La ciudad es densa, compleja, única. Pero también es tan noble que se vuelve flexible a los nuevos usos, y se adapta a todas las circunstancias que juntos como país estamos viviendo.
ANA CAROLINA AROCHA
Caracas se caracteriza por lo compleja en sus dinámicas urbanas, en su entendimiento y en su disfrute. Pero hoy más que nunca se hace difícil de explicar, incluso a venezolanos que tengan solo algunos meses fuera de ella.
La dinámica de las últimas semanas, se podría resumir en ríos de gente llenando autopistas; más presencia de bombas lacrimógenas que de medicinas; ataques desmedidos incluso dentro de instituciones educativas, edificios residenciales y centros comerciales; familias buscando entre la basura algo de comer; muertes de manifestantes; encapuchados que impiden el paso de las vías; grupos enormes de personas corriendo, incluso atravesando aguas contaminadas del Guaire, intentando escapar de la represión desmedida que viene de manos de quienes deberían garantizar la seguridad de toda la población; y en contraposición, a toda esta imagen de crisis y violencia, una burbuja de restaurantes, fiestas y lujos, un mundo de fantasía en cuatro paredes. Incongruente y casi increíble, así es nuestro día a día.
La ciudad es densa, compleja, única. Pero también es tan noble que se vuelve flexible a los nuevos usos, y se adapta a todas las circunstancias que juntos como país estamos viviendo. Es el escenario en donde vivimos quienes no nos queremos ir y luchamos para que muchos otros regresen. Es un reto diario redescubrir como transitarla y recorrerla, pues son tiempos difíciles para todos como país.
En medio de esta muy compleja lectura del hecho urbano; la creatividad y el arte, se hace parte de este acontecer, se apodera de la ciudad y sus espacios públicos, con distintas formas de expresión. Acróbatas cuelgan de elevados vehiculares, músicos ejercen en plena calle, así como fotografías que te ponen las emociones a flor de piel. Movimientos como @cantaelpueblo se presenta en los centros comerciales con una pieza de la novela de Víctor Hugo, Los Miserables; y surge ARTIVISMO, en donde varias academias de danza se unen con un mensaje de esperanza tricolor bailando en #resistencia y zapateando la #represión. Así mismo los grupos teatrales y teatros han abierto sus funciones, incluso de forma gratuita, con contenido congruente a la situación, para dejar al espectador deliberar y luego promover las tertulias. Es arte, ciudad y sociedad de la mano, parte del momento que como ciudadanía vivimos y donde se busca aportar desde la imaginación de forma pacífica.
Hoy más que nunca me siento agradecida por ser venezolana, por todo lo aprendido, y todo lo positivo que ha aflorado de esta dramática página de sucesos en la que nos levantamos a diario, ya por varios años.
Siento una responsabilidad en fomentar enfocarnos en todo lo que suma, unirnos en un mismo sentimiento de pertenencia y defender nuestra identidad, como lo hicimos en apoyo de los muchachos de la Vinotinto en Corea. Pues como dice un extracto de Canta el Pueblo, "Hasta en la noche más oscura amanece el sol".
Ana Carolina Arocha P.
Universidad Metropolitana
mdu@unimet.edu.ve
El Universal
17-06-2017
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo corredor_inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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