años, la capital venezolana es entonces un gigantesco reflejo de la institucionalidad perdida en el país.
Ana Maria Lopez
El Carabobeño
25-07-2011
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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