Expropiar también afecta a las iglesias

En Nuevo Prado se mantiene la amenaza se tomar templo Las Acacias
JORGE HERNÁNDEZ
Los pastores nacionales de la Iglesia Evangélica Pentecostal del país se reunieron esta semana para dar un espaldarazo a la feligresía que hace vida desde hace 30 años en su sede del sector Las Acacias de Nuevo Prado, parroquia Santa Rosalía, en caso de que las acciones de algunos miembros del "Gabinete Cultural de la Alcaldía de Libertador" se concreten: "Expropiar lo que antes fue el teatro Lincon", afirma Arelis Maldonado, vocera comunal de la urbanización.

Las amenazas y posterior expropiación y desalojo de propiedades de las distintas comunidades cristianas de la ciudad comenzaron a inicios de febrero de 2010 cuando el entonces presidente de la República, Hugo Chávez, ordenó al alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, expropiar el edificio Gradillas de la plaza Bolívar, propiedad del Capítulo Metropolitano (Iglesia Católica), junto a otras tres edificaciones del centro: La Francia, hotel Plaza Catedral y edificio José Mendoza. Las expropiaciones se extendieron al terreno del Centro Cristiano Imperial en diciembre de 2010, ubicado en la esquina de Velásquez a Santa Rosalía de la parroquia Santa Teresa, donde hoy se levanta una edificación de la Misión Vivienda, y a la Iglesia Nueva Jerusalén de El Paraíso ese año.

En 2011 también fue desalojada la feligresía que acudía a las instalaciones del teatro Junín de El Silencio. El propósito era recuperar esa estructura y dedicarla a programación cultural, pero todavía hoy hacen reparaciones.

Con las expropiaciones, desalojos y amenazas sobre al menos cinco inmuebles de diferentes comunidades cristianas de Caracas se cuentan 11.500 feligreses afectados, según cifras de sus principales pastores.

María Andrade, vocera del consejo comunal Primera Calle El Triángulo de Santa Rosalía, resaltó en la Iglesia Evangélica Pentecostal Las Acacias se ayudan a miles de ciudadanos y se realizan actividades culturales para niños y adultos (danza, teatro y mimo). "Son 84 consejos comunales beneficiados. Dos mil personas de bajos recursos reciben bolsas de comida cada mes. Todas las actividades son gratuitas".

Maldonado, por su parte, relató que las amenazas de expropiación sobre el templo evangélico de Nuevo Prado comenzaron porque hay artistas de la comunidad, ligados a agrupaciones de salsa, que quieren tomar las instalaciones para beneficiarse. "Hablé con funcionarios de Libertador y me confirmaron que el proyecto como tal no es concreto, pero está en estudio en el Gabinete Cultural".

Mientras que Ramón Joel Díaz, pastor supervisor del Centro Cristiano Imperial expropiado en Santa Teresa, contó que la exprocuradora de la República, Cilia Flores, le mintió al país cuando dijo que le habían pagado su terreno hace un año. "Firmamos un acuerdo para que nos pagaron solo 50% del valor del terreno, Bs 2,3 millones, y a la fecha no cumplen. Pedimos ayuda para ir a Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) a denunciar las expropiaciones. En junio queremos ir a la oficina principal de Derechos Humanos de Costa Rica a exponer los ataques a las iglesias. Fuimos robados".

Sobre el edificio Gradillas voceros de la Iglesia Católica destacaron que el Gobierno no les pagó y que se perdieron recursos para mantener sus templos y ayudar a los feligreses. En tanto, los encargados del extinto Centro de Orientación Cristiana Nuevo Pacto que funcionaba en el teatro Junín fueron desalojados sin indemnización, ni reubicación por parte del Estado para la libre práctica de la religión de unos 300 feligreses.

LA FELIGRESÍA SOBREVIVE A LOS ATAQUES

• Ramón Joel Díaz, pastor supervisor del Centro Cristiano Imperial expropiado en Santa Teresa, denunció que luego de la expropiación les tocó alquilar un local en la parroquia Candelaria para atender a tres mil hermanos. Destacó que se quedaron en la quiebra, pero rezan por la paz y unión de todos.

• Los ocho mil miembros presenciales de la Iglesia Evangélica Pentecostal Las Acacias de Nuevo Prado adelantan que se defenderán ante cualquier ataque de la Alcaldía de Libertador que perjudique su acción social.

• Luego de la expropiación del edificio Gradillas de la plaza Bolívar de Caracas la Iglesia Católica dejó de percibir recursos de al menos 80 comerciantes arrendados en el lugar, con los cuales atendían programas sociales.

• Con la expropiación de cuatro propiedades de movimientos cristianos del municipio Libertador los feligreses perdieron alrededor de 10 mil metros cuadrados donde se reunían para alabar a Dios y ejecutar actividades culturales y recreativas en beneficio de vecinos y visitantes de Caracas y de otros estados.

• Los fieles que acudían al teatro Junín y a El Paraíso (al menos 500 personas) hacen trabajo de calle para llevar sus alabanzas a Dios, una esquina o un hogares de la ciudad les es útil.

• Eleine Diamo, abogada de la Iglesia Evangélica Pentecostal Las Acacias de Nuevo Prado, parroquia Santa Rosalía, acudió el miércoles a la Asamblea Nacional y a la sede de la alcaldía de Libertador en el centro de Caracas para averiguar si realmente se está pensando en expropiar el lugar. En ambas instituciones negaron la medida.

El Unikversal
17-05-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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