Habitantes promueven el turismo local para construir ciudadanía
JULIO MATERANO
Caracas.- Es casi mediodía. El sol arrecia y el calor avasallante pone la piel pegajosa, pero ni el ardor del clima ni las historias de criminalidad que ensombrecen la idiosincrasia de la parroquia detienen a los turistas que, en fila, deciden adentrarse al corazón de San Agustín. Son casi una veintena y para el imaginario colectivo están en territorio prohibido.
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Vienen de Brasil y de toda Venezuela y buscan completar el Cumbe Tours, una ruta turística emprendida por el Gabinete Cultural de San Agustín en un espacio de contradicciones. Las miradas solapadas de los vecinos, que reproducen el asombro compartido de una comunidad desacostumbrada a los foráneos, insinúan aires de cambio: la Fundación Grupo Madera y los lugareños también se han sumado para conquistar espacios de cultura, para la promoción del turismo.
Un propósito que buscan capitalizar aprovechando el mayor de sus recursos: el Metro Cable, que ha sido subutilizado, y la música, que es parte de la esencia local. Noel Márquez, presidente de la Fundación Grupo Madera, destaca que la intención es rescatar la identidad de una parroquia, que por sus famosas agrupaciones, ha merecido el epíteto de musical.
El séquito de turistas, personas que buscan ser impresionadas por una porción de ciudad que rinde tributo a San Juan Bautista, a la Cruz de Mayo y que vive al ritmo de la percusión, parte en un autobús desde el Teatro Teresa Carreño, en Bellas Artes. Y a mitad de camino es interceptado por músicos alborotados que se suben para agregar ritmo, canto e hilaridad al recorrido, que por ahora cuesta 2.000 bolívares.
"Esta es la parranda que no tiene fin, estamos paseando por San Agustín...", cantan.
Sin prometer mayor gloria que la misma cotidianidad, la primera parada es en el Fogón de Emilio, en el Pasaje 8, para degustar un postre a base de plátano maduro, papelón y queso; dulces mestizos y "leche de burra". La segunda es en "La Tasquita", el terreno donde abuelas, de la liga de bolas criollas Santiago León de Caracas, resuelven sus rivalidades.
Una diminuta tarima de concreto, las mesas servidas y la música que suena permanentemente hacen del sitio un punto de encuentro, donde confluyen el acervo cultural local y la parsimonia de una comunidad que baila para sepultar la violencia. Emilio Mujica, un habitante de 63 años que tiene la particularidad de haber sido concejal, y que se apartó de su curul para contar a través de dulces criollos el mestizaje de la parroquia, retrata a su gente con verbo sencillo pero sentido. "Somos gente buena, que quiere superar la violencia a costa de la música, el trabajo y construir un ideal de ciudad".
Sus habitantes
Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas hablan de 48.174 habitantes en la parroquia musical, dividida en dos porciones: el norte, que abarca el Teatro Teresa Carreño, parte de Los Caobos, Parque Central, el Hotel Alba Caracas, los museos de Los Niños, Ciencia y Bellas Artes, por mencionar algunos. Y el sur, que para algunos encarna el desgobierno de los barrios Hornos de Cal, La Charneca, El Mamón, Marín, La Ceiba y otros tantos.
"Somos un enclave urbano, la cuna de la música venezolana y afrocaribeña. De aquí han salido muchas agrupaciones. La percusión de artistas como Marc Anthony la hace Luisito Quintero, que es de aquí. La percusión que suena en Nueva York es de San Agustín", dice orgulloso el guía Noel Márquez.
La tercera escala del tours se hace en la zapatería de Sotero, la más popular. Allí el concierto es espontáneo; su voz y su guitarra se fusionan para interpretar una serenata. Cantar, admite, es un hábito que se hace rutina en ese lugar donde los bailadores acuden para remendar sus zapatos.
La próxima parada es en el Pasaje 5 donde los guías evocan los rasgos de la arquitectura vanguardista del siglo pasado, rememoran el asesinato de Leonardo Ruiz Pineda, quien hizo resistencia a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y repasan la historia local.
Por su color negro y facciones delicadas, Soledad Rondón, vecina del lugar, dice que personifica la raza mulata y el mestizaje que dan rostro a la parroquia. "Somos el corazón de Caracas y poca gente lo sabe", comenta entre risas, mientras adelanta con pasos resueltos a los turistas que caminan por el bulevar Leonardo Ruiz Pineda.
Así, sumergidos en una parranda musical, avanzan hasta la estación San Agustín del Metro Cable. Es la quinta pausa. Ya en lo alto, una panorámica de Caracas produce asombro a los visitantes. Son 2,1 Km de recorrido desde el cielo. A mitad del sistema, la parada es en la estación La Ceiba, donde van al Centro Cultural homónimo para disfrutar de una exposición musical de niños que se forman en el taller de percusión de Pedro "Guapachá".
Luego se reanuda la ruta con la visita al "Club los alegres all stars", un bar cercano que data de los 70, para bailar "salsa vieja". Ya en Parque Central, la fase final del itinerario, incluye una visita al estudio de grabación "Así como suena es". Allí todo está dispuesto para grabar un "sangueo" en honor a San Agustín. Las últimas estaciones son el Teatro Alameda y la plazoleta del Afinque de Marín, una comunidad que albergó un movimiento salsero.
Reinaldo Mijares, coordinador del Teatro Alameda y del tours, coincide con Márquez al asegurar que el propósito es edificar un referente de paz para desmontar el estigma de la violencia. "Estamos comprometidos a soñar, somos utopistas que construyen ciudadanía". La iniciativa va acompañada del programa "Marín Guaguancó de Colores", con el que han intervenido espacios públicos, construido 14 murales y rehabilitado fachadas.
Para reservar
Cuatro horas dura el Cumbe Tours, el recorrido organizado por el Gabinete Cultural de San Agustín; una de las 32 parroquias que integran el Área Metropolitana y que nació en diciembre de 1936, tras separarse de Santa Rosalía.
En el sitio los habitantes están profundamente orgullosos del Teatro Alameda, el templo por antonomasia de la música latinoamericana. El recinto, inaugurado en 1943, tiene un amplio valor patrimonial. En el lugar se presentaron estrellas como Celia Cruz, Pedro Infante y Jorge Negrete.
Para reservar los organizadores ponen a disposición el teléfono 04265160628 y el correo teatroalamedamarin@gmail.com. El proyecto está en fase piloto. Sus organizadores destacan que se trata de una idea que nació en el seno de la comunidad y que no depende de ninguna instancia de Gobierno.
La ruta cuenta con el resguardo de los vecinos e incluye degustaciones de dulces criollos, lugares para bailar y reencontrarse con la identidad de un territorio que ríe de día y le teme a las noches.
Hace cinco años la Fundación Grupo Madera inició "Petro Tambor", un proyecto de fabricación de instrumentos musicales, con tubos de PVC (un tipo de plástico), que son repartidos a niños de la zona.
En latinoamérica existen otras rutas similares que se han desarrollado con éxito en el barrio Simón Bolívar, en Bogotá, las favelas de Brasil y en Medellín, también en Colombia. Incluso en Caracas hay algunas rutas desarrolladas por Caracas Combo, una organización ciudadana que pretende develar la cara de una urbe que se vive.
El Universal
07-08-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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