jueves, 6 de septiembre de 2012

Escasez de insumos y Misión Vivienda rezagan la construcción

La escasez de cemento y cabillas mantiene en aprietos a quienes, desde su hogar o una empresa, aspiran construir en Guayana, debido a la baja en la producción y la prioridad en el despacho para la Gran Misión Vivienda Venezuela.

En un recorrido por ferreterías en Castillito, Puerto Ordaz, el intento de los clientes de encontrar cemento, cabillas o mantos asfálticos resultan en vano. “Desde hace tres días he recorrido todo Castillito de arriba a abajo buscando cemento y no he encontrado. Estoy trabajando en una pequeña construcción de un amigo y ha sido poco a poco… a medida que encontramos lo que necesitamos”, afirma Johan Hernández.

Además de la lenta y casi paralización de las construcciones, la escasez afecta la economía de los comerciales y ferreterías que desde hace más de un año y medio no reciben ni venden cabillas (la más buscada es al de 3/8, que es para vivienda); el despacho del cemento es inconstante.

La regulación de precios más reciente ocurrió en octubre del año pasado. La Gaceta Oficial 39.829, del 27 de diciembre de 2011, oficializó los precios que tenía, entonces, ocho años sin actualizar: el gris Portland tipo I pasó de 8,35 bolívares a 15, a puerta de fábrica y a 20, como precio máximo de venta; el Portlan tipo III cuesta entre 18 (a boca de planta) y 22 bolívares como tope de cobro.

“Mira así como he encontrado en ciertas partes la bolsa de cemento en 60 también la he comprado en 100 bolívares y no queda de otra que pagarla porque entonces si no, no terminamos de construir jamás”, manifestó Hernández.

La redacción se puso en contacto con el gerente de Promoacero, Néstor Astudillo, departamento de Sidor encargado de Ferresidor, pero indicó que no estaba autorizado para informar sobre la disponibilidad de cabillas ni cemento, ni otro tema.

Lento, pero no seguro
La Cámara de la Construcción realiza constantes visitas a ferreterías para hacer un sondeo de la situación y comparar los precios, como por ejemplo el del cemento.

El malestar del gremio es el mismo que el de los compradores y vendedores, inclusive.

“Uno no tiene ni idea de cuándo llegará el cemento por ejemplo, por eso tenemos que andar pendiente por aquí (Castillito) siempre dando vueltas para comprar enseguida que llegue, porque hasta se caen a golpes por un saco”, sostiene Hernández.

“Nos afecta porque hemos dejado de vender lo que más se busca y las plantas y empresas a las que les comprábamos lo que nos dicen es que tienen una pieza dañada o algo así”, explicó José Tabet, comerciante.

El presidente de la Cámara de la Construcción en el estado Bolívar, Oscar Gómez, explicó que la causa de esta situación es que el gran porcentaje de lo que se produce está dirigido a la Gran Misión Vivienda Venezuela, lo que excluye a particulares y comercio.

El lento paso de las construcciones ha causado estragos en la economía de este sector en todo el país, Gómez, y prueba de ello afirma son los 10 trimestres consecutivos que lleva en caída el sector privado de la construcción.

Muy por el contrario al sector público, que lleva cuatro trimestres consecutivos (un año, desde el inicio de la Gran Misión Vivienda Venezuela). El Banco Central de Venezuela en su reporte más reciente sobre el producto interno bruto explica que en esta área confirma que este crecimiento sostenido se debe a la demanda de obras “tanto del Gobierno general (67,7%) como de las empresas petroleras y no petroleras (16,5%). La construcción formal de obras de carácter residencial aumentó 44,6%” en el lapso entre abril y junio.

El presidente regional de la Cámara de la Construcción indicó que en reiteradas veces han pedido conversas con las autoridades de plantas y empresas fabricantes para discutir la situación y plantear soluciones que han redactado todas las cámaras del país. La insistencia no ha sido efectiva.

Lo público o lo privado
La caída del sector privado de la construcción es producto de la baja producción que tienen las cementeras y las siderúrgicas como es el caso de Sidor.

Los inconvenientes que ha presentado Sidor y la falta de mantenimiento de las áreas donde se fabrican las cabillas ha sido la raíz del desabastecimiento.

En todo caso, de construir conforme a su capacidad instalada, las 30 mil cabillas están comprometidas para la Misión Vivienda.

Sin embargo, la producción del tipo de las barras de acero está sujeta a la demanda de los compradores (el Gobierno) cuya prioridad es la construcción de obras de gran envergadura: Tocoma y tercer puente sobre el Orinoco.

La política de Sidor es destinar 80 por ciento de la producción de cabillas al sector público y el 20 restante para el privado.

“Debería haber más producción para que además de lo que se envía a la Gran Misión Vivienda los particulares también tengan acceso a los materiales, pero no es así”, manifestó el presidente de la Cámara de la Construcción.

Correo del Caroní
04-09-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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