Lomas de Urdaneta, Catia, urbanismo construido por venezolanos para venezolanos, en tiempos de la penúltima dictadura …
Lomas de Urdaneta es una urbanización popular ubicada en Catia, en el popular oeste caraqueño. La urbanización Generalísimo Francisco de Miranda, popularmente conocida como “Casalta”, también esta ubicada en el oeste capitalino. La Urbanización “Leonardo Ruiz Pineda”, la “José Antonio Páez” y “La Hacienda” quedan en Caricuao, en el Suroeste de la ciudad. Los edificios que alguna vez se llamaron “Radio Caracas” y luego designaron como “Radio Valle” quedan precisamente en El Valle, al sur de la urbe; “Pedro Camejo” y “Simón Rodríguez” son nombres que distinguen a urbanizaciones populares ubicadas en el norte de Caracas, literalmente al pié del Ávila.
Caricuao, urbanismo construido por venezolanos para venezolanos, en tiempos de la experiencia democrática 1958-1998…
Todos estos espacios comunitarios fueron construidos por el Estado venezolano hace mas de 60, 50 y 40 años. Algunas fueron levantadas por una institución ejemplar llamada el Banco Obrero. Otras fueron construidas por la continuidad histórica de esa institución, otro organismo público conocido como el INAVI, Instituto Nacional de la Vivienda. Siempre, siempre, estas instituciones estuvieron dirigidas por gerentes, arquitectos y urbanistas venezolanos. Y en el levantamiento de estas grandes obras siempre fueron los obreros venezolanos los que con su esfuerzo y conocimiento hicieron ciudad y país.
Piscina del Bloque 8 de Lomas de Urdaneta (tiene años dañada, pero revela un diseño urbano para los sectores populares que contemplaba todos los servicios y no sólo los “básicos”…)
Pero, ¿Cómo eran esas “viviendas de interés social” construidas por el Estado Venezolano hace 60, 50 y 40 años? ¿Eran, por casualidad, “cajas de fósforo”, “viviendas indignas”, por la baja calidad de los materiales utilizados, por la escasa calidad del diseño o por la precariedad del equipamiento urbano? ¡Nada que ver! Muchos de los lectores los saben, porque tuvieron la suerte de vivir allí, o por tener algún familiar que residiera en estos espacios urbanos: Resulta que algunos “bloques” de Lomas de Urdaneta tenían piscina, biblioteca (¡Sí, piscina y biblioteca!), parque infantil, y canchas deportivas con gradas de concreto armado. El diseño arquitectónico de Casalta incluye un paisajismo que hace que vivir en uno de esos amplios apartamentos sea como residir en un verdadero Jardín Botánico.
Biblioteca del Bloque 8 de Lomas de Urdaneta; En Caricuao la democracia construyó también la biblioteca “Aquiles Nazoa”…
En Ruiz Pineda el equipamiento urbano de esa urbanización popular ubicó en el entorno de cada edificio parques infantiles, canchas deportivas, espacios para el comercio minorista, áreas verdes, escuelas, liceos y en un extremo de la urbanización un Hospital Materno Infantil. En la urbanización José Antonio Páez, popularmente conocida como la UD4, la pared del fondo de los ascensores se abre para duplicar su capacidad y así poder subir cómodamente muebles y mudanzas completas. Frente al Bloque 17 de la UD5 en La Hacienda, también ubicada en Caricuao, hay un vivero, un parque infantil extremadamente bien equipado y… ¡un gimnasio! La Iglesia de Simón Rodríguez es una joya de la vanguardia arquitectónica latinoamericana, obra de Carlos Raúl Villanueva. Y así podemos seguir hasta el infinito, enumerando las maravillas que el trabajo de arquitectos, urbanistas, maestros de obra y obreros VENEZOLANOS convirtieron en características de la “vivienda de interés social” construida en el pasado por el Estado.
“Machihembrado” de aglomerado barato, de aspecto similar al corcho, en los techos de la urbanización “El Palmar”, construida por el actual gobierno en los Valles del Tuy…
Forzoso es comparar esta ejecutoria histórica de nosotros los venezolanos en materia de vivienda para el pueblo con lo que esta ocurriendo hoy. El actual gobierno no sólo es el que menos viviendas ha hecho en los últimos 70 años, sino que además las pocas viviendas que ha construido, directamente o a través de contratistas, constituyen un dramático, triste y ofensivo salto atrás en cuanto a la calidad de los materiales utilizados, la indigencia del diseño y la desaparición del equipamiento urbano.
