VICTOR ARTIS
Impuestos
Vivir en comunidad implica acordar reglas para convivir, establecer derechos y obligaciones así como definir los límites entre lo particular y lo colectivo. De esos acuerdos derivan compromisos para proveer servicios públicos, para la defensa en caso de agresiones y también previsiones ante desastres naturales como inundaciones, sismos o deslaves. El mismo origen tienen el cuido de la salud, la educación de las generaciones futuras y los instrumentos para asegurar el acatamiento a lo convenido. El costo de lo acordado debe ser cubierto por los miembros de la comunidad.
En los países, en las ciudades y en los pueblos, los convenios sociales generan costos que deben cubrir los miembros residentes con contribuciones obligatorias denominadas Impuestos. Cualquiera puede optar por vivir aislado y no contribuir pero nadie puede aspirar a beneficiarse gratuitamente del esfuerzo de otros. Con el propósito de procurar prosperidad al conjunto social, los impuestos se proporcionan al ingreso individual para diferencias y lograr cohesión y sentido de comunidad entre los ciudadanos, lo que puede ayudar a promover la prosperidad de todos.
En Venezuela esto no ocurre. Es frecuente ocultar ingresos para escamotear la obligación de contribuir o diferir el pago de impuestos hasta necesitar solvencias. Por su parte, los gobiernos, por disponer de recursos inmensos suelen perdonar compromisos y otorgar dádivas sin contraparte, actitud denominada populismo que trae como consecuencia que sea posible disfrutar de servicios y de seguridades sin obligación de contribuir. Esto inhibe el sentir una pertenencia que conlleve responsabilidad social e incite a participar en asuntos colectivos porque "alguien" resolverá los problemas. Es notable la disposición a exigir y la renuencia a contribuir, comportamiento defensivo y explicable en esta época sumida en inflación, sobretodo en cuanto a incompetencia.
En el ámbito municipal, la escasez de recursos genera déficit en educación, salud, recreación, mantenimiento de vías, transporte y gerencia, situación que puede perdurar si los vecinos no participan en la orientación de la administración. Superar esta colectiva falta de interés tomará mucho tiempo, pero gracias a que abarca una infinidad de tópicos, es factible iniciar acciones en cualquier momento. Un ejemplo son las urbanizaciones formales, donde es posible conocer en cada una, cuánto suma el aforo inmobiliario, cuanto se recauda, cuanto se gasta en mantenimiento y cuanto se debería gastar. Corregir fallas existentes, mantener en buen estado la urbanización y desempeñar las demás funciones municipales, son el grueso de los presupuestos anuales y en su formulación deberían participar los vecinos y de allí deducir si es adecuado o no el derecho de frente, adoptar prioridades, programar acciones y exigir eficiencia y transparencia. En muchos Municipios, esto no tiene importancia porque el gobierno nacional acude a solucionar carencias mediante el situado constitucional o con otros mecanismos que inhiben la participación de los ciudadanos porque "alguien" resolverá. No debería ser así.
vartisg@gmail.com
El Universal
01-02-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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