viernes, 7 de septiembre de 2012

Protestas de damnificados no han sido escuchadas

Cada día, Aurora Heredia de 82 años de edad sube y baja las escaleras del refugio localizado en la Torre El Chorro. No lo hace por gusto, sino porque de los seis ascensores sólo funciona uno. Heredia vive en el piso cinco del albergue apadrinado por la Alcaldía de Libertador y el Ministerio de Interior y Justicia.

Hace un mes, debido a la lluvia, perdió su vivienda en Propatria. Tiene dos hijos: una mujer de 55 años de edad que sufre de esquizofrenia y un hombre de 45 años con problemas de alcohol.

Antes de quedar damnificados mantenía la casa con su pensión. Ahora no tiene que pagar por comida ni por los servicios, pues se lo suministran en el albergue, pero igual reza porque le adjudiquen pronto una vivienda.

Los primeros damnificados llegaron a la esquina de Chorro a fines de 2010; eran alrededor de 1.800 personas que se repartieron los pisos 4 al 16. Con los planes de vivienda que adelanta el Gobierno, la mitad de esos refugiados recibieron una casa, de acuerdo con la cuenta que llevan los alojados en la torre. El resto sigue allí. Unos, con la esperanza de recibir un apartamento en La Paz, en los próximos tres meses; para el resto, el futuro es incierto.

Al edificio no para de llegar gente. Dicen que hace dos meses estuvo casi vacío, pero se volvió a llenar. Teresa Flores está allí desde hace un año. Ella no es damnificada. Hace 12 años la casa en la que trabajaba y vivía en La Pastora la donaron para convertirla en un albergue de niños. “Desde entonces el Presidente Chávez me ofreció una vivienda, pero todavía la estoy esperando. Tuve que suplicarle al alcalde Jorge Rodríguez que me dejara estar aquí porque no podía seguir pagando alquiler”, relata.

Rosenda Espinoza llegó desde La Vega hace cinco meses. No sale mucho porque deben operarla de la rodilla y no puede subir ni bajar escaleras.

Aunque reciben comida, una paga mensual de 1.200 bolívares y atención médica gratuita, las condiciones del refugio no son óptimas. Los damnificados reportaron un brote de meningitis viral en el piso 8 del edificio, mientras que en el piso 5 informaron de varios niños contagiados de una enfermedad respiratoria conocida como coqueluche o tos ferina.

Las ratas, cucarachas y chiripas se convirtieron en sus compañeras de piso.

Derecho a protestar

El 26 de enero, los habitantes de ese refugio protestaron por más de 12 horas para exigir mejoras.

Las viviendas son la segunda causa por la cual protestan los venezolanos –la primera son las reivindicaciones laborales–. El informe Tendencias de la Conflictividad Social en Venezuela. Primer semestre 2012, elaborado por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, revela que en el primer semestre del año hubo 772 manifestaciones por esa causa. El texto refiere que “las concentraciones y cierres de calle contrastan con los datos ofrecidos por las autoridades del Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat, afirmando que, al cierre de junio, la Gran Misión Vivienda Venezuela ha culminado 223.373 unidades habitacionales, lo que implica el cumplimiento de 64% de la meta trazada”.

Quienes exigen casa no son sólo aquellos que la perdieron a consecuencia de las lluvias. Frente a un edificio de la Misión Vivienda, localizado en el puente de los leones, en El Paraíso, representantes de 40 familias llevan 9 días durmiendo en carpas a la espera de que les adjudiquen un apartamento.

Las familias fueron desalojadas de ese mismo terreno en 2002. Desde entonces realizaban las gestiones para ser incorporados a algún programa social que les garantizara un techo. “Sólo queremos que nos adjudiquen 40 de los 1.104 apartamentos que están construyendo en el terreno del que nos desalojaron”, afirma Joel Santana.

Marco Antonio Ponce, coordinador del observatorio, señaló que si bien tiene mucha proyección mediática el discurso de la Misión Vivienda, el número de protestas registradas evidencia que en la práctica no se ven los resultados.

Sólo 13.673 casas

Según cifras ofrecidas por el general Ramón Viña, coordinador nacional de la Comisión Presidencial para los Refugios Dignos, a la Agencia Venezolana de Noticias, hasta julio han sido atendidas 38.000 familias, de las cuales permanecen refugiadas 24.237. A ese grupo se suman 856 familias que perdieron su vivienda por las lluvias de agosto pasado, lo que da 25.093 familias sin techo.

La promesa es que de ese grupo, 20.015 reciban su casa en 2012, aunque eso todavía está por verse. Viña sostuvo que entre 2010 y 2012 se entregaron 33.337 apartamentos, pero, de acuerdo con las cifras suministradas por él, sólo han entregado 13.673 casas a damnificados.

Provea elaboró el informe Gran Misión Vivienda Venezuela un año después. Encontraron que de marzo de 2011 al 15 de mayo de 2012 la misión entregó 44.954 viviendas. Rafael Uzcátegui, investigador del Derecho a la Vivienda en Provea, explicó la incongruencia debido a la dificultad para obtener cifras y datos oficiales de la misión.

Las Cifras

660 refugios están habilitados en 17 estados del país. En 2010 eran 1.004

16.346 familias están damnificadas en Distrito Capital.

El Nacional
04-09-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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