En Caracas hay 32 salas situacionales activadas
Mabel Sarmiento Garmendia.- El área metropolitana de Caracas, a pesar de los desalojos controlados hechos luego de 2010 en zonas de alto riesgo, sigue siendo vulnerable ante las inundaciones, deslizamientos y deslaves, por cuanto muchas de esas localidades han sido reinvadidas.
Víctor Lira, director general de Protección Civil-Miranda, estima que entre 40 y 60 por ciento de la población que habita en los municipios Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre, e incluye Libertador (pues se refiere al área metropolitana en general), reside en zona de alta peligrosidad en temporada de lluvias. Históricamente los sitios donde se generan afectaciones son los mismos. Lo que aumenta el daño es el crecimiento poblacional; la mala disposición de los servicios como los desechos sólidos, las aguas servidas y las construcciones de ranchos en suelos erosionados e inestables o al margen de las quebradas.
Citó por ejemplo localidades como Fila de Mariches, Caucagüita, Vista Hermosa, Paulo VI, El Encantado, Turumo y la carretera Petare-Santa Lucía -todas en el municipio Sucre-, las cuales están en los planes de lluvias y siempre están generando damnificados.
De ese listado extrajo la situación por ejemplo del sector Vista Hermosa, donde se hizo un desalojo el año pasado de aproximadamente 30 familias y, en la actualidad, ese barrio está de nuevo poblado, incluso con más casas que cuando se presentó la tragedia.
Pero esa situación no es ajena al municipio Libertador, el extremo oeste de Caracas. Nicola Verónico, director de Ambiente de la Alcaldía Metropolitana, se refiere a reinvasiones en El Naranjal (Cota 905), La Pedrera (Antímano) y El Limón (carretera vieja Caracas-La Guaira), en Los Anaucos (San Bernardino), en Altos de Lídice (La Pastora) y en Turmerito (Las Mayas).
En esas localidades mencionó que el riesgo es múltiple, por cuanto los drenajes en un alto porcentaje están colapsados y algunas quebradas tienen fracturas en el embaulado, como sucede con el río Turmerito, cuyo colector se reventó, y además hay sedimentos que obstruyen el cauce, lo que provoca técnicamente un estrangulamiento. Esto hace que aumente el nivel de la quebrada con cada palo de agua y se produzcan desbordamientos.
Según el declarante, para esta temporada no se puede prever el comportamiento de las lluvias, pues dependerá de factores globales como el fenómeno de El Niño, que posiblemente se registre este año.
No obstante, refirió que igualmente los movimientos de masas se activan cada año, particularmente en el suroeste de Caracas, en las cuencas de los ríos Guaire, San Pedro, Macarao y El Valle.
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16-05-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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