El drama para obtener una vivienda

Al momento de pensar seriamente en contar con un techo propio, el ciudadano común enfrenta un reto de doble dimensión. Adquirir una vivienda ya construida en el mercado principal o secundario se han vuelto opciones altamente costosas para un asalariado; y disponer de un pedazo de tierra para construir implica incurrir en altos costos.

En el mercado principal una casa para comprar supera los 500 mil bolívares por unidad. La falta de materiales y el marco legal vigente es para los empresarios privados del ramo la mezcla que mantiene la actividad paralizada, y con ello, la edificación de viviendas de interés social. Si la búsqueda se hace en el mercado secundario, los precios de un inmueble están por encima de 400 mil bolívares en ubicaciones alejadas de la ciudad. Las más céntricas superan los 600 mil bolívares.

Adquirir una vivienda a través de los programas públicos del Gobierno, implica tener condiciones sociales específicas y en algunos casos extremos, militar en un partido político. La opción de la autoconstrucción revela que los materiales de construcción regulados escasean en el mercado y cuando se encuentran, los venden con sobreprecio.

Costoso

A la autoconstrucción se suma el costo de la mano de obra de albañiles y obreros en diferentes especialidades, que de acuerdo a la más reciente contratación colectiva del sector se encuentra entre los 130-140 bolívares diarios. Construir una pieza de cuatro por cuatro puede llevar seis días y necesitar mínimo tres trabajadores.

En mano de obra se invierten dos mil 340 bolívares diarios, en total, 14 mil bolívares por hacer un cuarto. Cien bloques cuestan 530 bolívares, el cemento, regulado en 20 y 22 bolívares se vende en 40. De la malla y los tubos estructurales no se encuentran referencias porque están agotados.

Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), indica que autoconstruir “es válido siempre que se haga en terrenos urbanizados. No se gana nada construyendo una casa sobre un suelo que no tiene servicios como agua, luz y cloacas, eso es extremadamente precario y costoso”.

Sugiere que el Estado se dedique a urbanizar las tierras “para entregarlas a las clases sociales más limitadas, así ellos de manera progresiva pueden autoconstruir de acuerdo a sus posibilidades y necesidades”.

Pero no todo el mundo puede autoconstruir. Otros deben enfrentar el mercado de la compra venta. “En la formalidad, la compra de materia prima que dice que cuesta un bolívar en la práctica se consigue en dos y tres bolívares, hay un problema de financiación, permisología e impuestos que combinado con una inflación entre 25 y 30 por ciento hace imposible construir viviendas de calidad a bajo costo”, señala Martini.

La Verdad
01-10-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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