Privados y públicos apuestan a que no habrá otra desgracia CRUZ SOJO
Una valla anuncia la construcción de unas 200 unidades de viviendas en los terrenos de la urbanización Cerro Grande en la parroquia Tanaguarena en el estado Vargas en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela. La noticia no tiene nada en particular, a no ser que esa urbanización Cerro Grande fue la misma completamente arrasada en la tragedia de 1999, cuyos terrenos fueron declarados no aptos posteriormente por la Autoridad Única y Corpovargas.
Pero no sólo es el Estado el que incumple la norma. Muchos particulares han reiniciado la construcción de estructuras a las riberas de los cauces a medio embaular y empresas privadas han obtenido permisos para levantar complejos habitacionales en espacios que fueron considerados de alto riesgo en un pasado reciente.
Especialistas y residentes de Vargas advierten las consecuencias que traerán estas actuaciones que se desarrollan desestimando los riesgos.
"En el caso de Cerro Grande es grave la situación. Los propietarios reales de esos terrenos recibieron certificados de pérdida total por parte de organismos como Protección Civil, así mismo recibieron certificados de la Autoridad Única de no poder recuperar sus casas por la cercanía con el cauce del río Cerro Grande. En otras oportunidades se ha hablado de desarrollar estructuras deportivas que no impliquen riesgo a la hora de un fenómenos climatológicos como la vaguada, pero es una irresponsabilidad levantar allí nuevas viviendas" analiza el ingeniero analista en riesgo, Alexis Rondón, quien ha desarrollado estudios sobre las cuencas de Vargas los últimos seis años.
Rondón advierte que lo mismo de Cerro Grande ocurre con las edificaciones levantadas a escasos metros del río La Llanada, de inversión privada pero que obtuvo todos los permisos del Estado.
"También vemos zonas como La Veguita en Macuto, Los Corales en Caraballeda o Piedra Azul en Maiquetía, en donde zonas consideradas no aptas se están dando créditos o materiales para levantar viviendas lo que es una irresponsabilidad".
Refugios como prioridad
Fuentes cercanas a las autoridades regionales de Vargas en materia de vivienda, indican que el primer objetivo es levantar las estructuras para dar techos a las familias que permanecen en los refugios. "Muchos son de criterio que como en Vargas todas las zonas tienen riesgos y hay un déficit de terrenos 100% aptos, pues se obvian los riesgos y se toma más en cuenta el aspecto servicio" indica el vocero que no desea ser identificado.
"A muchos propietarios nos negaron en su momento volver a las casas porque no se podía construir, hoy el consejo comunal otorga crédito hasta a los invasores, entonces ¿en qué quedamos?. Da rabia pero también preocupa, Parece que no se aprendió nada de 1999" agrega la macuteña Livia Contreras.
Inútil marca escarlata
De acuerdo con cifras extraoficiales de Protección Civil Vargas, 60% de las viviendas marcadas con signos escarlatas para ser decretadas como no aptas, permanecen habitadas.
Muchas de las viviendas están ubicadas en zonas altas de Caraballeda y Catia La Mar o en espacios emblemáticos como Cerro Caído, Catamare, El Gavilán o Marapa-El Piache.
El Universal
21-11-2011
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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