Los drenajes de la capital trabajan al 50% de capacidad

La mayoría de los drenajes de la ciudad ya pasaron el medio siglo de existencia, y fueron calculados para recibir un volumen de agua mucho menor KISAÍ MENDOZA/ARCHIVO
Una población en constante crecimiento y un sistema de drenajes que apenas ha sido intervenido en más de 50 años se combinan para crear ese paisaje de caos y lagunas por todas partes que se observa en Caracas cada vez que llueve.

La falta de mantenimiento a los drenajes hace que los mismos estén trabajando actualmente a la mitad de su capacidad, según explica Alfredo Miquilena, ingeniero experto en esta materia.

No se trata solo de que estén obsoletos, bien sea por desgaste natural de los elementos o porque fueron calculados para recibir un volumen de agua mucho menor, sino que además están obstruidos por objetos que la gente tira a la calle y van a dar a los colectores de lluvias: "Hace ya demasiados años que no se les hace mantenimiento, ni siquiera a drenajes tan importantes como el que está a la salida de Chacaíto, apenas a diez metros del Guaire. Y cuando hacen alguna labor de este tipo lo anuncian con bombos y platillos, cuando esas obras de mantenimiento deberían ser lo cotidiano, lo más normal del mundo, la tarea propia de un gobierno", dice Miquilena.

Miguel Palop, quien trabajó en los cambios de drenajes que tuvieron lugar en Las Mercedes hace casi diez años, dice que el sistema de drenajes es exactamente igual que el sistema de vialidad en el sentido de que debe revisarse con cierta periodicidad, cosa que no ocurre.

Muchos empiezan a tener problemas de capacidad (hoy no solo llueve más, sino que la mayor cantidad de cemento por construcciones o invasiones hace que el agua corra hacia abajo en vez de ser absorbida por alguna zona verde) y también de envejecimiento: muchas tuberías de metal corrugado, que es el material que se usaba hace treinta años (hoy se emplean el concreto y ciertos tipos de plástico), comienzan a oxidarse. Para él los casos más graves se dan en los drenajes de El Paraíso y los que recogen agua de las quebradas que van a dar a Chacao.

Miquilena señala además otro problema, y es que muchas veces se utiliza la red de drenajes para las aguas servidas: "Cada vez es más común en las nuevas construcciones o en nuevas invasiones de terrenos usar los drenajes para empotrar salidas de aguas negras. Y así se ve en ciertas urbanizaciones, como Vista Alegre, que las alcantarillas son levantadas por el agua cuando llueve".

Ruperto Calatrava, director de Infraestructura de la alcaldía de Baruta, cuenta que los proyectos hidráulicos generalmente son pensados para un período de entre 25 y 50 años, y la mayoría de las urbanizaciones de la ciudad ya pasaron el medio siglo. "Es más, yo diría que con todos los cambios climáticos que han tenido lugar, cincuenta años es demasiado, la infraestructura se está agotando con mucha mayor rapidez. También hay que tomar en cuenta que la población va creciendo y se van produciendo más aguas servidas. Es necesario revisar estos sistemas a cada momento e intervenirlos cada 20 o 30 años".

Sin embargo, no parece existir mucha disposición del gobierno central a atender este problema, no importa cuántas lagunas se formen cuando llueva. Tal vez esta dejadez se debe a que no se trata de obras visibles: nada más difícil que colocarle un cartel de propaganda a un drenaje.

El Universal
26-10-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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