Reducción de la jornada laboral afecta ejecución de los proyectos
MAYELA ARMAS H.
Desde el 2010 la construcción privada está en retroceso por la menor disponibilidad de insumos como cabillas y cemento y en lo que va de año esas fallas con el suministro de los materiales se han agudizado.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), Gilbert Dao, señaló que actualmente los mayores problemas se registran con el cemento, debido a que no se están efectuando despachos a las obras, especialmente a las de vivienda.
Ante esa restricción, las constructoras que tienen urgencia por culminar los desarrollos habitacionales están recibiendo cemento prestado de aquellas empresas que tienen disponibilidad.
En el primer trimestre dos de las tres cementeras estatales enfrentaron problemas operativos, pero según los voceros del sector, esas dificultades siguen sin solventarse.
Por ese bajo desempeño, las industrias están fabricando menos tipos de cemento, y por ejemplo, el cemento blanco ya no se consigue.
Dao apuntó que además de cemento, persisten las fallas con los productos de acero, específicamente con cabillas.
La producción de las siderúrgicas estatales este año ha seguido bajando y de lo que se fabrica el grueso se orienta a la Gran Misión Vivienda venezuela, de manera que al sector privado se le despachan pocos materiales.
El presidente de la organización comentó que aunado a esa producción, las tarifas de las empresas básicas están dolarizadas y tras la devaluación, los insumos de acero se encarecieron.
Las constructoras también están registrando dificultades con los productos importados, pues no se están liquidando las divisas para ascensores, recubrimientos de paredes, entre otros insumos.
La menor oferta de productos ha impactado en los precios de los materiales. Los datos del Banco Central de Venezuela indican que en 12 meses los precios de esos insumos subieron 38,8%.
Impacto de la jornada
El presidente de la Cámara de la Construcción destacó que el ritmo de ejecución de las obras ya no solo ha bajado por las fallas con el suministro de los insumos, también ha disminuido por la reducción de la jornada laboral.
Según Dao, bajar el horario de 44 a 40 horas semanales "implica trabajar de otra manera". Señaló que "para mantener la actividad se tendría que cancelar horas extras o contratar más personal y las constructoras no pueden".
Expresó que además la mano de obra es costosa. Desde hace una semana se comenzó a revisar el contrato colectivo del sector y los trabajadores piden un ajuste de 80%.
El Universal
31-05-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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