La mayoría de las obras, como Testigos, están inspiradas en la naturaleza
El doble discurso del proyecto de arte en las vías expresas
DELIA MENESES
Las siete gotas de más de 6 metros de altura que instalaron a la altura del CCCT desataron una lluvia de críticas. La diatriba no fue por las gotas, propuesta artística del escultor Carlos Medina, sino por la gran cantidad de árboles y otras plantas que talaron y arrancaron de raíz para colocar las esculturas.
La obra es apreciada desde diversas ópticas por los caraqueños. A Lucía Martínez le parecen hermosas pero Miguel Yépez prefiere los arboles que ahí estaban. Para Elena Brito es irreparable el daño causado al ambiente con la tala de los árboles y piensa que todo artista plástico debe velar para que su obra no dañe la naturaleza, pues esto hace que su trabajo pierda valor.
Fragmento de lluvia para Caracas 1989-2014 forma parte del Proyecto Viarte, iniciativa de las artistas Geyka Urdaneta, Alejandra Urdaneta y María Luisa Delgado, que recibió el apoyo del Ministerio de Transporte Terrestre, y que ha implicado la instalación de otras seis esculturas, la mayoría ubicadas en la autopista Francisco Fajardo.
Las piezas han levantado opiniones encontradas entre arquitectos, paisajistas, ingenieros y el sector de las artes. Para algunos la iniciativa es el resultado de cosas esporádicas que hace el Gobierno pero no tiene que ver con una idea ordenada de acción sobre la ciudad. Otros han tildado de "enchufados" a los artistas involucrados, a lo que éstos han respondido que trabajaron con libertad y que nadie les preguntó sobre su ideología.
La mayoría de las esculturas están inspiradas en elementos ecológicos o de la naturaleza, pero el paisajismo donde se ubicaron está descuidado.
Para José Luis Mateo, arquitecto y paisajista, la iniciativa desde el punto de vista urbano es excelente, pero se empieza tardíamente con relación a muchas ciudades del mundo. Considera que se debe compaginar las obras con el paisajismo. "Tratar toda el área donde está la escultura y mantenerla, pues mejorando el entorno se exalta la pieza", señala. Algunos temen que los graffiteros del arte urbano no tarden en intervenir las obras.
El arquitecto Iván González lamenta que en este proyecto artístico la curaduría, alcances, costos y selección de los artistas sean desconocidas para los caraqueños. "Asumo que está pensado para el ornato, para intentar otorgar identidad a los distribuidores y favorecer la perspectiva fugaz del ciudadano que se desplaza en vehículo. La idea de reforzar los distribuidores con obras de arte habla de una ciudad que privilegia el vehículo, y deja de lado la urgente idea de reconstruir peatonalmente la ciudad".
Giovanni Bianco, secretario nacional del Colegio de Ingenieros, dice que no hay una lógica de prioridades, pues el foco debe ser mejorar y construir más vialidad y el mantenimiento de puentes y estructuras de control de altura de las autopistas.
Para algunos las obras son una distracción: en una ciudad con tanto tráfico, entre arte, la cola se hace más llevadera.
El Universal
01-06-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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