Más casas saturarán El Junquito

Maquinarias abandonadas y vialidad de tierra hay en el sector El Naranjal de la carretera Mamera-El Junquito

Expertos señalan que la vía por Mamera no soportará tránsito de más colectivos.

Desde el sector El Naranjal de la carretera Mamera-El Junquito el presidente Nicolás Maduro y el ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, anunciaron la construcción de 8.774 viviendas en un pulmón vegetal donde ya se abren vías de tierra y se aplanan terrenos que aún ceden con las lluvias, levantan torrenteras y parte de la vialidad en sus tres etapas.

A finales de septiembre de 2012 fue inaugurada la Carretera Mamera-El Junquito tras más de cinco años de retraso en un sector con invasiones, derrumbes y con 50.470 vecinos que ya residen en la parroquia, según cifras de 2011 del Instituto Nacional de Estadística.

Con la llegada de más de ocho mil viviendas al eje Mamera-El Junquito-Antímano-La Yaguara, según Molina, la población se duplicaría (más 40 mil personas), asegura Angélica Sánchez, líder vecinal de Mamera.

Al respecto, el ingeniero civil y profesor de vialidad de la Universidad Central de Venezuela, Javier García, aseguró que el Ejecutivo no pavimentó correctamente la carretera Mamera-El Junquito a pesar haber sido bien proyectada.

"Con ocho mil viviendas nuevas para personas de bajos recursos circularían 600 vehículos más por esa carretera (20% de la nueva población). No es un índice tan alto para una vía proyectada para aguantar 1.800 vehículos por hora y por carril en horas pico. No obstante, la calidad de pavimento que le colocaron si se verá afectada con mayor flujo de vehículos y de nuevas líneas de transporte público para los vecinos. Se deben revisar los drenajes viales y el aporte de sedimentos en las cunetas. La gestión de mantenimiento y conservación debe ser progresiva", destacó.

Sánchez asegura por su parte que luego del anuncio de Maduro el fin de semana, constructoras del Estado abandonaron las maquinarias en El Naranjal y el sector Yerbabuena mientras se contratan obreros para levantar viviendas y áreas para el cultivo de semillas. "Es un área inestable donde se necesitan infinidad de muros para proteger las viviendas", alertó.

García agregó que en una carretera con muchas pendientes hay que proyectar la construcción de más accesos viales y paradas de autobuses. "El entorno urbano no se dicta, se planifica. Ocho mil familias necesitarías buenos servicios y mejores vías. Todo bien construido aguanta. El problema es que deben realizarse estudios de suelo, sismológicos y de arrastres de sedimentos, y no se hacen".

José Ochoa, decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad Católica Andrés Bello, destaca en cambio que la Mamera-El Junquito "va a estar muy congestionada" con la llegada de más habitantes. "Normalmente los suelos alrededor de Caracas son inestables, tendrían que hacer mejores fundaciones y eso es muy costoso".

"Vamos a iniciar a final de este año la intervención en La Yaguara para construir 1.200 viviendas que deben culminarse en 2014, unas 2.300 en 2015, la misma cifra en 2016 y las últimas 1.900 viviendas en 2017, fecha en que el plan debe estar culminado", indicó Molina.

Neira Salomón, líder vecinal de Antímano, indicó por su parte que las obras de viviendas en el eje Mamera-Antímano-La Yaguara es una promesa reciclada. "En septiembre 2012 el presidente Chávez aprobó Bs 54 millones para el inicio de las obras en los tres sectores, que debieron iniciarse dos meses después sin éxito. Ahora intentan rescatarlas", dijo.

JORGE HERNÁNDEZ

El Universal
13-06-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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