Urbanistas indican que es necesaria una correcta intervención del espacio residual.
RAFAEL ARIAS
JORGE HERNÁNDEZ
En la ciudad los espacios públicos se caracterizan por ser zonas de encuentro, lugares para conversar, contemplar, animarse o ejercitarse. Por ello las plazas representan esos oasis citadinos que permiten integrar la infraestructura urbana en conexión directa con el ciudadano.
Para la arquitecto Michel Vidal, Caracas aún está ávida de espacios urbanos que le den ese carácter igualitario a los que conviven en ella.
"Las dimensiones es algo relativo pero toda urbe demanda que los espacios públicos estén acondicionados a las necesidades inmediatas de sus integrantes y que fomenten el encuentro ciudadano".
Explicó que para que las plazas sean funcionales es necesario que cumplan con requerimientos de diseño y urbanidad. "No hay que olvidar las características demográficas tropicales que tiene nuestro país por lo que se necesita sombra, vegetación, agua, colores y materiales que cumplan su función".
Sostuvo que muchos lugares se encuentran actualmente abandonados en el tema de la seguridad. "Todo espacio público debe garantizar seguridad y servicios para que de esa forma el ciudadano lo haga formar parte de su entorno cotidiano".
El profesor universitario y magister en diseño urbano Franco Micucci explica que es necesario sectorizar los espacios según su naturaleza y funcionalidad.
"Hay mucho espacio residual que puede ser usado con una correcta intervención. Lo que falta es una acertada planificación y una verdadera noción de como debe ser una ciudad".
Manifiesta que los lugares de esparcimiento "deben funcionar en redes". "La respuesta a la colectividad es que el espacio público sea útil, si no el esfuerzo se pierde; ante la ausencia de una oferta de actividad el lugar destinado se termina convirtiendo en un espacio decorativo".
El investigador y arquitecto David Viloria propone la creación de un subsistema de plazas. "Las cuales puedan entrelazarse a través de aceras para dar una continuidad urbana y cohesión espacial para a su vez conformar un sistema intervecinal de plazas públicas".
Una de las plazas poco conocidas en el municipio Chacao es la Gran Colombia, ubicada en la calle El Parque, de la urbanización Campo Alegre. Este espacio rectangular tiene una superficie de 2593 m2, en la que se erige el busto de Francisco Antonio Zea donado por la República de Colombia. Los árboles que se encuentran en esta plaza son acacias, ceibas, mangos y ficus. También hay bancos de cemento.
Muy cerca de ahí en la misma calle El Parque se encuentra la plaza Robert Banden-Powell, que comprende una redoma de 486 m2, donde se ubica un pedestal del reconocido Boy Scout esculpido por el artista brasilero Vicente Larocca en Sao Paulo en 1960. En los bordes de la redoma crecen unas palmas de pequeña altura.
Proyectos en ejecución
En Chacao uno de los proyectos pendientes es la plaza "El Inmigrante", ubicada en la Calle Guaicaipuro con Sucre. La obra pertenece al arquitecto Alessandro Famiglietti y ofrecerá 11.100 m2, con cinco pisos de estacionamientos. Entre 2015 y 2016 se han invertido 594 millones 451 mil 989,28 bolívares. Contará con sala de lectura, ludoteca, gimnasio. La terraza tendrá una cancha y pista de trote. Su inauguración está prevista para octubre 2017.
Gladys Rodríguez, directora de gestión urbana de Chacao explicó que se encuentran desarrollando proyectos en comunión con la empresa privada y otras dependencias metropolitanas para el rescate e incorporación de nuevos espacios. "Tenemos el proyecto de una nueva plaza frente al Altamira Tennis Club junto a la embajada del Perú, asimismo implementaremos unas recuperaciones en la plaza Francia. De igual forma para 2017 seguiremos trabajando para contribuir con la recuperación de espacios".
Mientras que en el municipio Libertador la alcaldía ha hecho esfuerzos por recuperar algunas plazas menos visitadas que por años fueron la casa de indigentes y delincuentes. Las plazas Italia, Artigas y San Martín de la parroquia San Juan recibieron reparaciones integrales y hoy cuentan con áreas verdes, parques infantiles y bancos modernos. "Allí solo falta la instalación de baños, bebederos de agua potable, expendios de comida típica y buena seguridad para darles más vida", comenta la urbanista Hilda Fleury, profesora de esta cátedra en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Las plazas Lisandro Alvarado de Propatria, Diego de Losada en Casalta, Pérez Bonalde y Sucre de Catia aunque recibieron mantenimiento son usadas como sitios de paso peatonal, de actividades políticas y de recreación de niños. "Estos espacios están descuidados", asegura José Quintero, vocero de la Asociación Civil Procatia y líder vecinal de la zona.
Al otro lado de la ciudad funcionan pequeños espacios que las alcaldías de Sucre, Baruta y El Hatillo acondicionaron para beneficio de los vecinos. "En Sucre las plazas La Felicidad de Caucagüita, Lomas del Ávila, California Sur y Los Ruices están en buenas condiciones para los visitantes, afirman voceros de la alcaldía.
En Baruta las plazas Morichal, Lincoln y El Cristo conservan su esencia. Mientras que en El Hatillo se cuentan hasta 40 plazas de menor tamaño con caminerías para deportistas y con áreas para mascotas, informó la arquitecto Mariela Moncada, profesora de la Universidad Simón Bolívar.
Crecen los espacios de bolsillo para la ciudad
Los gobiernos locales de Caracas se han propuesto humanizar los espacios de la capital de forma tal que puedan convertirse en verdaderas opciones para el ciudadano. Claro ejemplo es la plaza Bélgica un triángulo de 223 metros cuadrados que fue reinaugurada por el gobierno Belga en conjunto con la alcaldía de Chacao. La misma contiene una imagen del prócer Antonio José de Sucre, el cual está sobre un pedestal que posee tres arcos donde se incorporan los colores amarillo, rojo y negro propios del pueblo belga, así como el escudo de armas de la familia Sucre. Ahora cuenta con bancos de concreto y un nuevo ornamento que le da un aire más funcional para el disfrute de los vecinos.
Por su parte la plaza Hungría es otro ejemplo, ubicada en el Country Club, la cual posee una superficie de 523 mt2, en donde se ubica un monumento donado por la embajada de Hungría conformado por una pared de piedras con un relieve escultórico de bronce de una cúpula y dos cruces.
En la avenida Francisco de Miranda dentro de un espacio de 549 mt2 se encuentra la plaza Juan Pablo II con una escultura colocada sobre un pedestal redondo donde encuentra empuñando un callao coronado por Cristo en la cruz.
Otro de los espacios es la plaza Pajaritos en la avenida Luis Roche de Altamira. Esta redoma arbolada alberga una serie de maquinarias para ejercitarse al aire libre. Su nombre se debe a la cercanía con la quebrada Pajaritos. Todos espacios aptos para el disfrute.
rarias@eluniversal.com
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El Universal
02-10-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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