Los inmigrantes que Donald Trump rechaza, y que pretende alejar con un férreo blindaje de sus fronteras, son hoy más del 10% de una lista que encarna como pocas el sueño americano. De hecho, 14 de esos multimillonarios que forman parte de la clasificación de las 400 personas más ricas de Estados Unidos tienen más dinero que el candidato republicano a la Casa Blanca, según la revista Forbes. En un solo año, Trump ha visto menguar sus bienes en 800 millones de dólares (724,2 millones de euros).
La clasificación anual de los más acaudalados del momento tiene un cierto carácter histórico por ese récord que han establecido los llegados de otros países a la primera potencia mundial. Nunca antes fueron tantos: 42 en total de los 400, provenientes de 21 países y con un poder adquisitivo combinado de 250.000 millones de dólares (unos 226.000 millones de euros).
Son historias rotundas de éxito, de imperios forjados de la nada, como el de John Catsimatidis, llegado a EEUU cuando era un bebé desde Grecia y que hoy posee una fortuna personal de 3.300 millones de dólares (casi 3.000 millones de euros). El petróleo, el mercado inmobiliario y una cadena de supermercados fueron sus fuentes de ingresos, tras salir de un apartamento en Harlem por el que su padre pagaba 48 dólares al mes (poco más de 43 euros).
Grecia tiene un representante en esta lista, el mismo número que Alemania, Kenia, Australia, Argentina o Corea del Sur. La clasificación la encabeza Israel con seis multimillonarios. Le sigue la India con cinco y Hungría y Taiwan con cuatro cada uno.
El honor del primer puesto le corresponde a un ruso, Sergey Brin, el fundador de Google, con una fortuna de 37.500 millones de dólares (casi 34.000 millones de euros). A EEUU emigró con cinco años desde Moscú. Corría el año 1979, el año en que sus padres, matemáticos ambos, decidieron abandonar la Unión Soviética tras soportar la pesada carga del antisemitismo. Se instalaron en Maryland como refugiados políticos y Brin pudo cursar estudios en la Universidad de Stanford, donde se doctoró y conoció a otra mente especial, la de Larry Page. Juntos formaron un motor de búsquedas por internet que hoy es ya la segunda compañía más valiosa del mundo por su valor en Bolsa.
En ese listado también está el hombre de moda en el ámbito empresarial en EEUU, el padrino del coche eléctrico, el sudafricano Elon Musk. Es hijo de un ingeniero que se mudó al continente americano a principios de los 90. Su primera creación desembocó en lo que hoy es Paypal, una startup por la que eBay pagó 1.500 millones de dólares (1.358 millones de euros). Por cierto, que el fundador de eBay, el francés Pierre Omidyar, se volvió multimillonario a los 31 años de edad, cuando su empresa salió a Bolsa, también está en la lista, con una fortuna de 8.100 millones de dólares.
Musk está unos puestos por encima del galo de origen persa -en el quinto lugar para ser exactos- aunque si son correctas las previsiones de los analistas, podría estar cerca del podio en breve. La proyección de Tesla, la compañía de coches eléctricos con sede en Palo Alto, California, es imparable, con un valor en Bolsa que se prevé que mejore un 70% en los próximos meses tras la salida al mercado del Model 3, el modelo low cost de la firma, con 400.000 pedidos por anticipado.
Ademas, Musk ha sido el ingeniero de la fusión de dos sus bebés, Telsa y Solar City, la compañía de energía solar con la que pretende unir el concepto de los coches eléctricos y los paneles solares para recargarlos.
En el segundo lugar está el húngaro George Soros, testigo de la ocupación nazi de su país y un hombre que se trasladó a Londres para sacar adelante su carrera como economista. Logró pagarse los estudios en la London School of Economics cargando maletas en estaciones de trenes y como camarero, antes de emigrar a Nueva York para convertirse en una leyenda de los fondos de inversión, con una fortuna personal de 24.900 millones de dólares, es decir 22.545 millones de euros.
No han faltado tampoco los matrimonios, como el de Andrew y Peggy Cherng, dueños de la cadena de restaurantes de comida rápida china Panda Express. Llegados desde China y Camboya, respectivamente, hoy tienen 2.000 restaurantes por todo el país, con una fortuna combinada de 3.000 millones de dólares (2.716 millones de euros).
"No hay otro país en el planeta donde tú o tus padres puedan llegar y a base de trabajo duro crear una enorme riqueza en sólo una generación", explicaba al The Washington Post Raúl Fernández, un hombre de negocios, de padres inmigrantes procedentes de Cuba y Ecuador. Es cierto, en EEUU los complejos de clase apenas existen. Cualquiera, sin importar su nivel de educación o abolengo, puede hacerse de oro. La lista de Forbes viene a ser la demostración palpable de que el sueño americano, pese a su innegable desgaste, aún es posible.
PABLO SCARPELLINI
El Mundo (España)
28-10-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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