miércoles, 2 de agosto de 2017

La capital entre la apuesta constructiva y la deuda social


Entre 1969 y 1999 la ciudad vive cambios notables en vialidad y urbanismo, goza de prestigio internacional, pero no pasa el examen de la equidad social

Por TERESA CASIQUE. TCASIQUE@EL-NACIONAL.COM

Marco Negrón, arquitecto y docente, recuerda que en los años setenta del siglo XX la prestigiosa revistaL’Architecture d’Aujourd’hui publicó un reportaje donde indicaba que Caracas era la ciudad que estaba cambiando más rápido y óptimamente en el mundo. Dos datos del profesor José Manuel Puentes, del IESA, parecen corroborarlo: entre 1950 y 1979 Venezuela encabezaba una lista de países europeos y latinoamericanos por presentar la inflación más baja (3,1%) y alto PIB de 5,8%.

El Plan Preliminar de Vialidad de 1947, vigente para esa década y hasta hoy, hizo posible la dotación de una infraestructura vial fuerte y amplia. Celia Herrera, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingeniería de Transporte y Vialidad, lo ratifica: “La década de los setenta la red vial caraqueña era la envidia de toda América Latina”.

Los distribuidores El Ciempiés y Hoyo de la Puerta, la autopista Prados del Este-La Trinidad, los tramos La Araña-Antímano y Antímano-Caricuao de la  Francisco Fajardo y los del distribuidor Boyacá-La Castellana y San Bernardino-avenida Baralt de la avenida Boyacá (Cota Mil), la  avenida Río de Janeiro entre El Llanito y Chuao, el viaducto Los Chorros y la autopista Caracas-Guarenas constituyen una pequeña muestra de las obras viales construidas entre 1969 y 1999, asegura el ingeniero Eduardo Páez Pumar, miembro de la Comisión de Infraestructura de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat.

El Metro, obra capital. En 1983 se inaugura la Línea 1 del Metro de Caracas con extensión de 20,36 Km. “Fue un cambio sustantivo, el más importante del siglo XX y lo que va del XXI, y estuvo acompañado del sistema superficial de alimentación”, señala Negrón. La Línea 2, que abrió en 1987, y en 1998 la Línea 3  representaron dos nuevos ejes de un sistema que, “aun con sus deficiencias, es la gran obra en materia de movilidad de la ciudad”, indica Herrera. Caracas fue la quinta ciudad latinoamericana en adoptar el sistema subterráneo; le antecedieron Buenos Aires, Ciudad de México, Sao Paulo y Santiago de Chile.

En materia de servicios se construyen los embalses de La Pereza, Ocumarito, Taguacita y Taguaza. También el de Macarao, en 1998, una pequeña represa de emergencia para dar agua a la ciudad durante una semana en caso de falla, pero nunca se ha llenado, indicó Páez Pumar. La Planta de Tratamiento de Caujarito y, entre varias otras, la planta termoeléctrica Tacoa para aumentar la capacidad eléctrica de la capital fueron también piezas decisivas.

Urbanismo. Es un tiempo de optimismo que se tradujo en la construcción de edificaciones que implicaban gran conocimiento tecnológico y arquitectónico, como el empleado en Parque Central (1970-1983) y en Caricuao, el conjunto de viviendas populares más grande de Latinoamérica para su momento. Además, se consolida el núcleo cultural con la edificación del Complejo Teresa Carreño, el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de los Niños. Páez Pumar evoca en su lista la construcción de los hospitales General del Oeste José Gregorio Hernández y Miguel Pérez Carreño; también incluye el Poliedro de Caracas, el Complejo Deportivo Parque Naciones Unidas y el estadio Brígido Iriarte.

En sintonía con la necesidad de preservar la diversidad biológica y los recursos naturales se promulgó la Zona Protectora de la ciudad, se decretó la Ley Penal del Ambiente y en 1973 se inauguró el Parque del Oeste, hoy Alí Primera. El arquitecto Leopoldo Provenzali,  autoridad en materia de planificación urbana, recuerda que progresivamente aparecerá la Fundación Plan Estratégico Metropolitano Caracas, prometedora iniciativa para coordinar la obra de los gobiernos de la ciudad con las empresas de servicio, y se creó la Oficina Metropolitana de Planeamiento Urbano, a su juicio el primer intento significativo para pensar a Caracas con visión metropolitana. En 1989 se aprueba la Ley Orgánica de Descentralización Administrativa, que transfiere la prestación de servicios y delimita las competencias entre el gobierno central y los estados.

Déficit. El índice de 1.116.245 habitantes (censo 1961, INE) de Caracas a comienzos de los setenta, a finales del milenio roza las 3.000.000 de personas. Los alrededores de la capital continuaron ganados para la autoconstrucción informal donde vive alrededor de 40% de la población capitalina, el gran déficit que acusa Caracas en este 450° aniversario en criterio unánime de los expertos consultados. Negrón explica que es una población que habita en viviendas construidas en espacios urbanos de muy discutible calidad.

Zulma Bolívar, presidente del Instituto Metropolitano de Urbanismo, considera que la gran deuda de los gobiernos con la capital es de equidad social: “La población de los barrios vulnerables no cuenta con transporte público adecuado, con infraestructura, cloacas, equipamientos de salud, recreación, electricidad y permanece en situación de riesgo porque cualquier evento natural, como una  lluvia, produce deslizamientos, damnificados y muertes. Es una deuda social y hay que tratar de ir consolidando todas esas zonas para que la ciudad sea una ciudad para todos en las mismas condiciones”.

Gobernanza. “La convivencia pacífica es consustancial con el espíritu democrático”, refiere Provenzali, y es buen epígrafe para la siguiente estampa: a comienzos de los noventa la capital del país y sede de los poderes públicos tiene 2.966.971 habitantes (proyección INE 1990) que se desenvuelven con naturalidad en la empresa privada o pública, pasean por bulevares, visitan parques, librerías, locales de entretenimiento y plenan una red comercial extensa. Es una población que observa con expectativa la instauración del mundo digital. Ha heredado de 1864 la figura del Distrito Federal que en 1964 se divide en los municipios Libertador y Vargas (este pasará al estatus de estado en 1998), y el distrito Sucre, creado en 1909, que en el 64 se transforma en cuatro municipios autónomos: Baruta (1987), El Hatillo (1991), Chacao (1992) y Sucre (1992), que pronto tendrán sus propios alcaldes. Todos estos años una figura civil encarnada en un gobernante demócrata fragua los pactos propios de la coexistencia. Ello aunque no se hayan alcanzado los niveles de equidad social deseables.

El cuadro del profesor Puentes, mencionado al comienzo, colocaba a Chile en el lapso 1970-1979 en el último puesto con 89,1% de inflación y PIB de 2,9%. En 2017 su capital, Santiago de Chile, es la ciudad más sostenible de la región (Índice Cities in Motion 2016), mientras que Santiago de León de Caracas, que hoy alcanza 450 años de fundada, ocupa el último lugar.

“La población de los barrios vulnerables no cuenta con transporte público adecuado, con infraestructura, cloacas, equipamientos de salud, recreación, electricidad”
Zulma Bolívar
Presidente Instituto Metropolitano de Urbanismo

El Nacional
25-07-2017
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo corredor_inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
twitter: @Henry_Medina
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