El revalúo de los campos, que va más allá del Inmobiliario Rural, constituye, desde el punto de vista del monto ajustado, un verdadero récord en la historia de aumentos en este tipo de gravamen y es único en cuanto a que tiene un efecto de “abanico” sobre otros impuestos.
En el último año (2011/2012), se incrementó alrededor del 35%. Ese número será mayor cuando, a alrededor de un 38/40% de los contribuyentes le llegue la boleta de pago con vencimiento el 16 de agosto próximo.
Más allá de discutir la justicia del aumento, uno de los temas centrales para 2013 es el aumento “de golpe” que generarán revaluaciones, que, en promedio, y aproximadamente, representan 17/18 veces las valuaciones insertas en las cuotas 1 y 2 del presente año 2012.
Ese aumento de golpe, habida cuenta de inundaciones, sequías, inflación de insumos, trabas a la exportación (trigo por ejemplo), costos bancarios y financieros desmesurados, retiros crecientes por la inflación imperante y falta de caja en esta etapa del año, tiende a provocar graves limitaciones financieras que podrían calificarse como confiscatorias del capital de trabajo agrario.
Debe entenderse que la tierra es un bien productivo y no un bien patrimonial, como quien tiene un auto de lujo, colocaciones financieras (exentas de impuestos) y otros ítems conexos. Para el ruralismo, el aumento del valor de mercado de la tierra es indiferente por cuanto no es, por idiosincrasia, un operador inmobiliario. No vive de lo que tiene ni está sentado sobre él, sino de lo que produce. Es decir, de su valor agregado, o dicho de otra forma, de su minúsculo aporte al PBI total. Por lo dicho, la tierra tiene una importancia como insumo que no existe en quien produce autos, tornillos u otros bienes manufacturados. Por eso, ese insumo debe tener un tratamiento más cuidadoso y más técnico (uso de matrices de insumo producto) que el que surge de la política bajo el argumento de mejorar la equidad y la distribución del ingreso.
Es la Nación la que debe cumplir con los compromisos de equidad y redistribución de lo recaudado que surge de la coparticipación de impuestos dispuesta por las leyes nacionales. Si se cumpliese con dicha coparticipación, las provincias, en éste caso la de Buenos Aires, no necesitarían introducir aumentos “inéditos”de golpe y sin diálogo mínimo con los interlocutores y afectados.
Los aumentos de golpe (cuota extra a una parte de los contribuyentes) y aumentos de 60% a 250%, aproximadamente en 2013, combinados con fuertes incrementos en Bienes Personales (2013) podrían, en el caso del Inmobiliario distribuirse en más de un ejercicio.
En Bienes Personales, la nueva valuación debería desconectarse del monto a pagar por ese impuesto. No se puede mezclar lo productivo, a secas, con lo patrimonial y/ productivo patrimonial. La combinación de los ordenes provincial y nacional hace que la provincia, “ esté matando una vaca para comer un bife”, ya que lo que recibirá será exiguo con relación al total de lo que pueda recaudarse (la mayor parte pasa a la Nación). En el orden privado y de cada uno, es principio básico que la ley no puede obligar a perder. ¿Serán las entidades, instituciones del sector y la propia Gobernación capaces defender este principio, que no es otra cosa que defender a la propia Constitución Nacional ...?
Clarín
16-07-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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