El kilo de cabilla cuesta 2,5 bs
Las lluvias de los últimos días casi dejan sin vivienda a José Guerrero. Ahora debe levantar una pared que el agua se llevó. Pero eso sería lo de menos si al llegar a la ferretería más cercana a su casa consiguiera lo que busca. Guerrero tiene que comprar no solo cemento sino también cabilla, dos insumos básicos en la industria de la construcción que fallan cada día con más frecuencia en el mercado.
En la ferretería donde lo encontramos, en el este de la ciudad, nos contó que había recorrido otros dos establecimientos. En este último logró conseguir cemento a 50 bolívares el saco (el precio regulado en diciembre 2011 oscila entre Bs 18 y 22), pero no cabilla. El saco debía comprarlo con una bolsa de arena, una especie de combo, que es como lo venden en algunas ferreterías.
El caso de los compradores lo padecen también los comerciantes. Un vendedor de una ferretería ubicada en Boleíta contó que desde noviembre no recibe cabilla, mientras hace maromas para conseguir cemento. “El cemento es un producto básico para nosotros como lo es la harina para las panaderías. Hemos estado hasta un mes sin cemento, de brazos cruzados”, comentó un ferretero que no quiso identificarse por temor a represalias.
Señaló que por más intentos que han hecho ante la Corporación Socialista de Cemento, controlada por el Estado, para lograr un cupo y con ello suministro regular del producto, no ha habido respuesta positiva. Mientras, terceros buscan hacer negocios con este insumo o con la cabilla.
“En este negocio hay muchas mafias. A mí me han ofrecido un camión de cabillas de media (pulgada) por 310 mil bolívares (cuatro veces más su valor), sin factura”, denunció, al agregar que en muchos casos, detrás de la gandola, viene un contingente de la Guardia Nacional, el Indepabis y, además de confiscar la mercancía, imponen multas. Pero todo no queda allí, en algunos casos el camión es “reciclado”; es decir, ofrecido a otro incauto, con las mismas consecuencias.
A Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), le llama la atención que las autoridades denuncien la pérdida de gandolas con materiales, especialmente cabilla. “¿Cómo se extravía un camión de cabilla?”, se pregunta, convencido de que no es algo que pueda ocultarse con facilidad.
Observa que ni se está produciendo en los niveles que dice el Gobierno ni los precios a los que se comercializan ambos rubros son los regulados. Y una muestra de ello es el brinco que registraron ambos productos en el último año, según el Banco Central de Venezuela.
Otro asunto que preocupa es la menor resistencia de la cabilla que se está importando y que obliga a usar más de las necesarias para cubrir el requerimiento, elevando los costos de la construcción.
La misma historia. Alejandro López, encargado del despacho de materiales en la ferretería El Pico, ubicada en Mariche, denunció que han pasado semanas sin cemento. El sábado tenían un “poquito” de cabilla, que llegó después de cuatro o seis meses. En EPA ambos productos brillan por su ausencia
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18-06-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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