viernes, 14 de marzo de 2014

Es fácil concebir planes urbanísticos sin plantear etapas ni fondos para ejecutarlos

ENTORNO URBANO

VICTOR ARTIS 

Propósito
Durante más de una década El Universal, con generosidad, cada 15 días ha dado cabida a estas opiniones sobre urbanismo que intentan señalar opciones para mejorar ciudades, evitando criticar con obsesión. Sugerir alternativas y proponer correcciones o enmiendas procura ser un modo de juzgar procederes equivocados para guiar el crecimiento de las áreas urbanas, sumidas, por ahora, en fase de extrema mediocridad urbanística. Quizás sea una ilusión o un deseo suponer que habrá mejoría, pero nace de un inmenso optimismo que avizora el pronto final de esta etapa de incompetencia.

Las deficiencias en la práctica del urbanismo no son exclusivas de estos tres últimos lustros. Están presentes desde que el país, por creer que la inundación de riqueza petrolera es un mérito propio, enfrenta con facilismo el aumento de población y su alojamiento en áreas urbanas. Es fácil concebir planes urbanísticos como dibujos de un futuro hipotético, sin plantear etapas ni recursos para ejecutarlas, pero ello conduce a ignorarlos al preparar presupuestos anuales de inversión. Excepciones son el inicio de Ciudad Guayana y el Metro, donde por entender las ciudades como una continuidad de procesos, se previó evolucionar a la par del aumento de la demanda. Ambos casos aconsejan que la planificación urbana sea permanente o continua, no espasmódica, para ajustar los planes a los incontables cambios que generan las variaciones de las sociedades, a cambios que a veces nacen de la necesidad de resolver crisis o a influencias de personajes, como ha ocurrido con el Parque Central, la Universidad Simón Bolívar, el Paseo Los Próceres y el Foro Libertador.

Nuestra planificación urbana ha consistido en elaborar excelentes diagnósticos. en la sumisa incorporación de hechos cumplidos y en proponer macrosoluciones sin seguridad de contar con fondos. Si una persona planea sus actividades para gastar una cantidad y otras para gastar el doble, igual debería suceder en una ciudad o en un país. Un plan sin recursos solo es un mapa, lo que favorece la improvisación, sobre todo cuando se confunde mandar con gobernar, que no son sinónimos.

La escasa calidad de los planes urbanos y en consecuencia de pueblos y ciudades no es culpa exclusiva del Gobierno actual, sino de acumular mal desempeño por muchos años. Es peligroso seguir entendiendo planes como dibujos para autorizar nuevos desarrollos sin certeza de disponer de servicios públicos y de circulación eficiente. Tal es el caso de la Ordenanza del Sureste en Caracas.

Una vez concluida esta agobiante fase de predominio de la incompetencia retornarán actores anteriores ofreciendo su experiencia y será bienvenida, pero convendrá asumir el propósito de definir términos de los planes sobre secuencia de desarrollo y compromiso de recursos, puntos que requerirán continuidad. Aquí sería valioso el desempeño de las universidades, al educar y al contratar trabajos, actividad que merece ser enfocada como ocasión para investigar y ampliar conocimientos. 

vartisg@gmail.com

El Universal
01-03-2014

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo corredor_inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
twitter: @Henry_Medina
hmedina30@yahoo.es


Linkedin: http://ve.linkedin.com/pub/henry-medina/21/59b/59b


Google+: https://plus.google.com/108329109591316882731/posts

SUSCRIBETE 100% AL EXCLUSIVO GRUPO YAHOO CORREDOR_INMOBILIARIO HENRY MEDINA

Subscribir:
corredor_inmobiliario-subscribe@yahoogroups.com

MAS INFORMACION: http://ow.ly/r9QoW

No hay comentarios:

Publicar un comentario