Fue hace un mes cuando una noche de lluvia intensa congeló las esperanzas de mudarse de 63 familias de San Ignacio I, en Charallave Norte. En la mañana, cuando cesó el aguacero, residentes de la zona se percataron de que dos de las viviendas de interés social que el Instituto de Ferrocarriles del Estado estaba por entregarles se hicieron pedazos.
Ahora no saben cuándo podrán ocupar las casas pero, en boca de muchos, el problema estará resuelto "con el favor de Dios" antes de que se realicen las elecciones de octubre.
El urbanismo a estrenar está conformado por 16 viviendas ubicadas en la parte baja de San Ignacio I y otras 47 en la parte alta. Fueron construidas para sustituir las casas de poco bloque y mucho zinc que desde hace 17 años ocupan las familias de la zona. Fueron también la oferta que les hizo hace cuatro años el IFE, toda vez que les dieran la orden de desalojar la colina donde están sus viviendas actuales, pues debajo de ella está uno de los túneles por donde pasa el sistema de transporte.
El deslizamiento ocurrió porque un muro de gaviones que contenía el relleno de la parte alta cedió debido a la humedad del suelo, y con él se hundieron las 2 viviendas afectadas, mientras que otras 7, aunque totalmente en pie, tienen las bases visiblemente resquebrajadas. En la parte baja ninguna casa sufrió daños, pero todas colindan con el muro que cedió.
Los residentes de la zona antes de hablar piden reservar su identidad. Temen que suministrar información a la prensa ponga en peligro las adjudicaciones que obtuvieron después de la realización de tres censos.
Entre las fallas del urbanismo reconocen la falta de drenajes para agua de lluvias -causa de que se infiltrara líquido hacia el muro- y la ausencia total de asfalto en sus calles.
No recuerdan cuántas contratistas del IFE metieron mano en el urbanismo sin haberla terminado por completo, ni cuántas veces les aplazaron la entrega definitiva de las viviendas. Y es que por diversas razones las obras se paralizaban a cada rato y estuvieron sin avance alguno durante un año, hasta que ocurrió el hundimiento.
Lo que sí aseguran los residentes es que en esta oportunidad el IFE "se ha portado muy bien", pues se reunió con ellos y asumió directamente la culminación de los trabajos.
"Hubo muchos problemas con los sindicatos y nos mandaron a nosotros para evitar eso", apuntó un trabajador de la ferrocarrilera quien explicó que el 10 de septiembre iniciarán el levantamiento de dos nuevos muros de contención, y luego se repondrán las casas destruidas. "No lo sabemos pero mientras haya dinero, eso sale rápido", agrega sobre los lapsos previstos para culminar.
Las viviendas cuentan con tres habitaciones, dos baños y sala-comedor. Están pintadas sus paredes y marcos y el piso es de cerámica. Tienen el sistema de iluminación interna y externa instalado así como la aducción de agua para servir a la urbanización completa; sin embargo, no contarán con gas directo sino por bombonas. La promesa además es que se entregarán con línea blanca.
"Esto sería un cambio maravilloso y esperamos que nos cumplan", apuntó un vecina. En San Ignacio I esperan no solo la entrega de viviendas sino que la situación, ni con lluvia ni con sol, se vuelva a repetir.
El Universal
06-09-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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