Al país se le avecina un cambio profundo y todos desde nuestra área de acción debemos asumirlo como valientes; a los políticos se les presenta la oportunidad de hacer realmente política, una que incluya y beneficie a todos por igual; una inteligente y eficaz, que sea capaz resolver problemas y de lograr la mejora impostergable de la calidad de vida del venezolano en todo lo que el concepto implica.
JOHANA ARAQUE CANCAR
Solo viven aquellos que luchan, célebre frase de Víctor Hugo (el poeta y dramaturgo francés, no el nicaragüense); esta arropa desde el punto de vista más básico el sentido de vivir hoy día en Venezuela, el habitar su territorio a veces hasta por escasas horas puede ser fatal. Para aquellos venezolanos que han tenido la oportunidad de viajar y conocer ciudades con niveles considerables de calidad de vida, donde las políticas públicas realmente funcionan y no pasan a ser simples herramientas para fomentar la politiquería populista, regresar al país y volver a la realidad parece ser tarea digna de un gladiador.
La ciudad de los valientes se refiere en este escrito a todas las ciudades de Venezuela habitadas por valerosos ciudadanos que de manera habitual luchan por sobrevivir en ellas. Hay que ser valiente para transitar por avenidas y autopistas sin iluminación y con una capa asfáltica deplorable; más valiente aún aquel que se moviliza en transporte público; poder disfrutar un parque o una plaza es cosa de los más audaces y acceder a una vivienda propia parece ser una posibilidad exclusiva de los dioses.
El tener ciudades dignas para vivir son logros que en muchos países se han obtenido a través de la lucha por la implementación de aquellos cambios necesarios que exige una sociedad para inevitablemente poder evolucionar.
Le toca al valiente sortear problemas, enfrentarse a situaciones, afrontar y cambiar hechos, y sobre todo ser optimistas. Muchos se han ido en busca de asegurar su vida, no solo en calidad si no como el derecho fundamental de una persona, otras simplemente porque no ven futuro en un territorio tan hostil.
Haciendo referencia nuevamente a Víctor Hugo; El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad; estas palabras nos dan una idea de cómo debemos ver el futuro que pronto se nos presentara y para el cual debemos estar preparados.
Al país se le avecina un cambio profundo y todos desde nuestra área de acción debemos asumirlo como valientes; a los políticos se les presenta la oportunidad de hacer realmente política, una que incluya y beneficie a todos por igual; una inteligente y eficaz, que sea capaz resolver problemas y de lograr la mejora impostergable de la calidad de vida del venezolano en todo lo que el concepto implica.
Como sociedad civil, desde todos los sectores debemos asumir con coraje la necesidad de cambiar; como ciudadanos debemos exigir y trabajar por tener instituciones verdaderamente eficientes, tenemos de saber imponer las necesidades del colectivo sobre las necesidades del particular; nos corresponde dejar de ser simples habitantes de un espacio a ser partícipes de su construcción; la ciudad de los valientes es la ciudad de las oportunidades, en ella se encuentra la plataforma para hacerlo y hacerlo bien, todos lo merecemos.
Universidad Metropolitana
mdu@unimet.edu.ve
El Universal
12-03-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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