Baldosas en baños y pisos de la “Urbanización Socialista El Palmar”, cerca de Santa Teresa del Tuy, se abomban y estallan solas…
Para evaluar la magnitud del fracaso del gobierno de Chávez en materia de vivienda de interés social basta ir y ver las casas de la urbanización “El Palmar”, en Santa Teresa del Tuy, y observar sus techos con machihembrado de corcho (¡Si, de un material aglomerado barato similar al corcho, que se pudre en semanas!), y sus pisos con baldosas que se abomban y estallan, para constatar lo peligroso de una construcción que combina materiales de tercera con trabajo mal hecho.
Sin fuentes de trabajo ni cupos escolares, nuestros hermanos “exiliados” en la “Ciudad Socialista Caribia” añaden su demanda a la ya colapsada autopista Caracas-La Guaira…
Para constatar el retroceso de la calidad del desempeño oficial en materia de vivienda de interés social basta ver las llamadas “petrocasas”, que combinan el uso de materiales potencialmente dañinos a la salud con un diseño chato, plano, estándar, ajeno a nuestro clima e idiosincrasia. Basta ver a nuestros hermanos exiliados en “Ciudad Caribia”, sin fuentes de trabajo, sin transporte colectivo suficiente y agregando su demanda a una vialidad ya colapsada, como lo es la autopista Caracas-La Guaira. Basta ver, en fin, los “edificios-express” de la mal llamada “Gran Misión Vivienda Venezuela”, cajas de concreto llenas de ventanitas, sin parques como en Caricuao, sin jardines como en Casalta, sin iglesias como en Simón Rodríguez, sin bibliotecas como en Lomas de Urdaneta, es decir, sin equipamiento urbano, con el concepto de “vivienda” reducido a cuatro paredes y un techo, hasta sin estacionamientos, y además agravando el colapso de las ya rebasadas redes de servicio público en las zonas donde están ubicados.
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Cuando las urbanizaciones populares eran construidas por venezolanos los resultados eran excelentes, aunque el barril de petróleo estaba a 2, 4, 6 o 9 dólares. En la gráfica, la urbanización Generalísimo Francisco de Miranda, conocida como “Casalta”…
Las excelentes urbanizaciones populares que mencionamos al inicio de este trabajo fueron hechas por distintos gobierno en distintos tipos de regímenes: Algunas fueron levantadas por el gobierno de Medina Angarita, en tiempos de la transición del gomecismo a la democracia; otras fueron hechas en tiempos de la dictadura de Pérez Jiménez; Otras fueron construidas por la democracia venezolana en el período 1958-1998. Todos esos estupendos ejemplos de como se diseña y se construye vivienda social fueron hechos por venezolanos para venezolanos, en tiempos en los que el barril de petróleo tenía un precio internacional de dos, cuatro, cinco y hasta nueve dólares.
En la actualidad, el gobierno DESNACIONALIZÓ la industria de la construcción, y sus “amigos” rusos, chinos, bielorrusos e iraníes construyen viviendas de ínfima calidad a precio de oro, aprovechando unos precios internacionales que colocan al petróleo venezolano por encima de 100 dólares el barril. En la gráfica, el presidente saliente en Fuerte Tiuna, donde obreros CHINOS trabajan sin seguridad industrial, lo que ha costado vidas...
El contraste es notoriamente ventajoso con este tiempo, en que para vergüenza de la Patria el gobierno ha DESNACIONALIZADO la industria de la construcción. Tiempo en que chinos, rusos, iraníes y bielorrusos construyen viviendas de ínfima calidad a precio de oro, gracias a un precio internacional del petróleo que ubica al barril venezolano por encima de los 100 dólares.
Recuperar la calidad de vida de nuestras urbanizaciones populares y retomar la tradición venezolana de excelencia en la construcción de viviendas de interés social es el reto que debe enfrentar un país unido y un nuevo presidente. En la gráfica el Super-Bloque El Paraíso, obra de Carlos Raúl Villanueva, en cuyos alrededores fue perpetrado un ECOCIDIO por el actual gobierno…
Recuperar la calidad de vida de nuestras urbanizaciones populares mediante la inversión pública en mantenimiento y promoviendo la organización comunitaria; Recuperar la tradición de excelencia venezolana en la construcción de viviendas de interés social y habilitar en lo posible los “macro-ranchos de concreto” que actualmente construye el frenesí electorero gubernamental, son sólo algunos de los retos que en esta materia enfrentaremos los venezolanos en el futuro inmediato.
Estos y otros retos serán enfrentados y resueltos exitosamente por un país unido y un nuevo presidente, un país en el que talento y organización popular, capital y voluntad política actuaran juntos para construir calidad de vida para todos y todas.
Ese, precisamente, es EL CAMINO.
El radar de los barrios
19-08 2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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